16
Nov
2020
El 43% de los jóvenes cree que tiene un problema de adicción a redes sociales Imprimir
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Foto cedida por CAMSegún una encuesta hecha pública en el Día sin Alcohol

La Encuesta Europea sobre Alcohol y otras Drogas 2019 (ESPAD) reúne datos comparables sobre el uso de sustancias psicoactivas y trastornos comportamentales en estudiantes de 15 y 16 años en 35 países europeos

El consumo de alcohol y otras drogas y adicciones entre los adolescentes españoles de 15 y 16 años se sitúa en la media europea, mientras presentan menos problemas con el uso de videojuegos, redes sociales y apuestas. Son las principales conclusiones de la Encuesta Europea sobre Alcohol y otras Drogas (ESPAD 2019), cuyos principales resultados ha hecho hoy públicos el Observatorio Europeo de las drogas y las toxicomanías. En esta edición se han encuestado un total de 99.647 estudiantes de 15 y 16 años durante el mes de marzo de 2019, 3.557 de los cuales pertenecen a la muestra española.

La encuesta ESPAD es un esfuerzo de colaboración de equipos de investigación en 35 países europeos en 2019 y el mayor proyecto de investigación internacional sobre el uso de sustancias psicoactivas en adolescentes en el mundo.

España dispone desde 1994 de la encuesta ESTUDES en estudiantes de 14 a 18 años, con ediciones bienales y amplias muestras, de entre 20.000 y 38.000 alumnos. El proyecto ESPAD se inició con posterioridad y España ha estado apoyándolo a nivel técnico y aportando datos de la encuesta ESTUDES. En esta última edición, 2019, se ha participado por primera vez como país miembro para reforzar la comparabilidad con los países de nuestro entorno.

Tabaco ESPAD 2019 muestra que la prevalencia de consumo de tabaco entre los adolescentes europeos muestra una tendencia decreciente. En 2019, el 41% de los estudiantes europeos ha fumado alguna vez en la vida y el 10% ha fumado cigarrillos diariamente en los últimos 30 días.

En España, la prevalencia de consumo de tabaco fue del 41% alguna vez en la vida y del 21% en los últimos 30 días. La prevalencia de consumo diario en los últimos 30 días se situó por debajo de la media europea, con el 9%.

La prevalencia de consumo de cigarrillos electrónicos muestra una tendencia ascendente, con prevalencias de consumo alguna vez en la vida del 40% en 2019. De media, 1 de cada 7 estudiantes (14%) declaró haber usado cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días.

En España, la prevalencia de consumo de cigarrillos electrónicos fue del 42% alguna vez en la vida, aunque las cifras de consumo en los últimos 30 días se sitúan bastante por debajo de la media europea, en el 9,4%.

En 2019, el 79% de los estudiantes declararon haber consumido alcohol alguna vez en la vida y el 13% haberse emborrachado en los últimos 30 días. En España, el consumo alguna vez en la vida es algo inferior, del 78%. Sin embargo, la prevalencia de borracheras se situó por encima de la media europea, con un 17%.

Respecto al binge drinking o episodios de consumo intensivo de alcohol (consumo de 5 o más bebidas alcohólicas en una ocasión), uno de cada tres estudiantes europeos (34%) informó haber realizado un consumo intensivo de alcohol durante los últimos 30 días. En España, la prevalencia es también del 34%, aunque con mayor consumo entre las mujeres a esta edad.

El cannabis es la sustancia ilegal más consumida, tanto en España como en el resto de países y está considerado entre los estudiantes europeos como la más fácil de conseguir, con una clara tendencia ascendente. Alrededor de un tercio de los estudiantes de ESPAD 2019 (32%) consideran que el cannabis es fácil de obtener, dato que aumenta al 41% entre los adolescentes españoles. El 16% de los adolescentes europeos, señalaron haber consumido alguna vez en la vida y el 7,1% en los últimos 30 días. En España, la prevalencia de consumo de cannabis en ambas referencias temporales es superior a la media europea, situándose en el 23% alguna vez en la vida y en el 12% en los últimos 30 días.

