03
Mar
2021
Sanidad quiere crear un Programa de Cribado para detectar sordera en los recién nacidos Imprimir
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Foto cedida por Ministerio de SanidadEste 3 de marzo se celebró el Día Internacional de la Audición

El Ministerio de Sanidad está trabajando, en coordinación con las comunidades autónomas, para que el Programa de Cribado Neonatal de la Hipoacusia del SNS sea incluido dentro de la oferta de cribados poblacionales de la cartera de servicios comunes de Salud Pública y se realice de acuerdo con los principios generales de la salud pública; en especial, de acuerdo al principio de equidad -garantizando el acceso de toda la población diana en condiciones de igualdad, incluyendo las poblaciones más vulnerables- y al principio de evaluación, como requisito indispensable para conocer los resultados del programa.

Asimismo, el Ministerio de Sanidad ha iniciado el desarrollo de un sistema que permitirá disponer de información epidemiológica más completa y recoger los datos necesarios para realizar una evaluación anual de los resultados del Programa de Cribado Neonatal de la Hipoacusia del SNS.

El objetivo es mejorar la detección precoz, el diagnóstico y los tratamientos e intervenciones, incluyendo dentro de estas los implantes cocleares en todos los casos en los que estén indicados, así como la atención temprana para, de esta forma, ofrecer la mejor atención integral a la población infantil con hipoacusia neonatal y a sus familias.

La prevención de la hipoacusia se basa en la identificación y prevención de los factores de riesgo, la detección temprana y el diagnóstico precoz y la instauración del tratamiento en los primeros meses de vida.

El cribado neonatal de hipoacusia cuenta con evidencia sobre beneficios en salud y por ello forma parte de la cartera común de servicios del SNS.

El objetivo general del programa de cribado neonatal de hipoacusia es la detección precoz, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de todos los recién nacidos con hipoacusia.

Si bien en España este programa ya se había iniciado en 1994, fue en 2003 con la aprobación por parte del Consejo Interterritorial del SNS del Programa de detección precoz de la hipoacusia cuando se le dio el impulso definitivo para implantarlo. En 2010 finaliza su implantación en todo el territorio y actualmente se oferta a todos los recién nacidos en España, generalmente en el hospital de nacimiento y antes del alta hospitalaria.

La hipoacusia en recién nacidos constituye un importante problema de salud, ya que condiciona el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje, repercutiendo en el desarrollo emocional y social del niño.

La prevalencia de la hipoacusia en el recién nacido se estima entre 1,5 y 6 casos por 1.000 niños nacidos vivos (estimación de los OMS según grado de hipoacusia). En cuanto a la incidencia, se estima de 1 a 3 por 1.000 niños recién nacidos vivos para las hipoacusias congénitas permanentes, bilaterales y de intensidad moderada a profunda. Si se incluyen las hipoacusias leves y las unilaterales, la cifra aumenta al 3-5 por 1.000 niños. En recién nacidos con factores de riesgo, la incidencia de hipoacusia neurosensorial de moderada a profunda es de 10 a 20 veces mayor que en la población general.

La mayoría de las hipoacusias infantiles se manifiestan en el primer año de vida y el 80 % están presentes en el momento de nacer. La detección e intervención precoz en la hipoacusia congénita mejora los resultados en el desarrollo del lenguaje, la lectura o la comunicación.

Los efectos negativos que provoca la discapacidad auditiva únicamente pueden ser paliados mediante la aplicación de técnicas y procedimientos capaces de estimular la capacidad auditiva lo más precozmente posible aprovechando la plasticidad cerebral de los primeros años de vida y estimulando el desarrollo comunicativo y el lenguaje. Entre estos procedimientos destacan la utilización de implantes cocleares.

El trabajo del logopeda en el campo de la audición no es muy conocido por la sociedad, sin embargo realiza una labor muy importante sobre todo en el caso de personas con una pérdida auditiva o sordera profunda que requiere un implante coclear. Precisamente, en ese caso del implante coclear, “el logopeda es una pieza clave para que el paciente pueda entender con un implante, ya que la audición es completamente diferente a la natural, y requiere la creación de una memoria auditiva que solo se consigue con rehabilitación”, explica la logopeda experta en rehabilitación auditiva en pacientes con pérdida auditiva y colegiada del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM), Inmaculada Noguero.

El logopeda especialista en audición participa en la evaluación e intervención de niños o adultos con sordera, trabajando en equipo con otorrinos, audioprotesistas y, en caso de que la persona lleve implante coclear, con el programador del implante.

Es importante que, tanto niños y adultos, que tienen implante coclear, acudan a logopedia, ya que, “en el implante coclear, el logopeda es la pieza clave para que el paciente pueda alcanzar una audición funcional”, asegura Inmaculada Noguero. De hecho, puesto que esta rehabilitación es fundamental en casos de implante coclear, suele ser el otorrino el que deriva al paciente al servicio de logopedia.

Según esta experta, la rehabilitación logopédica se centra en estimular la audición, facilitar experiencias auditivas positivas, favorecer la compresión del lenguaje oral por vía auditiva, mejorar las dificultades que puedan existir en el habla, la voz, la articulación, el ritmo y en la prosodia y facilitar la adaptación social del sujeto al entorno.

Una vez que se ha realizado la cirugía del implante coclear, debe pasar un mes para que al paciente le den la parte externa del implante y le hagan lo que se llama primera conexión. La rehabilitación logopédica comienza la misma semana en que se conecta el implante coclear. No obstante, en el caso de los niños, la rehabilitación se inicia antes de colocar el implante coclear, lo que se denomina rehabilitación preimplante. “En este momento, el logopeda debe observar al niño con sus audífonos y ver sus reacciones y su avance para ayudar a la toma de decisiones sobre si es o no necesario el implante coclear. Una vez colocado el implante coclear, seguimos con la rehabilitación logopédica y auditiva”, aclara la logopeda.

Como señala Inmaculada Noguero, el paciente que ha recibido una evaluación auditiva, un diagnóstico, una adaptación protésica y una rehabilitación logopédica correcta, podrá volver a escuchar los sonidos ambientales y las voces de los demás. Podrá entender y mantener una conversación y volverá a ser partícipe de actos sociales en los que antes se apartaba y se aislaba por miedo o vergüenza. “La prótesis auditiva, la rehabilitación, la motivación del paciente y la colaboración de los familiares han ayudado a superar muchas de las expectativas que los profesionales damos a los pacientes con implante coclear”, subraya esta logopeda, que se muestra satisfecha de que estas personas, en muchas ocasiones, pueden entender las voces a través de la radio o ir al cine, escuchar música, hablar por teléfono con facilidad, hacer reuniones de trabajo por videollamada o escuchar un audiolibro, siempre ajustando las expectativas a la realidad de cada paciente.