Los gemelos y Desi, eufóricos, y Miriam e Igor, hundidos

“Algunos dirán que esto lo hago por la audiencia… ¡Pues claro!”. Así de contundente se mostraba Mercedes Milá hace una semana después de protagonizar el streptease más curioso de la edición (y en una noche en que La Biblia hundió al programa), frase que contrastaba muchísimo con aquel “Esto no es un programa de morbo” de la primera edición. Y es que anoche se saltaron todos los límites en la gala de Gran Hermano. El programa renunció a su seña de identidad con tal de arañar unas décimas de share en una noche muy difícil, y en la que el programa se jugaba su futuro.

Habrá que esperar a las audiencias de mañana, pero todo apunta a que este nuevo giro de tuerca les ha salido muy bien. Si olvidamos que esto es Gran Hermano, es decir, un concurso en el que los concursantes conviven durante noventa días, completamente aislados, y se nominan entre ellos para que la audiencia expulse, el espectáculo televisivo fue de diez, aunque decayó bastante con la entrevista.

Ainara pidiendo a Igor que se alejase de Miriam, la madre de Miriam diciéndole a su hija que la boda sigue en pie (el propio Mike lo desmentía en Twitter), la madre de Susana pidiéndole que se acerque a Argi y se aleje del Montoya, el hermano de Sonia diciendo a la canaria que siga jugando con Kristian, pero que no pase a mayores, el hermano de los Gemelos pidiéndoles que no insulten a nadie, la madre de Kristian recomendándole que los estallidos los suelte en el gimnasio, y no contra sus compañeras, son momentos que, salvo por el hecho de destrozar la esencia del programa, tienen una enorme fuerza televisiva.

Y además, tienen la capacidad de hacer volar por los aires la casa. Si los concursantes hacen caso de todo lo que han oído, las carpetas están más que cerradas, salvo, tal vez, la de Sonia y Kristian, aunque en los mismos (castos) términos que hasta ahora. Así, volvemos a empezar de cero el juego. Ya no se pueden dar por hechos los dos grupos formados (y uno de los cuales iba a nominar a Sonia, motivo del cambio de nominaciones), y la convivencia vuelve a comenzar (tal vez, por última vez).

Por si fuera poco destrozar la convivencia, los familiares tenían otra misión en la gala: nominar, y no tuvieron la menor duda en hacerlo: Igor, Miriam y Gonzalo (Carlos es arrastrado a la nominación) son los candidatos a marcharse en el próximo programa (nótese que no digo Lunes, porque aún no está claro cuando se emitirá la gala). Igor y Miriam, castigados por su tonteo, y Gonzalo, candidato por un durísimo comentario que pasó desapercibido el pasado jueves y que merece la expulsión directa (por no decir otra cosa): durante la discusión sobre Andalucía y el País Vasco, el Montoya no dudó en decirle a Argi “si estuviéramos fuera te reventaría la cara”. Insisto en ello, el comentario no es ni admisible, ni aceptable en ninguna esfera de la vida, pero mucho menos en televisión, y debería tener consecuencias.

Así las cosas, todo parece indicar que Miriam tiene un pie en la calle, aunque por supuesto, tendrá mucho que ver la evolución de los acontecimientos durante esta semana. Los que no se van, ni por asomo, son los Gemelos Montoya, que ya saben de la existencia de la plataforma gemelista, y hasta que han conseguido ser Trending Topic.

Esto generaba una euforia en los chicos que se tornaba en sentimientos encontrados tras conocer su nominación: Carlos, se mostraba encantado tras saberse ganador del premio (como todo apuntaba es un viaje al exterior que supondrá no ser nominable en, al menos, dos rondas), al arrebatárselo a Kristian. Sin embargo, el Pelocho todavía puede hacerse con el premio, ya que Carlos no tiene pasaporte en vigor. La decisión de las chicas del loft de subir a Igor al tercer puesto tal vez obligue a un cambio de planes, cambio de planes que puede resolverse si el expulsado es el vasco la próxima semana (mañana hablaré de un interesantísimo comentario de Kristian que podría explicar la actitud del programa con él).

Gonzalo, por su parte, montaba en cólera contra el programa por cambiarle el juego en medio de la partida: “como voy a hacer estrategias, si luego deciden los familiares”, gritaba mientras soltaba sapos y culebras por la boca.

Y si los gemelos tuvieron una reacción desigual, la pareja de edredón se sintió hundida tras la nominación: Igor y Miriam no entendían ni los aplausos ni la nominación, e insistían en que no había pasado nada entre ellos. Y de los llantos, a las risas: Desi y Argi eran las más contentas con el resultado de las nominaciones, ya que suponen que, de momento, se quedan en la casa, al igual que las dos nuevas habitantes, Yessica y Anabel, que ya están en la casa de Gran Hermano.

Y poco más que comentar. La gala, con una estructura típica de las galas de las sorpresas (aunque con un presupuesto muchísimo más limitado), ofreció un espectáculo  interesante, aunque destroce por completo la esencia del concurso. Y para terminar, una buena noticia. Ayer decía que del resultado del mes dependía la  continuidad inmediata del concurso, pues bien, tanto Telecinco como Antena 3 pueden presumir de haber ganado el mes, ya que, por primera vez en la historia de las audiencias, las dos cadenas empataron en las décimas, resolviéndose la partida del lado de Telecinco por centésimas.

Nominaciones

Ainara (mujer de Igor)                    Miriam                        Gemelos

Rocío (amiga de Desi)                      Igor                Gemelos

Mariangeles (madre de Kristian)        Miriam                        Gemelos

Julia (madre de Miriam)                      Igor                Gemelos

Julen (hermano de Argi)                     Miriam                        Gemelos

Maria José (madre de Susana)           Miriam                        Gemelos

Cesar (hermano de Sonia)                  Igor                Gemelos

Fernando (hermano de los Montoya)            Igor                Miriam

Dolo (madre de Raky)                         Igor                Gemelos

Rocío (madre de Adrián)                     Igor                Miriam