Respecto al consumo problemático de cannabis, el 4% de los estudiantes europeos de 15 a 16 años están en riesgo de desarrollar problemas relacionados con el consumo de cannabis, siendo este valor superior entre los estudiantes españoles (5,6%). Otras sustancias psicoactivas Entre los adolescentes españoles, los consumos de otras sustancias psicoactivas, tales como éxtasis, anfetaminas, metanfetaminas, heroína, GHB, inhalables volátiles, nuevas sustancias psicoactivas, analgésicos opioides sin receta e hipnosedantes sin receta, se encuentran por debajo de la media europea.

El 22% de los estudiantes europeos de 15 a 16 años han jugado con dinero en los últimos 12 meses (online o presencial), valor que disminuye al 17% entre los estudiantes españoles.

Los estudiantes españoles también presentan una prevalencia muy inferior a la media en el juego online, situándose en el 4,2%, frente al 7,9% que presentan los estudiantes europeos.

El 15% de los estudiantes europeos que habían jugado con dinero en los últimos 12 meses presentaron un juego con dinero excesivo, valor que se sitúa en el 10% entre los adolescentes españoles.

El 5% de los estudiantes europeos que habían jugado con dinero en los últimos 12 meses presentó un posible juego problemático, valor que se reduce al 3,2% presentó entre los adolescentes españoles.

Los resultados de la encuesta ESPAD muestran que el 46% de los estudiantes europeos auto perciben que tienen un problema con el uso de redes sociales y un 21% con los videojuegos.

Entre los adolescentes españoles, estos valores son algo inferiores a la media europea, siendo el 43% los que auto perciben que tienen un problema con el uso de redes sociales y un 16% con los videojuegos

El Ministerio de Sanidad ha presentado, en la webinar "Actualización de los límites de consumo de bajo riesgo de alcohol", un documento que actualiza dichos límites con el objetivo de disminuir los riesgos asociados al consumo. La principal conclusión es que no existe un nivel de consumo seguro. No consumir es lo único que evita sus efectos perjudiciales

La directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio, ha recordado en dicho foro que "el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en España y con menor percepción de riesgo". De hecho, se estima que se producen anualmente más de 15.000 muertes y la edad de inicio de consumo en España es de 14 años.

Dicho documento tiene como objetivo principal proporcionar información revisada a los profesionales sanitarios y a la población sobre los daños que produce esta sustancia, según los niveles y patrones de consumo, basada en la evidencia científica. "Reducir el consumo de alcohol -ha subrayado Pilar Aparicio- servirá para reducir el número de enfermedades, lesiones y consecuencias sociales con las que se asocia, permitiendo a su vez disminuir la presión asistencial que sufrimos en los últimos meses por la pandemia de la COVID-19".

El citado documento hace hincapié en que recomendar el consumo de bebidas alcohólicas, atribuyéndoles beneficios diferenciados, no está justificado con la evidencia científica disponible. Por lo tanto, ningún profesional de la salud o institución debe recomendar su consumo para mejorar la salud. También indica que no se puede asociar el consumo de alcohol con falsas propiedades protectoras frente al COVID-19.

El mismo texto reduce los límites del consumo promedio de bajo riesgo de alcohol que se sitúan ahora en 20 g/día para hombres y 10 g/día para mujeres asumiendo que cualquier consumo por mínimo que sea implica riesgo. Consumir alcohol por encima de estos límites conlleva una mayor mortalidad en comparación con no beber o beber a un nivel más bajo.

La diferencia entre el consumo en hombres y mujeres se debe a que en estas últimas los efectos inmediatos ocurren más rápidamente y duran más tiempo que en los hombres después de beber cantidades equivalentes, debido entre otros factores a la diferencia en la composición corporal, el metabolismo y absorción de alcohol, alcanzando mayores concentraciones en sangre que los hombres.

Estas diferencias, también condicionan problemas de salud a largo plazo en las mujeres con más probabilidad de enfermedades hepáticas (con un período comparativamente más corto y nivel de consumo diario más bajo que los hombres), mayor sensibilidad a la toxicidad neuronal y en el músculo cardiaco, entre otros. Además, las mujeres presentan riesgos específicos como el cáncer de mama, infertilidad, así como los problemas relacionados con su consumo durante el embarazo y lactancia. No obstante, los hombres consumen más frecuentemente y en mayor cantidad. Y suponen el 75% de las muertes atribuibles al alcohol.

