04
Dic
2020
Ayuso compra cinco mil medidores de CO2 para los colegios Imprimir
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Foto cedida por CAMAdemás, la Consejería de Educación ayuda a los centros para que los puedan comprar directamente

La Comunidad de Madrid ha adquirido 5.000 medidores de CO2 que está repartiendo a los centros educativos públicos de la región con el fin de controlar que la ventilación de las aulas es la adecuada para evitar la propagación del coronavirus. El Consejo de Gobierno ha aprobado la tramitación de emergencia para destinar 744.573 euros para la compra de estos dispositivos.

Al mismo tiempo, la Consejería de Educación y Juventud del Ejecutivo regional ha facilitado inversión a los centros educativos para que puedan obtener directamente más medidores de este tipo. Según las autoridades sanitarias, el CO2 se genera por la respiración de las personas y en espacios cerrados tiende a incrementarse.

El nivel del aire exterior es de 400 ppm (partes por millón), y un valor entre 500 ppm y 700 ppm sería un valor aceptable, aunque si se llegara a 800 ppm, habría que ventilar de forma obligatoria. No es necesario instalar un medidor en cada aula, ya que se pueden utilizar las denominadas aulas testigo, que permiten definir el comportamiento de la concentración para clases similares en superficie y ocupación.

La Comunidad de Madrid recomienda la ventilación natural cruzada en los espacios cerrados para evitar la transmisión del COVID-19, así como la reducción de aforos y uso de mascarillas. Por ello, se considera necesario abrir las ventanas 15 minutos al entrar en un aula o la ventilación continua en aseos.

En la inmensa mayoría de las dependencias y aulas donde se desarrollan actividades docentes es posible generar la ventilación natural cruzada, ya que disponen de ventanas o puertas exteriores. Dado que los 15 minutos al inicio y al final de cada jornada y durante el recreo no es tiempo suficiente para ventilar, es necesario abrir ventanas y puertas cuando también estén las clases ocupadas. En el caso de registrarse temperaturas invernales extremas, es mejor realizar un mayor número de ventilaciones más cortas en lugar de tener las ventanas parcialmente abiertas.

Los centros educativos de la región construidos después de 2007 cuentan con un Sistema Integrado de Ventilación (SIAV) que garantiza la calidad del aire, aunque no sustituye la ventilación natural que debe realizarse en las circunstancias actuales.

La Comunidad de Madrid destinará más de 4 millones de euros para adquirir 7.923 nuevos ordenadores con el fin de hacer frente a las necesidades derivadas de las medidas adoptadas contra el COVID-19. El objetivo es seguir facilitando de los medios necesarios a los docentes y al alumnado con dificultades de acceso a dispositivos y conectividad en sus domicilios, y que no acuden a los centros para evitar contribuir a la transmisión de la enfermedad.

El Consejo de Gobierno ha aprobado el contrato que hará posible la compra de este material que será repartido entre los colegios concertados que los necesiten para que sus alumnos puedan seguir las clases de forma virtual desde sus casas. Los ordenadores, que serán portátiles y de 15 pulgadas, buscan garantizar que todos los estudiantes pueden seguir desarrollando el curso educativo.

La Comunidad de Madrid ha invertido ya más de 13,75 millones de euros en 25.456 ordenadores para los centros públicos de la región. En concreto, son 11.251 portátiles de 14 pulgadas para ser distribuidos entre los centros donde se cursen estudios de los últimos cursos de Secundaria y Bachillerato, y 14.205 portátiles de 15 pulgadas, cuyos destinatarios son los centros donde cursen estudios los alumnos de los últimos cursos de Primaria y 1º y 2º de ESO.

Del mismo modo, el Gobierno madrileño ha invertido otros 6,1 millones de euros para adquirir 36.100 tablets que se están distribuyendo entre los centros educativos públicos y concertados, especialmente entre los alumnos de Educación Primaria que no pueden asistir a clase por motivos sanitarios.

A estos dispositivos se unirán en los próximos meses otros 28.500 gracias a la firma del convenio de colaboración con la entidad pública empresarial del Ministerio de Industria Red.es, y una inversión por parte de la Comunidad de Madrid de 2,7 millones de euros. Esto hará posible dotar a los centros de 22.000 tablets con tarjeta SIM, 6.500 ordenadores con tarjeta SIM, así como de conectividad a los alumnos que se encuentren en una especial situación de vulnerabilidad.

En total, el Ejecutivo autonómico distribuirá 100.000 dispositivos para renovar el parque informático de los centros educativos de la región y garantizar que los alumnos puedan desarrollar la actividad educativa, ya sea de manera presencial o semipresencial.  A estos se deben sumar los que los Centros Educativos con cargo a los fondos extraordinarios repartidos en septiembre han adquirido directamente.

