Cristina Pedroche homenajeó a ACNUR con un vestido que dejaba ver su tripa

Desde hace unos cuantos años la noche de las Campanadas ha dejado de ser la de las anécdotas televisivas para convertirse en una auténtica pasarela de moda, y en las de este 2023 la tendencia se ha intensificado.

Así junto a los vestidos más clásicos como el de Ana Obregón en TVE, Cristina Pardo en La Sexta o Anne Igartiburu en las Campanadas de Ibai, hicieron su aparición los "reveals" puestos de moda por Cristina Pedroche.

De tal forma Mariló Montero y Risto Mejide se quitaron la capa y el mono con el que habían destruido seis esculturas de hielo en Torrejón, para mostrar sus trajes de gala; mientras que Lorenzo Caprile y Silvia Jato hacían lo mismo en Telemadrid.

Y hablando de capas, la tradicional prenda castellana se convertía también en una de las protagonistas de la noche al lucirla tanto Risto Mejide como Lorenzo Caprile y, por supuesto, Ramón García.

Pero el reveal más esperado, como lleva ocurriendo desde hace nueve años, fue el de Cristina Pedroche que se despojó de un traje realizado con una tienda de campaña de refugiados para mostrar otro en el que una paloma de la paz era protagonista.

Como cada año, las campanadas representan un momento para comenzar el año con nuevos deseos y nuevas oportunidades. Sin embargo, para muchas familias en el mundo esto no va a ser posible. En la actualidad, más de 100 millones de hombres, mujeres y niños se han visto forzados a abandonar sus hogares para escapar de la guerra, conflictos y persecuciones.

De esta manera, y con el objetivo de ofrecer visibilidad a estas familias y personas, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, de la mano de su comité nacional en España, el Comité español de ACNUR, se convierte en protagonista para las campanadas de 2023. Con ello, plasma la realidad de estas personas junto con sus deseos para el próximo año. Y qué mejor manera de hacerlo que a través de la moda en uno de los momentos más esperados de la televisión.

Por octava vez consecutiva, la idea original junto con la dirección creativa del estilismo más viral del año corre a cargo de Josie, el creador del vestido que luce cada año Cristina Pedroche. Josie ha contado con la ayuda de sus amigos, el diseñador Íñigo Garaizabal y el escultor Jacinto de Manuel para el diseño de este proyecto.

El director creativo explica en palabras textuales cómo surgió está idea y por qué ha elegido las campanadas de este 2023 como momento idóneo para la difusión de este mensaje: "La humanidad ha vivido duros momentos en 2022 que yo he sentido como caóticos y quise reflejarlos en este estilismo que cada año preparo como un epílogo de lo que he visto en la moda de ese año o las ideas personales que simplemente me golpean la cabeza. Por eso planteé una alegoría del caos (por fuera) y el orden (por dentro), la guerra y la paz. Las víctimas que huyen de estos conflictos son homenajeadas en este estilismo que sirve para plasmar gráficamente sus deseos para este 2023 que ojalá sea mejor para el mundo. Esa capa cargada de energía humana, da paso a un solo deseo que extiendo a toda la humanidad y que viene representado por la paloma de la paz, obra de Jacinto de Manuel; con quien ya colaboré en las campanadas de 2020".

El resultado de esta idea es una prenda cargada de simbología y de "energía humana" a lo que Josie define como una especie de "muro de Berlín textil". Inspirado en los trabajos de Charles Frederic Worth con las crinolinas y en el mensaje del potente reciclaje del legado de Miguel Adrover: "Siempre me inspira este genio español, pero esta vez ha sido determinante su colección primavera 2003, que tras 20 años ha vuelto a mí para poder rematar todo el estilismo de estas campanadas”.

El diseño está compuesto por tres piezas. Una capa, una falda, y una pieza interior de arte figurativo. La famosa pieza de confección se trata de un abrigo de tres paneles desmontables confeccionado al bies y en patchwork con piezas de tela provenientes de las tiendas de campaña que ACNUR ofrece como refugio en diferentes lugares del mundo. La tienda utilizada para este diseño es la estándar utilizada en los campos de refugiados por ACNUR, adecuada para una familia de 5 personas, diseñada por especialistas en refugios, para climas cálidos y templados y con un espacio adicional para climas fríos.

