02
Dic
2020
Madrid crea 612 empleos en noviembre y España destruye más de 25.000 Imprimir
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Foto cedida por CCOO MadridEs el peor incremento para un noviembre desde 2012

Las medidas de flexibilidad amortiguan el impacto de la segunda ola de la pandemia en el mercado de trabajo. En términos desestacionalizados, el paro aumenta en 1.758 personas. El total del gasto en prestaciones por ERTE entre enero y octubre es de 13.392 millones de euros. El paro registrado en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se ha incrementado en 25.269 personas (0,66%) en el mes de noviembre respecto al mes anterior.

Desde el inicio de la serie histórica, en 1996, el paro en noviembre sube, por término medio, en cerca de 34.000 personas. En noviembre de este año, el incremento ha sido menor. El total de personas en situación de desempleo inscritas asciende a 3.851.312. En términos desestacionalizados, el paro registrado sube en 1.758 personas.

El paro registrado se reduce en 4.624 (-2,46%) personas en Agricultura; en Industria baja en 302 (-0,10%) personas, en la Construcción se incrementa en 1482 (0,50%) personas y en Servicios aumenta en 24.959 (0,93%) personas. Por último, el colectivo Sin Empleo Anterior se incrementa en 3.754 (1,08%) personas.

Respecto al mes de octubre, el desempleo entre los hombres se ha incrementado, en el mes de noviembre, en 6.300 (0,39%) personas y asciende a un total de 1.629.058 desempleados. Entre las mujeres, el paro registrado sube en 18.969 (0,86%) hasta un total de 2.222.254. El desempleo de los jóvenes menores de 25 años se incrementa en noviembre en 3.733 (1,03%) personas respecto al mes anterior. El paro registrado baja en 3 Comunidades Autónomas: País Vasco (- 6.035), Castilla-La Mancha (-1.662) y Madrid (-612). Permanece estable en Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía y aumenta en el resto de comunidades, encabezadas por Galicia (6.165), Canarias (5.832) y Castilla y León (5.103).

En el mes de noviembre se registraron un total de 1.449.810 contratos de trabajo. Esta cifra equivale al 82,2% de los contratos firmados en el mismo mes de 2019, lo que refleja la recuperación de los flujos de contratación. De ellos, 128.189 (8,84%) han sido de carácter indefinido. Los contratos indefinidos del mes de noviembre se dividen, en cuanto a la duración de su jornada, en 77.086 a tiempo completo y 51.103 a tiempo parcial.

El gasto total en prestaciones del mes de octubre de 2020 asciende a 2.653,1 millones de euros, cifra que consolida la senda de reducción del gasto de los últimos meses desde el máximo valor que alcanzó en el mes de mayo, de 5.481 millones de euros. Entre abril y octubre, el gasto total de la nómina de prestaciones por ERTE es de 13.392 millones de euros. El número total de beneficiarios a final del mes fue de 2.553.677 personas, con un aumento respecto al mismo mes del año anterior del 35,9 %.

La cobertura del sistema de protección por desempleo durante el mes de octubre de 2020 ha sido del 71,4%, el mismo indicador en octubre de 2019 fue de 62,4%, lo que supone un aumento del 14,3 %. Se superan los 19 millones de ocupados medios en noviembre por primera vez desde marzo en términos desestacionalizados, hasta registrar 19.059.094. Sin el ajuste estacional, la afiliación se ha incrementado en 31.638 personas, la mayor subida media en noviembre desde 2006

El número medio de afiliados a la Seguridad Social, en términos desestacionalizados, ha sido de 19.059.094 personas en noviembre. Este incremento, de 107.505 ocupados, es del doble al marcado el mes anterior.

Por su parte, sin ajuste estacional, el número medio se situó en 19.022.002 personas en noviembre, lo que representa un aumento de 31.638 cotizantes respecto a octubre (un 0,17% más). Es la mayor subida desde 2006 en afiliados medios y el séptimo mes consecutivo en que el sistema de Seguridad Social suma trabajadores desde el inicio de la pandemia de la COVID-19. Respecto a noviembre de 2019, el sistema perdió 354.877 trabajadores afiliados medios. Esto sitúa la tasa interanual en un -1,83%.

Por otro lado, en datos acumulados entre el 1 y el 30 de noviembre el número de personas afiliadas a la Seguridad Social menguó en 11.832, cerrándose el mes con 18.974.452 trabajadores. De los 947.896 empleos que se perdieron desde el 12 de marzo a finales de abril, se han recuperado 578.090. De media, se han registrado 10.157.060 hombres y 8.864.941 mujeres. Los hombres representan el 53,40% del conjunto de los afiliados.

