Según el Ayuntamiento, más de ocho mil peregrinos han pasado por la localidad desde que se recuperó en 2010

El Ayuntamiento de Morata de Tajuña ha presentado la nueva señalización del Camino Santiaguista de Uclés, que atraviesa la localidad. En total son 12 mojones y 14 azulejos que jalonan los 13 kilómetros de la ruta que une Madrid con el monasterio de conquense y por la que ya han pasado 8.000 peregrinos desde su redescubrimiento en el año 2010.

Desde ahora, los peregrinos que pasen por Morata lo harán de una forma más intuitiva. Será gracias a la colocación de una nueva señalética que se une a las más de 10.000 indicaciones repartidas a lo largo de los 144 kilómetros del camino. El objetivo es poner en valor una ruta con un crecimiento imparable.

Desde que fue recuperado hace ocho años, cerca de 8.000 peregrinos han “redescubierto” este camino santiaguista. Cifras que aumentan cada año. Y es que, si en 2016 fueron más de 1.000 los peregrinos que llegaron a Morata por esta vía, en lo que va de año, ya hay más de 2.600 que han hecho oficialmente el camino.

Canadienses o ecuatoguineanos son sólo dos de las 55 nacionalidades de estos peregrinos que buscan en el Camino de Uclés un trazado en el que el patrimonio natural y cultural van de la mano. Una peregrinación que genera riqueza al municipio y que pone en valor los Museos de la Molinería y de la Batalla del Jarama o la iglesia parroquial, que reciben entre sus visitantes a muchos de estos peregrinos.

“Un recurso turístico de gran importancia”, como destaca el concejal de Turismo, David Loriente, que “hunde sus raíces nueve siglos atrás en nuestra localidad, en una Historia que ahora hemos recuperado”, y que se remonta al año 1174, cuando el rey de Castilla, Alfonso VIII, encargó a los caballeros de la Orden de Santiago la protección de un camino que conectase con Santiago a través de los vestigios que dejó el apóstol.

Un camino a través de Madrid y Cuenca en el que, como indica su alma máter, Manuel Rossi, “prima la seguridad del peregrino gracias a un trazado en el que no hay vehículos a motor y que además es accesible para discapacitados en un 70%”.

13 kilómetros por Morata, guiados por la cruz roja de Santiago, en los que se pueden ver unas impresionantes vistas de la capital mientras se pasea entre las trincheras de la Batalla del Jarama o se disfruta de las vistas y olores de la vega.