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07
Sep
2019
115.000 personas pasaron por los Veranos de la Villa de Madrid PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por Ayuntamiento de MadridSon cinco mil más que el año pasado

Veranos de la Villa ha clausurado su edición 2019 con 115.000 espectadores, 5.000 más que en 2018. Del 28 de junio al 1 de septiembre, el festival municipal ha desplegado 35 escenarios en los 21 distritos de la ciudad con una programación intergeneracional y accesible. Este año se han incrementado en más de un 50% el número de eventos con medidas de inclusión para personas con discapacidad.

De las 41 citas artísticas programadas, 16 han tenido carácter internacional, procedentes de países como Argentina, Cuba, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Italia, Japón, Portugal, Túnez y Sudáfrica.

El festival ha vuelto a apostar por la descentralización, por la multiplicidad de lenguajes para llegar a todos y por invitar al público a descubrir nuevos espacios en la ciudad. El 90% de las actividades programadas han sido de acceso libre y las de pago han tenido un precio máximo de 15 euros.

En cuanto a la repercusión en los medios de comunicación, según datos de Acceso, el volumen de noticias del festival asciende a 344 impactos, con una audiencia de 96.788.867 y una valoración económica de 2.329.643, 66 euros (indicador que valora la información en términos económicos, basándose en la tarifa publicitaria en función del espacio o tiempo de cada noticia).

Quince producciones propias

Veranos de la Villa 2019 ha contado con quince producciones propias. Con Un verano entero, proyecto comisariado por el colectivo Bwelke, se inauguró el festival el pasado 28 de junio en el Parque de la Cuña Verde de Latina. Le siguieron el flamenco intergeneracional de Las edades del flamenco, con artistas como María Terremoto, Paco del Pozo, Pepe Habichuela o Carrete de Málaga; los deportes urbanos y el hip hop de Block Party (Skateboard + Locoplaya), la moda de María Ke Fisherman, que vistió con su colección de primavera verano el Puente de Toledo; las dos sesiones de karaoke al aire libre de Vivir en videoclip, tú, yo, ‘nosotris’ y un karaoke; las dos Peleas Villanas, que unieron antropología y rap en los barrios del Pilar y Villaverde; la jornada de Djs en la la piscina municipal con la actividad Madrid suena; o el espectáculo Imaginé 5 cuerpos y ninguno era el mío, de la coreógrafa Janet Novás y el estudio de moda Zap&Buj.

Además, el festival invitó a Pisar la luna con Xoel López, a redescubrir la zarzuela de la mano de Rodrigo Cuevas y a pasar una noche Al raso en familia. También fueron de producción propia Verbena animal, Canturreos mañaneros, canturreos veraniegos, Calistenia / Street Workout y Anochecer en el parque, el espectáculo de clausura que el pasado domingo, 1 de septiembre, llenó el cielo de Madrid de música y fuegos artificiales.

Grandes artistas internacionales

De las 41 citas artísticas, 16 han sido internacionales. El festival ha traído a Madrid una selección de música, teatro, danza y circo, proveniente de Argentina, Cuba, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Italia, Japón, Portugal, Túnez y Sudáfrica, entre otros países. Parques, teatros y auditorios al aire libre se han llenado con las voces de Katia Guerreiro, Roberta Invernizzi, Kadhja Bonet o Joan as Police Woman. El cantante Kevin Johansen presentó sus grandes éxitos en el Patio Central de Conde Duque, mientras que los ritmos cubanos de Cimafunk y la Orquesta Akokán invitaron al baile en el distrito de Puente de Vallecas.

En colaboración con el Fernán Gómez – Centro Cultural de la Villa, llegó a los Jardines del Descubrimiento la electrónica de vanguardia de Chancha Vía Circuito, Batuk, Deena Abdelwahed y Titi Calor.

Electro-Queer, con Lotik, Faka y DJ Haram, celebró el Orgullo LGTB en la Plaza Matadero, donde unas semanas después dos leyendas vivas de la música, Tony Allen y Jeff Mills, ofrecieron un concierto multitudinario que convocó a miles de personas. Kronos Quartet, que ha pisado los mejores auditorios de los cinco continentes, participó en Veranos de la Villa con un recital de música clásica contemporánea en el Parque Pinar del Rey de Hortaleza. La banda Low presentó su último disco, Double Negative, ante una audiencia entregada, que disfrutó de las armonías vocales de Mimi Parker y Alan Sparhawk.

En Naves Matadero, el coreógrafo japonés Hiroaki Umeda sumergió al público en una experiencia sensorial desconocida con su danza hipnótica. También en las Naves, el director y escenógrafo francés Philippe Quesne estrenó en España la obra teatral La nuit des taupes. En el capítulo de circo, la compañía francesa Cirque Rouages presentó Sodade en el Parque Agustín Rodríguez Sahagún y Cirque La Compagnie mostró su primer espectáculo colectivo, L’avis bidon, en el Parque de la Cuña Verde de Vicálvaro.

Cine, baile en la calle y algo inesperado

También en el marco del festival el director Jonás Trueba preestrenó La virgen de agosto, su quinta película, en el Jardín de las Vistillas; Arcángel deleitó con su Abecedario flamenco; Cheeto’s Magazine, Derby Motoreta y Burrito Cachimba se reunieron en Cuando el río suena; Israel Fernández y Diego del Morao pusieron al público en pie con su arte flamenco; y la compañía de circo Pistacatro se unió a la Banda Sinfónica Municipal de Madrid en Orquesta de malabares.

La banda madrileña Morgan fue la protagonista de un concierto sorpresa en Algo inesperado, celebrado en el Parque Quinta de los Molinos. En la Plaza Isabel II miles de personas se congregaron un sábado de agosto para Bailar en la calle. La música clásica de Cuarteto Quiroga (Premio Nacional de Música 2018) inundó el auditorio al aire libre del Parque El Paraíso, mientras que Al Ayre Español llenó de música barroca el pórtico de la entrada  principal del Cementerio de la Almudena, en un programa realizado en colaboración de la Empresa Municipal de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid.

Más inclusivo

El festival ha aumentado en más de un 50% el número de actividades con medidas de accesibilidad de contenidos, pasando de siete en 2018 a 18 en 2019. Todos los espacios han sido accesibles para personas en silla de ruedas y se ha contado con bucle magnético y mochilas vibratorias, interpretación en Lengua de Signos Española (LSE), sonido amplificado para personas con discapacidad auditiva, cuentos accesibles en braille y en LSE y audiodescripciones y paseos escénicos para personas con discapacidad intelectual y visual.

Como novedad, en esta edición han participado en los itinerarios urbanos de educación ambiental intérpretes en LSE y los asistentes han podido resolver todas sus dudas sobre el servicio de recogida selectiva de residuos orgánicos en distintos puntos informativos.

 

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