El alcalde renuncia, por primera vez en la historia, a presidir el Pleno Municipal

Tras la primera reunión de la Junta de Gobierno, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, ha anunciado su decisión de ceder la presidencia del Pleno del Ayuntamiento de la capital porque, tal como él mismo ha señalado “prefiero estar, aun siendo alcalde, junto con los portavoces de los grupos municipales, debatiendo con ellos y por tanto no siendo juez y parte”. Esta función será asumida por Borja Fanjul Fernández-Pita concejal del grupo municipal popular.

En la rueda de prensa, además del alcalde, también ha estado presente la vicealcaldesa, Begoña Villacís, quien ha mostrado su ilusión por esta nueva etapa y las inmensas ganas de trabajar de todo el equipo con lealtad hacia los madrileños. Además, ha mencionado alguna de las líneas de trabajo que se van a desarrollar desde la vicealcaldía que ella preside, destacando que siempre será un trabajo con proyectos muy interesantes y que perseguirá que Madrid sea un buen sitio para vivir y que además sea reconocida internacionalmente.

Por su parte, la portavoz del gobierno municipal, Inmaculada Sanz Otero, que también ha estado presente en la rueda de prensa, ha anunciado el primer acuerdo formal adoptado por la Junta correspondiente a la constitución de la propia Junta, así como el día y horario de celebración de las sesiones ordinarias, que se realizarán los jueves a las 9.00 horas. Como novedad, la portavoz ha anunciado que en ocasiones la Junta de Gobierno se desarrollará en distintos distritos de la ciudad para, tal como ella misma ha destacado, “poder acercarnos a la realidad de los barrios y poder llevar allí los acuerdos que en cada momento tengan prioridad de esos distritos”.

Inmaculada Sanz ha recordado además que el pasado sábado 15 de junio se aprobaron los decretos de competencias de las áreas y ha puesto en valor que la reestructuración de las mismas supondrá una reducción de gasto para los madrileños. En este sentido, ha destacado que se reduce un área respecto a las que había anteriormente, pese a ser gobierno de coalición, y deja de existir la gerencia de la ciudad, insistiendo en este punto en la reducción de gasto que esta reorganización supone para los madrileños.