El número medio de afiliados registró un aumento de 31.638 ocupados con respecto a la media de octubre (0,17%). La afiliación continúa la recuperación que se inició en mayo tras el primer impacto de la pandemia de la COVID-19.

En concreto en el Régimen General, la afiliación mensual creció en noviembre hasta los 15.690.668 ocupados, 29.467 afiliados más (0,19%). El Sistema Especial Agrario sumó 18.167 afiliados, y el del Hogar, 2.880.

Educación es el sector que más contribuye al incremento mensual de afiliados, con un aumento del 3,27%. Este sector registró en el Régimen General 31.582 trabajadores más que el mes anterior. También aumentó la afiliación en Administración Pública y Defensa; Seguridad Social obligatoria, con 12.953 ocupados más (1,14%), y en Actividades Administrativas y Servicios Auxiliares, 12.984 (0,99%), entre otros.

Por el contrario, la merma más acusada correspondió a Hostelería, que registró 77.840 afiliados menos (-6,99%). Le siguió Agricultura, Ganadería y Pesca, con 2.345 afiliados menos (-3,07%).

El Régimen de Autónomos, por su parte, contabilizó 3.267.873 afiliados medios y suma así 2.504 (0,08%). El colectivo supera por segundo mes las cifras que registraba en febrero pasado, antes de la pandemia. El Régimen del Mar registró 62.323 ocupados, 322 menos que en octubre (-0,51%) y el del Carbón se situó en 1.138 afiliados medios, 11 menos.

Por comunidades autónomas, suman afiliados C. Valenciana (1,20%), Andalucía (0,65%), Madrid (0,61%), Murcia (0,55%) Castilla-La Mancha (0,26%), Cataluña (0,10%) y el País Vasco (0,09%). El resto ha registrado menos cotizantes que el mes anterior, con retrocesos más pronunciados en Islas Baleares (-4,34%) y La Rioja (-1,28%).

En el último año, el Sistema de la Seguridad Social ha perdido 354.877 afiliados (un -1,83%). En junio, el momento de mayor caída de la afiliación interanual tras el impacto de la pandemia, la tasa marcó un retroceso del 4,58%, que supuso 893.360 afiliados menos.

Murcia, que sumó un 0,75% de afiliados en doce meses, Castilla-La Mancha, con un 0,50%, y Extremadura (0,30%) son las comunidades que registraron tasas positivas en términos interanuales. El resto pierde afiliados. Lo hace con mayor intensidad Baleares, con un 6,67% menos, aunque el retroceso se suaviza, ya que el mes pasado fue del 17,64%.

El Régimen General registró 351.087 menos afiliados que en octubre de 2019 (-2,19%). En este conjunto, se integraron los 7.947 ocupados que sumó el Sistema Especial Agrario en el último año y los 16.861 que, por el contrario, restó el Sistema Especial de Empleados Hogar.

El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, por su parte, contabilizó 1.219 trabajadores menos que hace un año (-0,04%). El Régimen del Mar disminuyó en 2.402 ocupados (-3,71%) y el del Carbón decreció en 168 lo que supuso una merma del 12,85%.

El número de trabajadores en ERTE cerró el mes de noviembre en 746.900 personas. Esta cifra muestra una estabilización respecto a los datos de los meses anteriores, a pesar del incremento de las restricciones administrativas en buena parte de España por la segunda ola de la pandemia y ha sido compatible con el aumento de afiliación a la Seguridad Social en los últimos meses.

Esta cifra muestra una estabilización respecto a los datos de los meses anteriores, a pesar del incremento de las restricciones administrativas en buena parte de España por la segunda ola de la pandemia y ha sido compatible con el aumento de afiliación a la Seguridad Social en los últimos meses.

En concreto, hay 18.487 trabajadores más en ERTE que en el mes de octubre y 40.650 más desde el final de septiembre. La cifra supone una reducción del 80% respecto al nivel máximo de personas protegidas por ERTE registrado en el mes de abril.

A lo largo de las últimas semanas, el número de personas protegidas por ERTE se ha mantenido estable en torno a los 700.000 trabajadores, ya que lo que se ha producido es un trasvase de los ERTE recogidos en el RD 8/2020 a los nuevos esquemas incluidos en el RD 30/2020.

