14
Mar
2021
Madrid puede tener dos Presidentes simultáneos si los jueces no lo impiden Imprimir
Lente de Aumento - Análisis
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Foto cedida por CAMLa “doble legitimidad” puede provocar una crisis institucional que obligue a intervenir al Estado

Parece que la Comunidad ha querido homenajear el centenario de Berlanga convirtiendo en realidad un argumento que parece sacado de una de sus películas, y es que, si los políticos no dan marcha atrás, y los jueces tardan en decidirse, la Comunidad está abocada a tener dos Presidentes, probablemente, de signo contrario, elaborando sus propios decretos y publicando su propio BOCM, con medidas contradictorias, pero de obligado cumplimiento para los ciudadanos.

Esto, que técnicamente se llama “doble legitimidad”, es lo que intenta evitar a toda prisa la justicia, por lo que han decidido acelerar los trámites de resolución habilitando como días hábiles los de este fin de semana para resolver el primer recurso de lo que se antoja un largo y tortuoso proceso judicial.

Y es que, si el Alto Tribunal madrileño valida que la Asamblea sigue en funcionamiento, ésta reactivará de forma automática el proceso de moción de censura, continuando con el plazo de 48 horas para presentar mociones alternativas, antes de fijar una fecha para la votación de la moción.

Pero en paralelo, el Gobierno regional puede no darse por enterado, planteando un recurso, bien al propio TSJM, o bien al Constitucional, que intente frenar la paralización de las elecciones, que, tras la decisión del Alto Tribunal, quedarían en suspenso, pero no suspendidas, esto es, los plazos continuarían corriendo hasta la resolución firme. Y mientras eso ocurre, la votación de la censura seguiría adelante, por lo que, si gana cualquiera de las ya presentadas o de las que pudieran presentarse, habría un nuevo Presidente de la Comunidad de Madrid.

Y entonces es cuando la situación se vuelve diabólica: ese Presidente tomaría posesión del cargo, haría sus nombramientos y publicaría su propia versión del BOCM; mientras que el otro Presidente también haría lo propio. Así los madrileños se encontrarían con dos versiones del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, y con decretos contradictorios de obligado cumplimiento.

Ante semejante lío jurídico, y para evitar la “doble legitimidad”, tendría que ser el Gobierno central el que interviniese la Comunidad hasta que los tribunales se pronunciasen de forma definitiva.

En el caso de que la justicia no acepte, este mismo domingo, las cautelarísimas pedidas por la Asamblea, habrá que esperar otros quince días para que el Tribunal se pronuncie sobre el fondo del asunto, un tiempo durante el que, siguiendo los criterios de prudencia jurídica, la lógica impondría que no se reanudasen las sesiones.

Pero lo que sí que correría sería el calendario electoral, con la fecha límite del 4 de mayo en el horizonte, y con los partidos buscando candidatos y preparándose para la contienda. En esta situación, si el Alto Tribunal da la razón a la Asamblea se reanudaría el proceso de la moción, que, ahora sí, coincidiría abiertamente con una campaña electoral que seguiría adelante hasta que la sentencia, del TSJM o del Constitucional, fuera firme.

Si el Tribunal da la razón a Ayuso, la Asamblea seguiría paralizada, a expensas de que el Constitucional les diese la razón dentro de, aproximadamente, un mes; mientras todos los esfuerzos de los políticos se centrarían en la campaña.

Y si esa decisión del Constitucional apoyase la moción de censura, esta debería votarse justo en la semana de las elecciones, unas elecciones paralizadas in extremis por los jueces. Si, por el contrario, el Constitucional diese la razón a Ayuso, se viviría una situación casi calcada a la vivida en Cataluña en febrero, con los jueces autorizando las elecciones justo antes del inicio de la campaña.