La conversión de la tienda de campaña es una capa de seis metros cuadrados que cuenta con un esqueleto interno de ballenas aportando un amorfo e interesante volumen en forma de globo terráqueo que se cierra con ojales de acero y un cordón de algodón reciclado.

Su complicado patronaje ha corrido a cargo de Íñigo Garaizabal, un joven diseñador que en palabras de Josie describe como "el diseñador más interesante del panorama emergente gracias a su talento, siendo un lujo poder contar con él para estas campanadas porque le auguro el más brillante de los futuros".

De Garaizabal Studio también es la falda espiral de tul de seda que en el interior acompaña a la paloma de la paz creada por el escultor Jacinto de Manuel, una pieza realizada en pasta de papel reciclado con periódicos del año pasado y esmaltada posteriormente en color blanco. De este modo las malas noticias se convierten en una paloma de la paz cuyas alas ascendentes abrazan a la presentadora y en cuyo pico lleva una rama de olivo de bronce dorado. El artista se ha encargado también de pintar los antebrazos de la presentadora de blanco como símbolo de la paz, representado el rechazo hacia la violencia y suponiendo el primer body painting que se ha realizado para las campanadas de Antena 3.

El abrigo está customizado por más de 75 personas refugiadas provenientes de diez países diferentes con conflictos políticos, sociales o bélicos,  que se han visto obligadas a huir a causa de la guerra, la violencia y la persecución, convirtiéndose en refugiadas. Para este 2023 han tenido la oportunidad de reflejar en esta capa sus testimonios y deseos.

En este proceso de customización del abrigo han participado personas refugiadas residentes en los Centros de Acogida de Refugiados de Alcobendas y Vallecas, así como otras personas refugiadas que colaboran habitualmente con ACNUR. Algunas de ellas, nos cuentan cómo su vida ha cambiado repentinamente.

Anamaría González Oxford, de Venezuela, Angélica Villalta, proveniente de El Salvador, O Oksana Yeromenko, de Ucrania, son algunos de los nombres y apellidos de millones de personas que se ven obligadas a huir y que nos cuentan cómo han tenido que abandonar su vida personal y profesional en sus países de origen.  Otras como Hala de Siria, prefieren no facilitar su identidad, por miedo, ya que sus familias siguen dentro del país.Todas ellas trabajan y colaboran con diferentes ONG, para ayudar y apoyar a personas que estén en su misma situación.

Un mundo más equilibrado, humano y sin fronteras, acabar con las fronteras mentales respecto a las personas refugiadas y migrantes, el poder reencontrarse con sus padres, un trabajo que le permita mejorar la vida de sus hijos, una vida pacífica libre de guerras y conflictos, y vivir siempre con dignidad y libertad…Son algunos de los deseos que le piden al año 2023.

Amaia Celorrio, responsable de comunicación del Comité español de ACNUR, comenta: “Poder participar de este evento tan especial y relevante a nivel nacional como son las Campanadas 2023 se convierte en una oportunidad única para visibilizar la difícil realidad de millones de personas refugiadas y desplazadas en todo el mundo, familias como las nuestras que han tenido que dejarlo todo atrás a causa de la guerra, la violencia y la persecución, y cuyo principal deseo es poder rehacer sus vidas.”

Sin duda, la creación de esta confección es una obra de arte que utiliza el poder de la moda para reivindicar los derechos humanos en un momento tan importante, como es el comienzo del año y a través de la simbología que han conseguido plasmar Iñigo Garaizabal y Jacinto de Manuel junto con los testimonios de los refugiados. Por ello, Cristina Pedroche, durante su aparición en Antena 3 añadía que su deseo para este 2023 es que “ojalá que este año desaparezcan las guerras y los conflictos. Que nadie tenga que huir. Que todos podamos ser libres y decidir. Tenemos la responsabilidad de hacer de este un mundo mejor para dejárselo a los que vengan".

Pero al margen de los vestidos la noche dio para mucho más. La irrupción de Ibai con las campanadas más clásicas, y a la vez más modernas, pues incluyó una ventana con intérprete de lengua de signos, trastocó por completo la noche en la Puerta del Sol.

Ramón García y Anne Igartiburu se sumaron al streamer en una retransmisión con más de 400.000 espectadores en la que los dos históricos presentadores contaron algunas anécdotas que han vivido a lo largo de los últimos veinte años de Campanadas.