Cabe recordar que el alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida en España y la que ocupa el cuarto lugar como factor de riesgo de pérdida de salud. En el año 2017, el 91% de la población de 15 a 64 años declaraba haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en la vida y el 63% en los últimos 30 días. Dicha sustancia contribuye al desarrollo de más de 200 problemas de salud y lesiones incluidas las enfermedades cardiovasculares, hepáticas, neuropsiquiátricas y ciertos tipos de cáncer.

Además, se insiste en que no deben consumir alcohol los menores de 18 años, mujeres embarazadas o que estén en periodo de lactancia, si se va a conducir un vehículo o en otras actividades que requieran concentración o habilidades psicomotrices. Asimismo, se recomienda evitar el consumo o en todo caso consultar con un profesional sanitario de referencia en el caso de consumir medicamentos que interaccionan con el alcohol, personas con problemas de salud mental o historia familiar de dependencia alcohólica.

Y, llama la atención sobre los episodios de consumo intensivo que están siempre desaconsejados ya que son especialmente perjudiciales tanto a nivel individual como social.

Otro de los mensajes clave es que la evidencia epidemiológica no muestra que el consumo de vino y de cerveza, como defienden algunas creencias, a pesar de contener sustancias que podrían ser potencialmente beneficiosas para la salud, tenga un efecto protector diferenciado en la reducción del riesgo cardiometabólico o de otro tipo. Por ello, no se deben recomendar

La Comunidad de Madrid presenta una campaña divulgativa de sensibilización sobre los riesgos asociados al consumo de alcohol y los daños producidos por esta droga. Esta iniciativa se pone en marcha con la difusión de dos vídeos de animación bajo el lema Mejor sin alcohol, que se emitirán en Canal Metro, redes sociales institucionales y el portal web oficial de la Comunidad de Madrid.

Los vídeos se pueden descargar directamente en las siguientes direcciones de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=8UqP3KAR8U4&feature=youtu.be y https://www.youtube.com/watch?v=THNpbRrl0xo&feature=youtu.be

Mañana domingo, 15 de noviembre, se celebra el Día Mundial Sin Alcohol. En el contexto actual de aislamiento social ocasionado por el COVID-19, la Comunidad de Madrid recuerda que su consumo puede ser un recurso para evitar el miedo y la ansiedad, hacer frente a las emociones ante la situación de incertidumbre social, y su abuso, un elemento peligroso para la salud.

En este sentido, la Consejería de Sanidad recuerda que el consumo de alcohol lleva consigo y está relacionado con un gran número de trastornos y enfermedades, además de las consecuencias personales asociadas a ciertos tipos de enfermedades.

El primero de los vídeos va dirigido a los padres, por ser estos los modelos y referentes para sus hijos y, por tanto, importantes agentes preventivos. En él se advierte de la necesidad de que conozcan los riesgos que supone la ingesta de alcohol entre los adolescentes, dada su inmadurez biológica y psicológica. El segundo audiovisual está destinado a la población en general, a quien se pretende advertir de que el alcohol es una droga y el consiguiente riesgo que supone su consumo.

La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid dirige sus estrategias al desarrollo de medidas preventivas del consumo de alcohol entre los jóvenes, tanto en el ámbito escolar, familiar, laboral, comunitario y de ocio y tiempo libre. Además, orienta todos sus esfuerzos a modificar los factores de riesgo y a fomentar factores de protección frente al consumo del alcohol, especialmente en la población más vulnerable, la infanto-juvenil.

Según los datos de la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanza Secundaria (ESTUDES 2018) de la Comunidad de Madrid, el alcohol sigue siendo la sustancia más consumida entre los jóvenes de 14 a 18 años: el 77,9% de ellos lo ha consumido alguna vez, el 75,9% los últimos 12 meses, y seis de cada diez estudiantes en los últimos 30 días.

Entre otros indicadores indirectos de consumo de alcohol destaca que casi la mitad de los estudiantes (44,5%) reconoce haberse emborrachado en el último año, mientras que el 24,3% lo habría hecho en el último mes, mientras que el 32,3% de los alumnos de 14 a18 años reconoció haber realizado binge drinking -consumo en atracón- en los últimos 30 días. Además, a pesar de que se ha incrementado la edad media de inicio del consumo de alcohol, ésta sigue siendo muy temprana, de 14 años, sin diferencias por sexo