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06
Ago
2021
Damian Quintero, plata en el día grande de García Bragado PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por COEEl español se convierte en el único deportista en competir en ocho Juegos Olímpicos

No ha ganado ninguna medalla, ni falta que le hace, pues su nombre está ya grabado en letras de molde en la historia del olimpismo. Jesús Ángel García Bragado se convertía ayer en leyenda tras ser el único deportista en competir en ocho ediciones distintas de los Juegos Olímpicos, todas entre Barcelona 92 y Tokio 2020. Chuso llegaba en el puesto 35 de la prueba del 50 km marcha, y era despedido con una gran ovación por parte del olimpismo, la misma que se llevaba la propia prueba, que no volverá a disputarse en el calendario de los Juegos.

El español Jesús Ángel García Bragado, que participó este viernes con 51 años en sus octavos Juegos Olímpicos -récord mundial en atletismo-, afirmó que "hay que entender por qué es el momento de la retirada" tras clasificarse en el puesto 35 de los 50 km marcha. "Me hubiera gustado hacerlo mucho mejor", añadió, pero "hay que aceptar la edad y ahora comienza una nueva vida", comentó.

García Bragado tuvo palabras de agradecimiento para la Federación Española por su confianza. "Tengo que agradecerle que haya hecho todo lo posible para que yo pudiera estar aquí a pesar de que voy camino de los 52 años y de que no he podido hacer una planificación como un chaval joven, porque tenía que reservarme para aquí", explicó. García Bragado llegó a Tokio, asegura, sabiendo que "tenía carencias" en su preparación. "Y por eso hay que aceptarlo. Creo que hay que entender por qué es el momento de la retirada".

Al tomar la salida este viernes, a las 5.30 horas, en la prueba de 50 km marcha en Sapporo, García Bragado ha batido, con ocho presencias, el récord mundial de participaciones olímpicas en atletismo (hombre o mujer). Hasta este viernes el madrileño estaba empatado a siete con la velocista jamaicana -luego eslovena- Merlene Ottey. El madrileño afirmó que pensó en abandonar porque no le respondían las piernas, pero aseguró que no se lo quería permitir. "Me he quedado sin fuerzas, la piernas no iban. El cuerpo me pedía parar, pero sabía que si paraba me iba a arrepentir toda mi vida".

A sus 51 años, García Bragado, que fue campeón del mundo en Stuttgart'93, se va con la propia prueba de 50 km, que ha sido suprimida del programa oficial del atletismo a partir de Tokio 2020. Bragado se estrenó como olímpico en los Juegos de Barcelona'92 con un décimo puesto y no ha faltado a ninguna edición desde entonces, siempre en 50 kilómetros marcha.

Después, en Atlanta'96 abandonó, en Sídney 2000 fue duodécimo, en Atenas 2004 quinto, en Pekín 2008 cuarto -mejor resultado de todos los atletas españoles-, en Londres 2012, con 42 años, se clasificó decimoséptimo y en Río 2016 vigésimo.

Pero si el gran triunfador de la marcha fue García Bragado, otros dos españoles estuvieron a punto de compartir la gloria con él, al quedarse en cuarta posición. Marc Tur, en los 50 km marcha; y María Pérez en los 20 km marcha. Cuando Marc Tur acariciaba la medalla después de 50 kilómetros y casi cuatro horas de carrera, al balear le han adelantado en la última recta y ha terminado cuarto. Exhausto, no ha podido responder al cambio de ritmo de sus rivales y se ha quedado fuera del podio por un suspiro.

El español ha completado la prueba más brutal del atletismo en un tiempo de 3:51:08 horas, por detrás del polaco Dawid Tomala (3:50:08), el alemán Jonathan Hilbert (3:50:44) y del canadiense Evan Dunffy (3:50:59), que ha adelantado a Tur en los últimos metros. Jesús Ángel García Bragado ha terminado trigésimo quinto (4:10:03 horas) en su última carrera profesional. El veterano atleta de 51 años ha disputado sus octavos Juegos Olímpicos, récord para un deportista de atletismo. Por su parte, Luis Manuel Corchete ha abandonado cuando quedaban poco más de diez kilómetros para el final.

