31
Mar
2018
Viento de Jueves Santo Imprimir
Punto D Vista - Otra mirada
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Jesús Hernández Gallardo

Si atendemos la Historia Sagrada, la vida, pasión y muerte de Ntro. Sr. Jesucristo comprendemos la complejidad de este día para Él, porque se desarrollaron los actos más agresivos contra su persona, la más salvaje agresión que ha conocido el mundo, la que recibió por manos humanas nuestro Maestro Jesús. Ese fue mi pensamiento, esa idea me acompañó todo el recorrido de la procesión, por ese largo camino emulando, en la medida de lo posible, y siempre de manera simbólica, todo ese sufrimiento.

El viento del Jueves Santo determinó las condiciones de la procesión, todo volaba mucho más de la cuenta, entorpecía el camino de la Virgen a hombros de anderos de la Vera Cruz, ejercía una resistencia en nuestro avance por las calles de Torrejón. El manto de la Virgen se ahuecaba y hacía gastar a los anderos una fuerza extra, mayor de la habitual, pero es Semana Santa y entendemos que es tiempo de pasión y penitencia.

Las fuerzas de los anderos se van desgastando y la larga procesión del Jueves Santo nos va humanizando, haciendo comprender las limitaciones que tenemos. A pesar de ello, aparecen los gestos de compañerismo de unos con otros, haciendo sobre la marcha diferentes variaciones que nos puedan suavizar la resistencia y complejidad de las inclemencias atmosféricas. Soportamos los envites y vamos llegando a la Plaza Mayor, algo más doloridos de la cuenta, pero sabiéndonos cumplidores en el esfuerzo y en la alabanza a la Virgen y a Cristo.

Los niños anderos entraron a la Iglesia alzando el paso de la Última Cena, dando una imagen de belleza en cada uno de sus movimientos, un verdadero ejemplo para todo aquel que se congregó en las inmediaciones de la Iglesia de San Juan Evangelista. Una vez dentro, nos tocó a nosotros, los anderos de la Virgen de la Soledad, que buscando las pocas fuerzas que nos iban quedando tras el recorrido, entramos de nuevo alzando a la Virgen y dándole el homenaje que siempre merece, atendiendo al sufrimiento de la muerte de su Hijo, ya próxima en la secuencia de Semana Santa.

Una impresión que se nos hizo patente a todos los anderos fue la gran afluencia de personas que se volcaron con nosotros en la procesión, que nos alentaban en el recorrido y que, a la entrada a la Iglesia, nos aportaron ánimos para superar los malos momentos que presenta el cansancio. Volvemos a agradecer esos gestos de cariño y complicidad con todos nosotros y manifestamos que es una buena forma de celebración conjunta de la pasión y muerte de nuestro Maestro.

 

Jesús Hernández Gallardo

Funcionario del Estado

Torrejón de Ardoz