19
Mar
2019
Publican el nuevo Protocolo contra agresiones a médicos de la Comunidad Imprimir
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Este fin de semana se han producido agresiones en Móstoles y en El Escorial

En los últimos años, las agresiones a profesionales sanitarios (especialmente a los de Enfermería) no hacían más que crecer. En diciembre, la Comisión de Seguimiento de situaciones conflictivas, de la que forma parte SATSE Madrid, finalizó sus trabajos y dio por terminado un nuevo Protocolo antiagresiones. A pesar de su importancia, el Gobierno retrasaba continuamente su publicación y, por lo tanto, su puesta en marcha.

SATSE Madrid considera que las agresiones a profesionales sanitarios, casi 2.000 en 2017 (último año con datos oficiales), eran lo suficientemente altas como para disponer de una herramienta que no sólo cuantificase sino que sirviera, principalmente, para la prevención y rehabilitación de los profesionales agredidos que se sentían, en numerosas ocasiones, abandonados por la Administración una vez habían denunciado la agresión.

El trabajo desarrollado por la Comisión consistió principalmente en actualizar y mejorar el anterior protocolo que adolecía de numerosas carencias. La herramienta de registro de agresiones de la comunidad de Madrid (REMAC), que es fundamental para hacer una buena radiografía de la realidad y poder adoptar las medidas de protección de los profesionales sanitarios, tenía muchas carencias, ya que, por ejemplo no recogía el sexo del profesional sanitario agredido que, en opinión de Verónica Díaz, responsable de Salud Laboral de SATSE Madrid, “es esencial si se quieren abordar políticas de prevención ya la perspectiva de género es prioritario en el abordaje de la violencia en el trabajo”.

SATSE Madrid hace días que puso en marcha su propia campaña de sensibilización, basada en lo ahora recogido por el BOCM. Como el Gobierno regional no actuaba y llevaba meses con el protocolo ‘secuestrado’, desde el Sindicato se quiso informar a los profesionales sanitarios agredidos de los pasos que tenía que seguir para que la denuncia fuese notificada y su demanda atendida.

La realidad, explican desde SATSE Madrid, es que las agresiones denunciadas son la punta del iceberg ya que “hay que romper con el tabú a la hora de notificar las agresiones, por un lado, el personal siente mezcla de vergüenza y rabia al pensar que, tal vez, parte de la culpa sea suya y, por otro, porque las organizaciones fomentan poco o nada, la declaración de agresiones a su personal, especialmente las verbales,…No quieren que desde el exterior se piense que ‘no cuidan a sus trabajadores’”, finaliza Verónica Díaz Sánchez.

Miedo. Es lo que sienten muchos profesionales sanitarios cuando acuden a trabajar en los Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP). Muchos se encuentran aislados, en poblaciones que no cuentan con fuerzas de Seguridad del Estado y sin medios para poder comunicarse de forma inmediata con ellos. Además, explican desde SATSE Madrid, muchos SUAP carecen de los profesionales sanitarios necesarios por lo que es habitual que un único profesional esté sólo en el equipo y, por lo tanto, muy expuesto a sufrir una agresión violenta.

El último suceso, ocurrido en el SUAP situado en Móstoles ha sido especialmente grave ya que, según relatan los propios profesionales del centro “a las 00:40h inesperadamente ha entrado un individuo con un cuchillo en la mano intentando agredir al personal sanitario o a quien se encontrara. El enfermero y la celadora se han tenido que encerrar en la sala de estar, parapetándose tras la puerta, mientras el agresor apuñalaba la puerta. Y mientras uno llamaba a la Policía, la celadora me llamaba a mi móvil para que me encerrara yo en la consulta con el paciente que estaba viendo, y no saliéramos, mientras oíamos al agresor gritar en la sala de espera”.

La profesional sigue relatando que “la Policía ha venido muy rápido, han tenido que reducirle con escudos. Llevaba un cuchillo de cocina atado a la mano y al reducirle se ha cortado por lo que luego hemos tenido que curarle. Menos mal que la sala de espera estaba vacía en ese momento. Yo estaba viendo al último paciente de esa tanda. Si llega a venir un poco antes la sala estaba llena, con niños incluidos”.

Este episodio violento junto con otro que ha tenido lugar El Escorial (amenazas e insultos) han puesto en el foco la falta de seguridad de muchos equipos de Urgencias en Primaria. “Carecen de las mínimas medidas de seguridad. Algunos no tienen botón antipánico (dispositivo para avisar a las fuerzas de Seguridad del Estado) o cuando lo tienen no funciona por falta de mantenimiento y, además, la carencia de profesionales hace que, en ocasiones, tengan que pasar consulta sin el apoyo de otros compañeros”, explica Jesús Valeriano, portavoz de SATSE Madrid en SUMMA 112.

Por tal motivo, desde SATSE Madrid se insta a la Consejería de Sanidad a la contratación de personal de Seguridad en aquellos centros donde los profesionales sanitarios lo reclamen y la reiteración de agresiones lo aconsejen (los denominados centros calientes), la instalación de botones antipánico en todos los centros de Urgencias de Primaria (y el mantenimiento periódico de éstos), así como todas las medidas disuasorias que los profesionales demanden tanto para garantizar su seguridad como la de los usuarios que acuden a estos centros en demanda de asistencia sanitaria.

“Creemos necesario que se aplique el Protocolo Antiagresiones aprobado recientemente y en el que se recoge, como medida de seguridad, la contratación de Vigilantes de Seguridad, así como la dotación de más profesionales para evitar que se quede uno sólo cuando el otro acuden a un aviso urgente ya que son estas ocasiones cuando el riesgo de sufrir una agresión se incrementa exponencialmente”, explica Jesús Valeriano, que recuerda que la Administración madrileña tiene la obligación de velar por la seguridad de sus profesionales y en estos casos “está haciendo una dejación manifiesta”.