La marcha es una de las disciplinas que más alegrías han dado a España en los Juegos Olímpicos. Jordi Llopart ganó la plata en 50 km en Moscú 1980 y Daniel Plaza se colgó el oro en los 20km de Barcelona 1992. Después llegarían los bronces de Valentí Massana (50km de Atlanta 96) y María Vasco (20 km en Sídney 2000) y la plata de Francisco Javier Fernández (20 km de Atenas 2004).

La marcha para EspañaAtletismo en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se cierra con un gran cuarto puesto de María Pérez en los 20 km marcha que le adjudican un brillantísimo diploma olímpico. La marchadora granadina, actual campeona de Europa de la distancia, lleva tiempo demostrando que es la gran referencia de la marcha española. Lleva años acumulando títulos nacionales e internacionales y plusmarcas españolas y hoy en el circuito Sapporo Odori Park ha dejado demostrado el por qué de su brillante historial deportivo, logrando una cuarta plaza que le otorga un diploma olímpico solo al alcalde de los elegidos.

María ha rozado la gloria olímpica, quedándose a tan solo ocho segundos del bronce (1:30.05). Por su parte, Raquel González ha sido 14ª (1:31:57) y Laura García-Caro, 34º (1:37:48) . De esta forma se cierra una grandísima actuación global de la marcha española, que si hace casi dos años en el Mundial de Doha sucumbió a las condiciones climatológicas, en Tokyo 2020, no muy diferente a las de entonces, sale con nota muy alta y volviendo a poner esta especialidad donde se merece en el contexto mundial, tras lograr cuatro diplomas olímpicos.

Si la jornada estuvo dedicada a la historia de Chuso, a última hora de la tarde otro español compartía los titulares, pues el segundo karateka, Damián Quintero, se colgaba la plata en una polémica final que ganó la gran estrella local.

Era de esperar, pues Japón jugaba en casa, y además, partía como favorito, pero Damián Quintero no se arrugó y se atrevió con un kata de alta dificultad para luchar por el segundo oro olímpico del karate. Pero no fue suficiente: los jueces consideraron que el rival de Quintero, a pesar de presentarse con un kata bastante más sencillo, merecía la victoria, y además, de forma contundente, pues el español perdía la final por más de un punto.

Damián Quintero se ha colgado la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio tras caer en la final ante el gran ídolo local, el japonés Ryo Kiyuna. El karateca malagueño recibió una puntuación de 27,37 en la primera ronda y después en el ranking round obtuvo 27,28 puntos, una marca ligeramente inferior a la que recibió Kiyuna (28,72) camino de la final por el oro. En el kata final, los jueces han puntuado la actuación del español con 27,66 puntos, mientras que Kiyuna ha recibido 28,72 puntos.

Con la de hoy, Quintero tiene 115 medallas en categoría absoluta, 78 de ellas en competiciones internacionales. Ha sido campeón del mundo por equipos en 2014, se ha colgado diez oros europeos (seis individuales y cuatro por equipos) y además tiene dos platas mundiales individuales. La de Quintero es la segunda medalla para el karate español en Tokio, la primera edición de los Juegos para esta disciplina deportiva, después del oro que conquistó el día anterior Sandra Sánchez en el kata femenino.

Precisamente, los dos karatekas serán los encargados de suceder a García Bragado en el papel de abanderados en la ceremonia de clausura de este domingo. Los karatekas españoles Sandra Sánchez y Damián Quintero, campeona y subcampeón olímpicos, respectivamente, serán los encargados de portar la bandera de España en la Ceremonia de Clausura de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La noticia se la ha comunicado el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, al finalizar la competición de kata masculina en la que el deportista malagueño ha logrado subirse al segundo escalón del podio.