De esta forma, los primeros han terminado el mes de noviembre con 326.296 personas afectadas, 379.954 menos que al final de septiembre, cuando entraron en vigor los nuevos esquemas. Por su parte, el número de personas incluidas en los nuevos esquemas, con exoneraciones especiales para sectores ultraprotegidos y cobertura para aquellas empresas afectadas por las restricciones administrativas, se ha situado en 420.604 trabajadores. Estos se distribuyen entre 218.380 personas en sectores ultraprotegidos (de los que 167.917 corresponden al listado de CNAE acordado con los agentes sociales en septiembre y 50.463 a empresas de su cadena de valor), 79.232 en ERTE de impedimento y 117.064 en ERTE de limitación.

Las modalidades aprobadas en el mes de septiembre tras el acuerdo con los agentes sociales van, por un lado, destinadas a proteger a los trabajadores de las empresas de sectores especialmente afectados (aquellas que pertenecen a sectores que, entre el 30 de abril, el momento en el que más personas hubo en ERTE, y el 7 de septiembre, han tenido una tasa de recuperación en la actividad que ha sido inferior al 65% y además una tasa de afiliados cubiertos por ERTE superior al 15%") y su cadena de valor y, por otro, a proteger el empleo de las empresas temporalmente afectadas por restricciones administrativas tomadas por motivos sanitarios.

Uno de los efectos de la puesta en marcha de los nuevos esquemas ha sido una mayor concentración sectorial de las personas protegidas. Así, el 60% de los trabajadores acogidos a las nuevas modalidades de ERTE pertenecen al sector "servicios de comidas y bebidas" o "servicios de alojamiento". La concentración de la protección de los nuevos esquemas en estos sectores ha supuesto que tengan hoy en ERTE a 330.979 trabajadores, concentrando el 45% de todos los trabajadores incluidos en estos sistemas de protección (representaban el 35% a finales de septiembre).

Esta variación en el recurso a esta protección también es visible observando el número de afiliados en cada sector acogidos al ERTE. Mientras que los trabajadores protegidos representan el 5% del total de afiliados a nivel nacional, son el 62% en el sector "servicios de alojamiento", el 56% en "actividades turísticas y agencias de viajes", el 43% en "transporte aéreo", el 29% en "actividades de juegos de azar y apuestas", el 27% en "servicios de comidas y bebidas" y el 19% de los trabajadores del sector "actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento".

Esta concentración sectorial de la protección del empleo ha sido compatible con una progresiva activación en los números agregados de trabajadores, incluso en aquellos sectores que siguen atravesando dificultades y que han tenido que recurrir a los ERTEs.

En cuanto a los ERTE de impedimento y limitación, al ir ligados a las restricciones administrativas y ser estas distintas territorialmente, también reflejan diferencias geográficas importantes, ya que en cinco comunidades (Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura y Madrid) se han reducido el número de personas en ERTE respecto al mes de septiembre. En otras, como Asturias, Navarra o Cataluña, donde las restricciones administrativas han sido más intensas, el número de trabajadores en ERTE ha crecido respecto al mes de septiembre.

En cuanto a las prestaciones de autónomos, al cierre del mes de noviembre hay reconocidas 346.814. De ellas, 117.909 corresponden a la nueva prestación por suspensión de la actividad, también ligada a las restricciones administrativas. Como ocurre con los ERTE, hay importantes diferencias geográficas al respecto. Asturias es la provincia en la que mayor porcentaje de autónomos están percibiendo esta prestación (un 14% del total), seguido de Granada (12%) debido a sus especiales restricciones administrativas por la pandemia.

La Comunidad de Madrid cerró el pasado mes de noviembre con 19.412 afiliados más a la Seguridad Social y 612 desempleados menos respecto al mes de octubre, según los datos facilitados hoy por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Una cifra que muestra una ligera reactivación del mercado laboral en el actual escenario de crisis sanitaria del coronavirus.

De esta manera, el paro registrado en noviembre desciende un 0,1% en términos intermensuales y se sitúa en 429.796 personas, mientras que si se compara con el mismo mes del pasado año este dato supone un incremento de 86.665 desempleados más (+25,3%). En cuanto a los datos nacionales, en noviembre el paro subió en España en 25.269 personas (+0,6%) respecto a octubre, lo que deja un total de 3.851.312 desempleados. En términos interanuales, en España hay 653.128 parados más que hace doce meses (+20,4%). Como en los meses anteriores, ni los datos regionales ni los nacionales recogen el número de trabajadores que están todavía incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), ya que estos expedientes no suponen en ningún caso el fin de la relación laboral con la empresa que los presenta, aunque los afectados accedan de manera temporal a la prestación por desempleo.

