El padre, de origen iraquí, no dominaba el castellano, por lo que su hija intentó hacer el examen por él

En el marco de los distintos dispositivos desarrollados por la Guardia Civil de Tráfico, y dentro de los diversos controles y verificaciones, que se realizan en el Centro de exámenes de la Jefatura Provincial de Tráfico de Madrid, en estrecha colaboración con los funcionarios de dicho organismo, han resultado detenidas dos personas por su presunta implicación en un delito de “Falsedad Documental”.

Desde el pasado día 24 de septiembre de 2012 todas las pruebas teóricas en la Jefatura Provincial de Tráfico de Madrid se realizan de forma telemática, es decir, que los convocados ocupan el puesto informático asignado.

Para realizar la prueba, los convocados tienen que introducir su número de documento de identidad, para acceder a la aplicación que es personalizada e individualizada.

La menor, de 17 años de edad, junto con su padre H.A.A.A., de 43 años de edad, ambos de nacionalidad iraquí y con residencia en España, estaban convocados en el mismo turno para realizar la prueba de control de conocimientos común para la expedición del permiso de conducción de la clase B.

Ambos accedieron al aula previa exhibición de sus respectivos documentos oficiales de identidad. Una vez ocupado su puesto informático, comenzaron la prueba, pero la menor la inició cumplimentando el documento de identidad de su padre, y H.A.A.A., con el documento de identidad  de su hija.

Durante el transcurso de la prueba, uno de los funcionarios detectó que los datos del documento de identidad situado en la mesa de la hija no coincidían con los que figuraban en pantalla, por lo que se procedió a dar aviso a la Guardia Civil de Tráfico que, tras la verificación de los hechos, procedían a la detención de estas dos personas.

Las investigaciones posteriores permitieron a los Agentes comprobar que el padre, a pesar de llevar más de doce años residiendo en nuestro país, tiene dificultades para entender el castellano, razón por la cual la menor habría intentado realizar la prueba teórica en su lugar. De haberse consumado el hecho, la menor habría aprobado el examen en lugar de su progenitor, pudiendo utilizar ésta una segunda convocatoria para superar su prueba, sin tener que renovar ni abonar nuevamente tasas.