Desde la entidad olímpica se quiere premiar el gran trabajo realizado por los dos deportistas tanto en Tokio 2020 como durante su carrera deportiva y homenajear al karate, un deporte que ha debutado en la capital nipona como disciplina olímpica, pero que en París 2024 volverá a estar fuera del Programa Olímpico. De esta forma, Damián Quintero y Sandra Sánchez serán los sucesores de Chuso García Bragado, abanderado en la Ceremonia de Clausura de Rio 2016 y el atleta con más Juegos Olímpicos en sus piernas con un total de ocho.

Y de una medalla conseguida, a otras que se quedaron en proyecto. Ni Mo Katir ni la selección de Waterpolo lograban colgarse metal al cuello. El español Mo Katir no ha podido sorprender en la final de los 5.000 metros, su primera final olímpica, pero ha terminado octavo y volverá de Tokio con un valioso diploma bajo el brazo. El atleta murciano ha cruzado la meta del Estadio Olímpico de Tokio con un tiempo de 13:06.60 minutos, su segunda mejor marca en la distancia. El ugandés Joshua Cheptegei se colgó el oro con un tiempo de 12:58,15 minutos, seguido por el canadiense Mohammed Ahmed (12:58,61) y el estadounidense Paul Chelimo (12:59,05).

"Entrar en una final olímpica con 23 años y lograr un diploma es una locura", ha destacado el atleta de 23 años. "Cuando gane experiencia en campeonatos, no tendré rival". Minutos más tarde, Marta Pérez ha hecho un carrerón en la final del 1.500. Ha parado el cronómetro en 4:00,12 minutos, el mejor tiempo de su carrera, y ha terminado novena. La lástima es que se ha quedado a 17 centésimas del diploma, un suspiro.

Un gol del serbio Filip Filipovic a falta de veintiséis segundos para la conclusión del encuentro condenó a la selección española de waterpolo a pelear por la medalla de bronce en los Juegos de Tokio. El tanto del jugador balcánico le dio la victoria a su equipo por 10-9, en un choque de semifinales que dominó prácticamente en todo momento el equipo hispano.

Ni las paradas de Dani López Pinedo, de nuevo sensacional, ni el gran juego desplegado por los de David Martín durante todo el encuentro, impidió que el conjunto serbio, vigente campeón olímpico, diera en los minutos finales la vuelta a los dos goles de ventaja (5-7) con los que España inició el último parcial.

De esta forma, el combinado nacional peleará el domingo ante Hungría (13.40 horario Tokio) por subirse al tercer escalón del podio y regresar a casa con la medalla de bronce colgada al cuello, después de un sensacional torneo. La competición de piragüismo en los JJOO de Tokio 2020, en la que España ya posee dos medallas de plata, concluirá mañana con el K4 500 en busca de una última medalla.

El K4 500 español, integrado por Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo y Rodrigo Germade, ha marcado hoy el mejor tiempo de la jornada (1m21s658). Mañana buscará una de las cuatro plazas para la final en la semifinal, en la que tendrá como rivales a las embarcaciones de Canadá, Hungría, Australia y Portugal. Los españoles, actuales subcampeones del mundo en K4 500, son favoritos para lograr la medalla de oro junto al equipo alemán, al que han derrotado recientemente en la Copa del Mundo disputada en Szeged (Hungría). La semifinal en la que compite España será mañana sábado a las 03:28 hora nipona y la final a las 05:37 horas.

El catalán Saúl Craviotto ha advertido: "No se pueden tirar cohetes porque esto es una eliminatoria y la gente no ha enseñado sus armas", y ha añadido: " No sabemos cómo han competido ellos (los alemanes) ni ellos tampoco nosotros".

