Explican que los ochenta millones no son ni la mitad del déficit de recursos de 2020

Los retrasos continuados en la comparecencia de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, para explicar las medidas restrictivas anunciadas en este sentido «son la evidencia palpable de un fracaso y de la gestión irresponsable de un Gobierno Regional que ha anticipado sus intereses políticos a los de la ciudadanía». Así valoraba CCOO el anuncio del confinamiento de distintas zonas básicas de salud de la Comunidad.

La ciudadanía madrileña está asistiendo a una «ceremonia de la confusión, a la descoordinación y la indefinición» de un Gobierno que tiene que abordar lo antes posible medidas para frenar esta crisis sanitaria «desde el rigor, la seriedad y la colaboración institucional a todos los niveles».

CCOO de Madrid ha exigido al Gobierno Regional que cualquier medida de restricción que se tome debe ir acompañada de refuerzos en ayudas sociales y apoyo sanitario. Así lo han señalado al tiempo que se ha mostrado muy crítico con los retrasos continuados en la comparecencia de la presidenta autonómica, Isabel Díaz Ayuso, para explicar las medidas restrictivas anunciadas en este sentido y que, a su juicio, «son la evidencia palpable de un fracaso y de la gestión irresponsable de un Gobierno Regional que ha anticipado sus intereses políticos a los de la ciudadanía».

El sindicato considera que la intervención para atajar la segunda ola de la pandemia, que en este momento está descontrolada en la Comunidad de Madrid, «debe ser determinante, coordinada con todos los agentes implicados -ayuntamientos, sindicatos y patronal, así como asociaciones vecinales-, y con la cooperación imprescindible del Estado». En la misma línea ha destacado que «la ineptitud» demostrada por el Ejecutivo de Díaz Ayuso «exige que se dote de un Comité Científico externo y autónomo que defina las estrategias sanitarias y sociales pertinentes a tomar sobre la base, exclusivamente, de criterios epidemiológicos, de base científica y de salud pública».

Asimismo han manifestado que las medidas de restricción que finalmente se adopten deben estar sustentadas en el criterio científico y objetivo, «alejadas de decisiones dirigidas indiscriminadamente a determinados barrios, distritos y municipios», ya que «es una forma de estigmatización evidente, totalmente reprochable y que puede tener consecuencias sociales impredecibles». CCOO se suma así a las reivindicaciones del movimiento vecinal de los distritos del sur de Madrid, y sitúa la precariedad social y económica de estos barrios y municipios como el gran elemento de desigualdad que castiga, de forma estructural, a miles de madrileños y madrileñas y que la pandemia ha agudizado ante la falta de protección.

El sindicato ha insistido en que las medidas de contención y restricción –que puede afectar a varios municipios en toda la región- deben ir acompañadas, inevitablemente, de apoyos de carácter social y económico, refuerzo de los recursos sociales de emergencia, de soluciones habitacionales alternativas y de la mejora de los mecanismos de movilidad de la ciudadanía (red de autobuses y metro). Igualmente, deben ser reforzados urgente y prioritariamente los centros de salud, de atención primaria y especializada, de los barrios y municipios de mayor incidencia en esta segunda ola del coronavirus. El ámbito educativo, especialmente sensible y debilitado como se está evidenciando en el inicio del curso, no se puede ver afectado por las restricciones y debe ser un foco de prioridad en las zonas objeto de restricción y de mayor incidencia.

"La dotación prevista de 80 millones, en materia de recursos humanos es insuficiente al no alcanzar ni la mitad del déficit de recursos estimados en 2020.  Además, la situación crítica actual de la Atención Primaria madrileña no permite la progresividad a largo plazo (3 años) que se anuncia. El Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria fija el año 2022, como límite para adecuar las plantillas a las necesidades asistenciales de la población". Así valoraba CSIT el anuncio realizado por Ayuso durante el Debate sobre el Estado de la Región.

Lamentablemente, ya con anterioridad a la pandemia, la Atención Primaria regional venía registrando un déficit de profesionales estimado entre un 20-25% para poder atender adecuadamente las necesidades de salud de los madrileños y equipararnos a la media de las comunidades autónomas.  Este déficit que sufre la AP desde hace años, ha aflorado y se ha hecho más visible con la crisis sanitaria: en la actualidad, la mayoría de los 163 consultorios y 266 centros de salud de la Comunidad se encuentran desbordados y colapsados: algunos han tenido que cerrar derivando sus pacientes a otros centros, otros han restringido el horario y los Servicios de Urgencias de Atención Primaria permanecen cerrados desde hace meses.

CSIT UNIÓN PROFESIONAL ha reiterado su exigencia de un verdadero plan de inversión que apueste por una financiación adecuada de la Atención Primaria madrileña.  De acuerdo con el Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria (Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, 10 de abril de 2019) elaborado por la propia CM, debería consolidar una política presupuestaria y de recursos humanos incrementando los presupuestos asignados a Primaria y pasar desde el 11,4% a un mínimo del 20% del gasto sanitario total a medio plazo.  Por las cantidades de gasto anunciadas, este objetivo queda muy lejos.

La Comunidad de Madrid ocupa el penúltimo lugar de las CCAA en cuanto gasto sanitario por habitante y el último lugar en gasto sanitario público dedicado a la Atención Primaria con este 11,4% del gasto sanitario total, según datos de 2018. Esta desinversión y abandono se traduce en saturación y colapso y unas condiciones laborales y profesionales inadmisibles, motivo por el que los profesionales prefieren no trabajar en este nivel asistencial.

Los profesionales de la Atención Primaria madrileña aseguran estar cansados de promesas y anuncios incumplidos o improvisados y exigen soluciones de forma urgente y no a largo plazo. Esta situación caótica de la AP no es una consecuencia exclusiva de la pandemia: el origen es el deterioro y abandono al que la han sometido durante años. La pandemia solo lo ha hecho más evidente.

Ante la gestión deficiente y a la alarmante falta de planificación, desde CSIT UNIÓN PROFESIONAL llevamos años advirtiendo de lo que podría ocurrir si no se dotaba suficientemente la Primaria. Por eso ahora recordamos que tanto las modificaciones organizativas como retributivas y de condiciones laborales del personal de Atención Primaria, han de plantearse en el foro legalmente establecido para ello, que no es otro que la Mesa Sectorial de Sanidad. En ella, venimos advirtiendo desde hace años que la AP madrileña necesita un cambio profundo para el que se han de tener en cuenta los criterios de los profesionales, representados a través de las organizaciones sindicales que, como CSIT UNIÓN PROFESIONAL, venimos realizando propuestas organizativas de mejora que no se han desarrollado a pesar de estar basadas en experiencias previas y factibles.