En una Conferencia en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, bajo el título "Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España", Pedro Sánchez ha asegurado que "estamos donde estamos" y "podríamos continuar con el memorial de los agravios, podríamos volver a los reproches, recrearnos en los problemas, buscar nuevas causas o más culpables" y seguir con la "discordia", o "dedicar nuestro tiempo y todas nuestras energías a resolver el problema y apostar por la concordia, que significa, literalmente, con corazón. Y eso es lo que el Gobierno de España ha decidido: afrontar el problema y buscar la concordia".

El jefe del Ejecutivo dijo ser consciente de que hay personas contrarias a esta medida y aseguró "respetar" sus razones. "Comprendo a la parte de la sociedad catalana y española que se opone a la concesión de estos indultos: personas que se vieron afectadas en su vida cotidiana, en el trabajo, en la familia, con los amigos, por los hechos enjuiciados en la causa del procés", pero "también quienes apoyamos la medida de los indultos tenemos razones- apuntó-, en las que pesan más las expectativas de futuro que los agravios del pasado. Y en la balanza de las decisiones políticas, el futuro debe importar más que el pasado".

Por eso, insistió en que, aun comprendiendo los motivos del rechazo, "el Gobierno ha optado por abrir paso a la reconciliación, al reencuentro" y se mostró convencido de que esta medida de gracia "abrirá ese camino y nos dará a todos la posibilidad de comenzar de nuevo y de hacerlo mejor esta vez". "En los próximos días, la democracia española va a dar un gran paso para que se produzca ese reencuentro que es necesario y es urgente", sentenció.

Sánchez recordó que el indulto es una medida plenamente legal y constitucional, que la ley autoriza en razón fundamentada de equidad, justicia o utilidad pública. En este punto, anunció que "la razón fundamental de los indultos que nos disponemos a aprobar es su utilidad para la convivencia". "Estoy convencido de que sacar a estas nueve personas de la cárcel, que representan a miles de catalanes, es un rotundo mensaje de la voluntad de concordia y convivencia de la democracia española", subrayó.

Así, ha insistido en que los indultos "son un mensaje dirigido, no solo a estas nueve personas que asumieron las consecuencias legales de sus actos desde el primer día", sino que se dirige "al conjunto de la sociedad catalana y española y de ahí su clara utilidad pública". "Es un mensaje, sobre todo, para miles y miles de personas que las apoyaron y que se sienten solidarias con su destino" y, más aún, "para miles y miles de personas que discreparon de su conducta, pero que estiman que ya es suficiente el castigo que recibieron. Con este acto sacamos materialmente de la cárcel a nueve personas, pero sumamos simbólicamente a millones y millones para la convivencia", remarcó.

Durante su intervención, Sánchez insistió en que "el Gobierno de España va a dar el paso ahora", porque "si ha habido un momento para unirnos es este. Este es el momento". Y lo es, a su juicio, por tres razones fundamentalmente: en primer lugar, "porque ha concluido la vía judicial con una sentencia firme del Tribunal Supremo a los líderes del procés, consecuencia de los acontecimientos de septiembre y octubre de 2017"; en segundo lugar, "porque el Gobierno está obligado a tramitar y dar respuesta a las peticiones de gracia formuladas desde diversos ámbitos de la sociedad civil" y, en tercer lugar, "porque el paisaje que nos ha dejado la pandemia nos ha transformado" y "nos ha recordado hasta qué punto nos necesitamos unos a otros".

Aunque "el Gobierno de España va a dar el paso ahora", el presidente recordó que "la voluntad no viene de ahora" y ya en su discurso de investidura, el 4 de enero de 2020, anunció que "el Gobierno trabajaría para superar el conflicto político en Cataluña" y dijo que "el diálogo sería una prioridad absoluta para alcanzar fórmulas de entendimiento y de encuentro". "Y eso es justamente lo que estamos haciendo: cumplir con nuestro compromiso y abrir paso a la política".

En su opinión, "el coste social de mantener la situación en la que nos encontramos es alto, es prohibitivo. La sociedad catalana, toda España, no puede permitírselo, por más que a algunos esa perspectiva les resulte atractiva".

En otro momento de su intervención, Pedro Sánchez dijo encabezar "un Gobierno y un partido político que respaldan sin fisuras la Constitución democrática; un Gobierno que aboga inequívocamente por una comunidad de ciudadanos libres e iguales en derechos y deberes que acuerdan convivir bajo las mismas normas. Un Gobierno que cree genuinamente en la unión de España, que defiende la unión de todos los españoles y que asume la diversidad territorial de España con orgullo, como parte de su fuerza", subrayó.