"Por el tema de los 200 la verdad es que yo no he notado mucha fatiga. Ayer por la tarde pues ya sí que me dio un poco el bajón después de haber pasado mucho calor. Al llegar a la habitación sí que me dio un bajón. Luego fui al fisio, estuve en la nevera metido con el aire acondicionado a 20. Estaba congelada la habitación y recuperé".

Respecto a la aclimatación ha indicado: "Por el tema de abanderado vinimos muchos días antes, estuvimos en Kyotango, que la temperatura es idéntica a esto, con agua salada; los primeros días estábamos fatal, así que menos mal que pudimos venir con tiempo y la verdad es que no nos está afectando mucho".

Por su parte, Cayetano García y Pablo García han quedado eliminados en los cuartos de final del C1-1000. Solo se metían los dos primeros y Pablo Martínez ha sido tercero con un tiempo de 4:09,102, mientras que Cayetano García ha terminado quinto (4:31,929 minutos).

Las integrantes del equipo español no han podido resarcirse de la discreta segunda jornada que prácticamente tumbó sus opciones en la prueba femenino de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020; sin embargo, el tercer día de competición ha dibujado el camino a seguir en los 18 hoyos que restan de competición, y no es otro la casta con la que Carlota Ciganda ha enderezado su ronda en los últimos hoyos en Kasumigaseki Country Club.

Esta tercera jornada ha concluido sin apenas movimiento en la clasificación para las dos españolas: la golfista navarra es vigésimo novena con -2 al total, a seis golpes de unos diplomas olímpicos que se antojan inalcanzables, y Azahara Muñoz es cuadragésimo octava con +5.

En el resultado de ninguna de las dos vueltas con sello español se adivina una gran reacción al resultado de la segunda jornada, pero escarbando se encuentran rasgos muy positivos. Y es que ninguna tiene intención de dejarse ir, ni mucho menos. Contemplen la tarjeta de Carlota Ciganda, de 70 impactos (-1), y entenderán este comentario.

La golfista de Ulzama volvió a poner su vuelta en marcha ya en positivo, con un bogey al hoyo 11. Se le escapó algún birdie por esos primeros nueve hoyos -sólo cazó el del 15-, y en su lugar se topó con dos mazazos en forma de bogey al 17 y 18 que podían haberla tumbado definitivamente.

Pero Carlota Ciganda se levantó y siguió pegándole bien al drive, la faceta que mejor rédito le ha dado en este torneo. Todavía se le escapó algún birdie antes de enlazar esa secuencia que debe darle impulso de cara a este sábado: birdie al 5 – eagle al 6 - birdies al 7. Parcial de -4 para levantar una vuelta que se había empinado de mala manera.

“He seguido luchando. Buen eagle al 6, que es un par 4 corto, con una buena madera 3 y un gran putt, y otro buen putt al 7. Contenta con ese final, aunque me gustaría estar más arriba. Me gusta darlo todo hasta el final, y mañana iré a hacer pocas”, contaba Carlota ya con la ronda concluida.

Azahara Muñoz, por su parte, sigue en la búsqueda de una estabilidad con el drive que le permita seguir la directriz marcada en los días previos: encontrar siempre calle para no jugar desde el peliagudo rough de Kasumigaseki CC. En esta tercera jornada, resuelta con 73 golpes (+2), no ha terminado de encontrar la clave.

La andaluza enganchó una segunda tarjeta consecutiva sobre par con un solo birdie, consecuencia principalmente de su desacierto con el drive. “He tenido que hacer un montón de approachs y putts porque no le estoy pegando bien al drive, y desde el rough es muy difícil jugar, y más ahora que los greenes se están poniendo duros”, explicaba.

Tres bogeys, uno por ellos por primeros nueve hoyos y otros dos por los segundos, salpicaron una ronda “dura” en la que, según contaba la protagonista, le pegó a la bola peor que en las dos jornadas anteriores. El objetivo ahora es reencontrar sensaciones y luchar por poner un buen final a esta segunda aventura olímpica.