CCOO ha exigido a la Comunidad de Madrid que adopte «lo antes posible» las soluciones adecuadas para climatizar las aulas ante las bajas temperaturas características del invierno. El sindicato ya ha comenzado a recibir multitud de quejas con respecto a la situación que sufre el personal y el alumnado en los centros de enseñanza debido al frío y a la recomendación de mantener los espacios educativos abiertos para favorecer su correcta ventilación y evitar riesgos de contagio por coronavirus. Por ello, ha exigido a la Consejería de Educación que realice una evaluación de riesgos laborales, así como también una valoración de los sistemas de climatización en los centros, para garantizar que haya medidas de ventilación y renovación de aire sin que estas afecten a la salud de alumnado y profesorado.

La situación se ha agravado este año debido a la pandemia ocasionada por la COVID-19 y las recomendaciones sanitarias al respecto que, aunque deban primar ante otras como las correspondientes a la Normativa en Prevención de Riesgos Laborales, no deberían de anularlas sino, al contrario, ser complementarias. A lo largo de la pandemia se han publicado multitud de estudios e investigaciones acerca de la transmisión del Virus SARS-Cov-2 llegando a la situación actual en la que ya se ha aceptado y reconocido esta transmisión a través de aerosoles, lo que ha llevado a modificar normas y recomendaciones por parte de las autoridades sanitarias.

Esto ha generado también una serie de documentos orientativos como la ya conocida “Guía de ventilación en las Aulas” publicada por CSIC-IDAEA, Ministerio de Ciencia e Innovación y Mesura o el documento técnico sobre “Evaluación del riesgo de la transmisión de SARS-CoV-2 mediante aerosoles. Medidas de Prevención y recomendaciones” del Ministerio de Sanidad.

Ambos documentos inciden en la necesidad de ventilar los espacios recomendando como hacerlo y complementarlo de acuerdo con las necesidades de cada edificio o espacio. Recomiendan, además, el control de las concentraciones de CO2 y la necesidad, cuando corresponda, de permitir la circulación del aire mediante instrumentos como la implementación o extracción complementaria, los purificadores de aire o los equipos dotados de filtración adecuada entre los que se encuentran los dotados de filtros EPA, HEPA o similares (del inglés High Efficiency Particle Arresting, o recogedor de partículas de alta eficiencia).

En el caso de nuestra Comunidad existen edificios de distintas épocas, construcciones, diseños o materiales, lo cual origina una amplia disparidad de situaciones diferentes a la hora de actuar, por lo que todos ellos deberían constar de sus correspondientes evaluaciones de riesgos para poder afrontar estas situaciones ya conocidas y habituales, y ahora aumentadas debido a la situación excepcional en la que nos encontramos.

En los distintos centros educativos podemos encontrar todo tipo de espacios con diferentes situaciones como grandes ventanales, ventanillas diminutas, claraboyas que no pueden abrirse, espacios totalmente interiores, enormes talleres en naves casi a la intemperie y prácticamente todas y cada una de las posibles variantes en términos de ventilación. Se está desarrollando la actividad educativa sin suficiente protección ante la trasmisión del virus y en condiciones térmicas extremas. Ambas situaciones nos sitúan ante un grave problema de salud pública más allá de la Prevención de Riesgos laborales, que afecta a alumnado, a profesorado y a todo el personal educativo.

Por ello, CCOO exige a la Consejería de Educación que se actúe de forma inmediata ante esta grave situación garantizando en todos los centros medidas de ventilación y renovación de aire sin que estas contribuyan a crear situaciones de malestar térmico, valorando las necesidades y contemplando entre estas la dotación de equipos de climatización adecuados dotados de los elementos necesarios para poder tener los espacios debidamente ventilados y con condiciones óptimas de temperatura.

Una de estas alternativas serían los equipos con sistemas de filtración HEPA o similares. Se contemplen además, mientras se procede a tomar estas medidas, otras alternativas como pudieran ser la programación de puesta en marcha de los equipos de climatización con la antelación suficiente a la ocupación de aulas y espacios tras períodos de inactividad, con el fin de poder comenzar las tareas con temperaturas confortables, dado que durante las vacaciones y fines de semana los sistemas de calefacción de los centros están apagados, para solventar la bajada de temperatura debida a la apertura de puertas y ventanas para ventilar cada 20 min.

CCOO lleva años, desde 2016, denunciando las deficitarias condiciones de temperaturas en las aulas motivadas por las olas de frio y de calor al igual que sucede en verano con la llegada del calor, ante las respectivas autoridades tanto educativas como laborales debido la deficitaria climatización de las infraestructuras educativas, habiendo obtenido resoluciones favorables de Inspección de Trabajo a nuestras denuncias.

Además, desde CCOO reclaman y exigen que se compruebe el estado de la climatización en todos los centros en los que trabajadores y alumnos están expuestos a temperaturas inadecuadas, realizando las pertinentes evaluaciones de riesgo y adoptando las medidas preventivas necesarias para evitar estas situaciones e impedir la exposición al riesgo de los trabajadores y usuarios. No se puede demorar más. Es preciso definir un plan integral de climatización de los centros educativos. La llegada de fondos europeos para la reconstrucción de nuestra comunidad es una oportunidad para emprender esta actuación pendiente y postergada año tras año.