Y es que a la pareja formada por Ramontxu e Ibai se sumaba la histórica Igartiburu tras quedarse fuera de la retransmisión de Televisión Española.

La vasca, tras hacerse público que no daría las Campanadas, recibía una oferta de Fuenlabrada para celebrar con ellos las preuvas durante la mañana del sábado; y otra de Ibai Llanos para ser la protagonista, vestida de rojo Caprile, de su retransmisión.

Y hablando de Caprile. El diseñador convertido en presentador  también se subía a la azotea para dar las campanadas de Telemadrid con un espectacular esmoquin de color rojo, con el que acompañó a una Silvia Jato vestida de azul.

Volviendo a las Campanadas de Ibai, Ramón y Anne se mostraron mucho menos encorsetados que en las retransmisiones de la pública, hasta el punto de lanzarse una uva cuando pensaban que no les estaba grabando la cámara. También lanzaron cosas, en este caso cava, Los Morancos durante sus Campanadas.

La retransmisión de Telemadrid, mucho más sobria, llegaba con sorpresa, pues si para los grafismos de las Campanadas el resto de cadenas habían optado por la publicidad, la pública madrileña mostraba las líneas de Metro para representar las doce Campanadas.

La retransmisión de Twitch y la de Telemadrid fueron las únicas que emitieron íntegro el espectáculo de fuegos artificiales con el que la Comunidad cerraba la entrada del nuevo año, un espectáculo que comenzaba con la formación de la bandera de España sobre el reloj de la Puerta del Sol.

Sin embargo la emisión de Telemadrid guardaba una última sorpresa cargado de simbolismo. Nacho Cano comenzaba, desde el teatro dónde se representa Malinche, la interpretación de la canción "un año más" de Mecano, y lo hacía exactamente igual que la que protagonizó las campanadas de 2020, es decir, acompañado por un coro con cantantes que llevaban mascarilla.

Pero rápidamente la representación se transformaba, dando paso a la entrada de buena parte del elenco del musical que ofrecía un gran espectáculo de apenas tres minutos.

Aunque todo el mundo esperaba que hiciese algún comentario, Cristina Pedroche solo hizo alusiones veladas a su recién conocido embarazo, dejando todo el protagonismo a la causa que defendía.

En Televisión Española, por el contrario, Ana Obregón se rompía en varias ocasiones al recordar a su hijo Álex siendo consolada por unos Morancos que no dudaron en llamar a Joshua a gritos desde la azotea.

Y es que los 7.500 afortunados que estaban en la Puerta del Sol permanecían más atentos a lo que ocurría en los balcones que a lo que iba a suceder minutos después en la fachada de la Real Casa de Correos y hacían bien, pues así evitaron un accidente.

Dani Mateo, vestido como Freddie Mercury tras una votación entre el público de Zapeando, salía al balcón con un megáfono al que se le caían las pilas en medio de la plaza.

Pero las campanadas más accidentadas fueron también las más distintas. Telecinco y Cuatro se marchaban a Torrejón para dar las uvas, y lo hacían con una puesta en escena cuanto menos original.

En la explanada de la Puerta Mágica situaban seis esculturas de hielo que representaban lo peor de 2022 y que fueron destruidas a golpe de martillo por los presentadores y colaboradores de "Todo es mentira".

Una puesta en escena que escondía algo más, pues Mediaset no sólo rompe con 2022, sino también con una forma de hacer televisión que ha estado vigente 22 años, que terminaba justo este 31 de diciembre tras el final del mandato de Paolo Vasile.

Las Campanadas de Risto y Mariló fueron bastante más accidentadas de lo esperado, pues al dar con un mazo a una de las esculturas, Risto se torció el dedo teniendo que continuar la retransmisión con enormes dolores.

Y es que no sólo los que estaban en la Puerta del Sol se tomaron las uvas con maquinaria de obra, pues para destruir la última escultura los de Telecinco optaron por hacerlo con la pala de una excavadora.

La última sorpresa de las campanadas de Mediaset sólo la entendieron los de Torrejón, pues en lugar de optar por el tradicional reloj de la Puerta del Sol, la cadena sobreimpresionó el que preside la fachada de la parroquia San Juan Eangelista de la Plaza Mayor de la localidad.