El equipo español de natación sincronizada concluye séptimo la rutina técnica. El combinado nacional ha logrado una puntuación total de 90.3780 en la rutina técnica que le coloca en séptima posición. Mañana realizarán la rutina libre para buscar una mejor posición en la clasificación.

Mañana, traca final a la espera del maratón y el bronce de Waterpolo, con las finales de Waterpolo femenino y fútbol, y la lucha por el bronce en Balonmano Masculino. Además se celebra el Maratón Femenino, termina la Natación Sincronizada, el Pentatlón, y el Golf. Además de las medallas ya seguras, esta madrugada hay que estar pendiente del piragüismo de aguas tranquilas, que intentará arreglar el fiasco del día anterior con el estreno olímpico del K4-500; y del Ciclismo en Pista, donde se disputa el Madison.

La selección femenina de waterpolo disputará mañana su segunda final olímpica. Una final en la que se volverán a medir a Estados Unidos, vigente campeona olímpica y su verdugo en la de Londres 2012. “La verdad es que vamos muy hambrientas. Estamos con ganas de que llegue el momento y de demostrar que en Londres éramos unas novatas, pero ya no lo somos”, ha asegurado Roser Tarragó. Una afirmación secundada por su compañera Maica García: “Lo de Londres fue un regalo y ahora venimos a lo que venimos, con las ideas muy claras. Venimos a por el oro y por qué no a destronar a Estados Unidos”.

Eso sí, tienen claro que deben mostrar su mejor versión para lograr el objetivo. “Para ganar lo que tenemos que hace es dar nuestro máximo en todo. Si salimos disciplinadas y con fuerza las opciones están ahí´, ha confesado Roser. “Está vez nos sentimos con confianza. Estamos confiadas, y confiamos en el equipo, en nuestro juego, en nuestro orden y vamos a continuar con la misma pauta”, ha añadido Maica. Las pupilas de Miki Oca buscarán su primer oro olímpico mañana, 7 de agosto, a partir de las 16.30 (hora Tokio).

La selección masculina de balonmano peleará mañana por el bronce, tras caer en semifinales ante Dinamarca, vigente campeona del mundo. Los Hispanos se enfrentarán a Egipto y lucharán por subirse al tercer escalón del podio. "Después de una derrota siempre es duro, sobre todo porque teníamos muchas expectativas puestas en la final. Queríamos la revancha con Dinamarca y demostrar que lo podíamos hacer mejor que ellos. Aun así tenemos la oportunidad de coger una medalla y hay que ir a por ella porque estas oportunidades no se sabe si se volverán a repetir", ha declarado Rodrigo Corrales".

Enfrente tendrán a Egipto, una de las selecciones que más ha crecido en los últimos años. "Va a ser un partido complicado. Están haciendo un balonmano muy bueno y su manera de jugar nos viene un poco mal. Con los últimos resultados han demostrado que son una selección que puede optar a todo", ha reconocido Ángel Fernández. Una afirmación secundada por su compañero de equipo. "Se han plantado en una semifinal olímpica. Esperamos un rival muy duro, muy físico y que nos ponga muchos problemas. Mañana se espera un partido muy igualado contra un selección que es una de las más mejoradas en los últimos años", ha afirmado el guardameta. .

En cuanto al estado ánimoco del equipo, Rodrigo ha asegurado que "tenemos la experiencia del Mundial". Ssabemos reponernos ante un palo muy duro. Hemos estado en situaciones similares y el equipo hace que nos levantemos. Es una medalla de bronce y hay que levantarse y ganar el partido de mañana", ha concluido.

Tras catorce días de competición, España ocupa el puesto veinte en el medallero, con trece medallas, tres oros, cinco platas y cinco bronces. Arriba sigue liderando China, con 79 medallas, 36 de ellas de oro. Estados Unidos, con 98 medallas, 31 de oro; y Japón, con 51 medallas, 24 de ellas de oro, completan el podium de un medallero en el que ya aparecen 89 países.

 

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