En este sentido, resaltó que "es poderosa la unión que reposa en la Ley, pero es aún más poderosa la unión que se basa en el respeto, el sentimiento y el afecto. Esa es la unión que hoy buscamos, la unión que necesitamos hoy, aquí y ahora. Y esa unión es todavía más fuerte cuando se sostiene en un proyecto común. Y esa es mi idea y mi proyecto para España", apuntó.

El jefe del Ejecutivo ha dejado claro que, una vez dado el primer paso con la concesión de los indultos, "no esperamos que quienes defienden la independencia abandonen sus ideales, porque tampoco vamos a renunciar nunca a los nuestros quienes defendemos la unión. Lo único que exigimos es que unos y otros nos atengamos al pacto constitucional. Fuera de la lealtad y de la legalidad democrática no hay espacio para la política".

A su juicio, "no se trata, por tanto, de predecir las consecuencias, ni de anticipar el comportamiento de unos y otros en el tablero del juego político. Se trata de ofrecer a la ciudadanía, después de tantos años de parálisis, una ruta abierta por donde podamos avanzar todos juntos y juntas".

Y la propuesta del Gobierno de España es "dar paso a un nuevo proyecto de país", anunció Sánchez. "Que sea la unión el instrumento del gran cambio social y económico que exige Cataluña, España y Europa en los próximos años". Para ello -añadió- hacen falta unos valores comunes de convivencia, que existen; una circunstancia propicia, que también se da, con el acuerdo europeo de recuperación, y el espíritu de diálogo y concordia de nuestra Constitución.

"Ha llegado la gran oportunidad -añadió- de resolver muchos de los problemas estructurales que llevan condicionando el progreso económico y social de Cataluña y de España. Es la oportunidad de comenzar a construir juntos el nuevo país que vamos a legar a las futuras generaciones". "Porque no concibo una nueva España sin una nueva Cataluña al frente. No concibo España sin Cataluña. Como tampoco Cataluña se puede entender sin el resto de España. Esa es mi más firme apuesta, la que tengo el honor de representar hoy aquí ante la sociedad civil catalana".

Por último, Sánchez aseguró que este desafío ante el que nos encontramos exige "todas las fuerzas posibles porque, de conseguirlo, todos y todas vamos a salir beneficiados". "Sabemos que la unanimidad es imposible, pero la división y el enfrentamiento no harán otra cosa que arruinarnos a todos y estropear el futuro de nuestros hijos. Por eso, debemos conseguir, si no la unanimidad, sí la unión de una gran mayoría de futuro y convivencia en Cataluña y en el conjunto de España". "Mañana podemos cambiar la vida de nueve personas, y espero también que empecemos a cambiar la historia de todas y todos", concluyó.

Tras conocer la decisión, Ayuso se pronunciaba, y lo hacía para afirmar que este asunto puede ser la tumba política del Presidente: "Creo sinceramente que esto, por más que lo intente el Gobierno de España, es el fin del sanchismo y el presidente del Gobierno lo que está haciendo es cavando su final político con esto. Esto no se lo va a perdonar el pueblo español. No puede ser que unas personas que están condenadas y que están entre rejas por graves delitos que atentan contra todos, acaben en la calle entre aplausos como héroes gracias al presidente el gobierno. Esto es una humillación para todos. Me parece que esto es un bochorno y es un atropello. La diferencia entre un Estado democrático y una dictadura es la ley y cuando ni la ley ni la justicia valen y no lo no valen para el presidente del Gobierno, en qué manos estamos y qué nos queda como país. Yo cuando oigo que es por la convivencia, me pregunto: por la convivencia ¿hay que saltarse las leyes? Por la convivencia ¿hay que saltarnos las decisiones judiciales? ¿Por qué no vamos a las cárceles y soltamos a todos los presos por la convivencia para entendernos entre todos? Yo creo que lo que están haciendo en Cataluña es gravísimo, es un conflicto civil que si no ha ido a más es porque una parte, la mayor parte de Cataluña, de manera abnegada siempre cede y calla.  Lo que está ocurriendo es que después de haber cometido gravísimos delitos aquellas personas que han atentado contra la unidad, la soberanía de todos los españoles, han acabado entre rejas porque así lo han decidido unos jueces, y ahora porque nos conviene para seguir en Moncloa hay que soltarles. Además, lo siguiente es la ensoñada e ilegal independencia de Cataluña. Lo que están alimentando estos tipos es la independencia en Cataluña y encima utilizando las instituciones, a los empresarios, a la Iglesia en Cataluña. Están intentando utilizar todo para que seamos cuatro los que parece que estamos fuera de la realidad. Los que están fuera de toda lógica son ellos. Insisto: la independencia es lo siguiente porque estos tipos en cuanto sean indultados este verano y se estén riendo de todos nosotros, empezarán a recibir dinero de todos los españoles y empezarán otra vez con el poder que se están ellos mismos otorgando, a seguir rompiendo Cataluña. ¿Hasta cuándo vamos a permitir esta barbaridad?"