Desglosando los datos intermensuales de la región, las cifras de paro de noviembre descienden en el sector servicios, con 1.433 desempleados menos (-0,4%), así como en la industria, que registra un descenso de 296 personas (-1,2%) con respecto al mes anterior. Suben, sin embargo, de forma moderada los datos en el colectivo de personas sin empleo anterior (539 desempleados más, +1,8%), el sector de la construcción (475 desempleados más, +1,5%) y la agricultura y pesca (103 desempleados más, +3,1%).

Atendiendo a los niveles de estudio, el desempleo disminuye entre las personas con estudios superiores (enseñanza universitaria y del tercer ciclo), en un total de 1.620 parados (-2%) respecto al pasado mes de octubre, y también entre las personas con estudios de Secundaria (484 parados menos, -0,2%). Sin embargo, el desempleo sube en 1.492 entre aquellos con Educación Primaria (+1%).

Por edades, el paro baja entre los menores de 30 años (156 parados menos, -0,2%) y entre las personas de entre 30 y 54 años (948 parados menos, -0,4%). Además, el desempleo descendió en ambos sexos, con una mayor caída entre las mujeres, con (607 paradas menos, 0,2%), mientras que entre los hombres el dato se sitúa sin cambios significativos con respecto al último mes, con 5 parados menos. En noviembre se formalizaron 164.800 contratos, 16.369 menos que en octubre (-9 %). De ellos, 27.770 fueron indefinidos, el 16,9% del total, siendo el 66,6% a tiempo completo.

En cuanto a los datos de la Seguridad Social, en noviembre el número de afiliaciones en alta subió en la región en las ya mencionadas 19.412 personas (+0,6%) respecto a octubre, lo que eleva el número medio de afiliados hasta las 3.221.688 personas. En los últimos 12 meses el descenso de la afiliación en la Comunidad de Madrid es de 69.194 personas (-2,1%). El conjunto del país gana en noviembre 31.638 afiliados (+0,2%) respecto al mes anterior, pero pierde 354.877 afiliados (-1,8%) en la comparativa interanual. El número medio de afiliados nacional se sitúa en 19.022.002 personas.

Por último, el número de autónomos afiliados en la Comunidad de Madrid crece en 1.293 personas respecto al pasado mes de octubre. Esta subida, relacionada también con el retorno a la actividad, deja el número de autónomos de la región en 406.835, situándose por encima del nivel que tenía el colectivo el pasado mes de febrero, antes del inicio de la pandemia.

El número de parados registrados en la ciudad de Madrid se ha mantenido prácticamente estable durante el mes de noviembre, con un aumento mínimo del 0,1 %, lo que supone que hay 167 desempleados más en la capital. Según los datos del Servicio Público de Empleo (SEPE), noviembre registra un total de 209.851 desempleados. El sector masculino ha sido el más castigado, siendo un total de 126 los hombres que han perdido su empleo frente a 41 mujeres.

En términos interanuales, el paro ha crecido en la ciudad un 28,2 % en comparación con el mes de noviembre del año 2019, registrándose 46.219 parados más. Este aumento interanual es, además, seis décimas mayor que el de octubre de este año.

También en términos interanuales, el paro masculino ha experimentado un mayor aumento (29,5 %), frente al femenino (27,3 %). El desempleo se distribuye en un  44 % de hombres y un 56 % de mujeres, situándose en 92.435 y 117.416, respectivamente.

Según sectores de actividad económica y en comparación con el mes de octubre, el número de parados disminuyó un 0,5 % en el sector industrial y un 0,2 % en el sector servicios mientras que aumentó en la construcción en un 2 %.

En comparación interanual, el número de parados aumentó en los tres sectores: 16,3 % en industria; 19,2 % en construcción y 29,7 % en el sector servicios. Es en este último donde se aprecian mayores aumentos interanuales: hostelería (46,5 %) y actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (35 %). Por el contrario, son las actividades financieras y el sector de la educación donde se registra menor número de desempleados (11,4 % y 15,2 %, respectivamente).

Los trabajadores amparados por los Expedientes de Regulación de Empleo Temporal (ERTEs) puestos en marcha para paliar los efectos de la crisis de la COVID-19 no computan como parados registrados y suponen casi la totalidad de los incluidos en la categoría de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), 86.469 en el mes de noviembre

Noviembre supuso para Madrid una pequeña reducción del paro, muy inferior a otros meses de noviembre de años anteriores, motivada por el mejor comportamiento de los servicios. También se ha producido un incremento en la afiliación a la Seguridad Social, aunque se mantienen más de 130.000 personas en ERTE. Son datos que indican la necesidad de frenar los efectos inmediatos de la crisis sanitaria en el empleo pero también de plantearse cambios en el modelo productivo madrileño y eliminar la dualidad en el mercado de trabajo.

