05
Nov
2017
Carmena abre el mes de la mujer recordando a las maestras de la República Imprimir
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Con la exposición Diarios de Libertad

Además de afrontar las incertidumbres de una época ilusionante pero también convulsa, las maestras y pedagogas de la República tuvieron que romper moldes: los que constreñían a las mujeres y a la educación. Por ello pagaron luego un alto precio con la represión franquista.  De ahí la importancia de que sus ideas, su trabajo, sus aportaciones a esta doble lucha sean rescatadas del olvido y formen parte del patrimonio de la memoria común. Diarios de Libertad es una exposición-homenaje a esas mujeres, que sigue la estela iniciada por el documental  Las maestras de la república, ganador de un Goya en 2014, y por el proyecto posterior La escuela de la República.

Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, visitó la muestra, nacida de la colaboración entre el Ayuntamiento de Madrid y el sindicato UGT – a través de su Federación de Servicios Públicos-, que  puede verse en el Centro Cultural Galileo hasta el próximo día 30 de noviembre. En este proyecto han colaborado también las fundaciones Largo Caballero y Estudio, así como la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladolid.

Diarios  de Libertad es el resultado de un trabajo de investigación, coordinado por Carmen García Colmenares, una de las fundadoras de la Cátedra de Estudios de Género de la universidad  vallisoletana.  Los diarios encontrados representan los hilos de la memoria, desde condiciones subjetivas muy diferentes: diarios de aula, de trayectorias profesionales, de viajes de estudio, de exilio interior y exterior, y diarios de cárcel. La exposición incluye textos extraídos de estos diarios encontrados en diferentes fuentes (biografías, libros editados, diarios originales,..) que constituyen un conjunto muy valioso para conocer la experiencia y la reflexión de aquellas maestras.

Los visitantes pueden realizar un viaje en tres etapas para comprender  la génesis de la labor docente desde finales del siglo XIX, cuando el ejercicio del magisterio se podía empezar a los 15 años, sin ni tan siquiera estudiar bachillerato, hasta la eclosión que tuvo con la II República, al convertirse en una de las prioridades de gobierno. Un dato ilustrador: en 1931 se dicta un decreto por el que se convocan 7.000 plazas de maestras y maestros.  Pero el cambio no solo fue cuantitativo. Además del número, se amplía la misión pedagógica. Los maestros en general ya no son meros transmisores de conocimientos, sino educadores, sobre los que cae la responsabilidad de reformar la sociedad, reformando la escuela.

Releyendo sus notas, repasando su labor es fácil darse cuenta de la vigencia de su visión ochenta años después. Sus aportaciones siguen siendo válidas y necesarias para la construcción de un sistema educativo integral, basado en ideales como la justicia, la solidaridad y la igualdad.  Del 14 al 16  de este mes, historiadoras, pedagogas, especialistas en cuestiones de género ahondarán en ese legado en unas jornadas que se celebrarán las tardes de esos tres días también en el Galileo.