Desde 2013, noviembre es un mes en el que Madrid reduce sus cifras de desempleo. Un mes en el que se mantienen los contratos realizados en los meses anteriores en sectores como la educación, y se produce un incremento de la actividad en el comercio. Pero la situación de pandemia y la afectación de muchas actividades provocan que el comportamiento del empleo no siga las mismas tendencias. En el pasado mes se redujo el paro, pero en tan solo 612 personas, una cifra mucho peor que la que se registraba en los últimos años en el mes de noviembre y que sitúa el paro registrado en 429.796 personas, casi 87.000 más que hace un año. Esto supone un incremento del 25% respecto a las cifras de paro de hace un año, lo que supone un crecimiento del desempleo que no se daba desde la crisis de 2008 y 2009.

Los afectados por ERTE al finalizar noviembre siguen siendo de 131.757 personas, con una mayor incidencia entre las mujeres. Esto indica la dificultad de muchos sectores, como la hostelería, el comercio, el transporte aéreo y los ligados al turismo (que son los que tienen más trabajadores y trabajadoras con medidas de suspensión) para recuperar la actividad y también que los ERTES siguen siendo una herramienta para contener el desempleo y dar una oportunidad a estos sectores.

Respecto a las personas en paro, a pesar de la pequeña mejoría que se ha producido en el desempleo femenino por el descenso del paro en el sector servicios, siguen siendo las mujeres las más afectadas por el desempleo y, valorando el conjunto del año, el grupo en el que más ha crecido (47.000 mujeres paradas más frente a 39.000 hombres). También resulta llamativo el desigual efecto que está teniendo la pandemia en los trabajadores y trabajadoras de origen extranjero. Mientras que en Madrid ha crecido el desempleo un 25% en un año, en el colectivo de trabajadores y trabajadoras de origen extranjero lo ha hecho un 44%. Entre los menores de 25 años el incremento del desempleo ha sido del 37%, frente al 24% de los mayores de esa edad. Por sectores han sido los servicios los responsables de la bajada del desempleo, seguido de la industria, mientras que se ha incrementado en la construcción y, de nuevo, en las personas desempleadas sin empleo anterior.

Este desigual comportamiento del desempleo se debe a que el paro afecta más a las personas que estaban en una situación precaria. Los colectivos con mayor temporalidad y con una fuerte rotación en el empleo, han sido los más golpeados por una crisis en la que han resistido mejor los empleos estables. Por ello, el reto para los próximos meses no es solo superar cuanto antes los efectos adversos sobre el empleo de esta crisis sino abordar la calidad de la contratación y eliminar la dualidad en las condiciones de trabajo. La precariedad no ha sido la fórmula para garantizar empleo suficiente y es ahora el elemento de mayor vulnerabilidad. Sin embargo la contratación sigue siendo mayoritariamente temporal. Este mes se mantiene esa tendencia y más del 82% de los 164.800 contratos firmados han sido temporales. Se firmaron, como viene siendo habitual, menos contratos que en octubre, aunque comparando la situación de este mes con el año anterior, se observa que se va elevando la contratación, que ha sido un 25% inferior a la de hace un año.

Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, el número de cotizantes ha vuelto a subir este mes en más de 19.000 personas, que sitúan la afiliación de 3,22 millones (casi 70.000 personas menos que hace un año y en niveles similares a los que se tenían en 2018).

En cuanto a prestaciones por desempleo, los datos son de octubre y se mantuvieron en cifras similares a las del mes anterior. Los beneficiarios fueron 312.954, de ellos 232.724 con una prestación contributiva. Más de la mitad fueron beneficiarios de ERTE, lo que indica que, con el nivel de desempleo que tiene la región, la protección a las personas es insuficiente.

Los datos de noviembre indican que es necesario poner en marcha medidas sanitarias para frenar la pandemia y recuperar la actividad y proteger la actividad económica y el empleo. Pero no basta con estas actuaciones. En lo inmediato es necesario mejorar la protección social y evitar una desigualdad que lleve a reproducir brechas sociales y situaciones de pobreza. Es necesario promover otros sectores que den respuesta a las necesidades actuales (servicios públicos, la transición digital, nuevas industrias) y mejorar la calidad en empleo, como mejor garantía frente a las crisis.