"La situación se arregla trabajando y no manifestándose" ha declarado

Marta Sánchez, la otrora conocida por animar a nuestra tropa en el Golfo y por parir la mítica "Desesperada" amén de otros éxitos como "De mujer a mujer" o "Soy yo",ésa que siempre ha caído simpática a la izquierda y que llenaba los programas musicales en tiempos de Felipe González, ha metido la pata hasta el fondo. Pues ese amor creo que ha llegado a su fin. Marta ha declarado en alusión a las manifestaciones de los funcionarios que "La situación se arregla trabajando y no manifestándose" y al momento, como nos tiene acostumbrado Twitter se convirtió en un hervidero de insultos, descalificaciones y palabras gruesas contra la cantante.

Algunos ya han pasado a considerarla como la nueva musa del PP y otros hablan de incontinencia, menopausia o aprovechan para meterse con las letras de sus canciones.

Algunos amenazan con no volver a comprarle sus discos "hora ya sabemos que Marta Sánchez votó al PP. Y que sus discos los comprará Rita la Cantaora" decía un tuit y a pesar de que la cantante se ha disculpado y ha reconocido que su padre fue funcionario durante treinta años y que por eso los entiende, la comunidad tuitera no la ha indultado y a esta hora es Trending Topic y me parece que va a permanecer en lo alto muchas horas.

Mientras algunos colaboradores aprovechan la coyuntura para ganar folowers como Tamara Gorro que ha preguntado directamente a sus seguidores que les ha parecido el asunto. En una entrevista cargada de emotividad, María Teresa Campos arrancó a Marta lágrimas en varias ocasiones como cuando recordaban la resurrección después de un coma de Gabriela Spanic. La actriz y modelo despertó mientras sonaba una canción de la española convirtiéndose desde entonces en "su hermana pequeña de Méjico". Pero las emociones estaban a flor de piel y volvía a llorar cuando recordaba la que había líado en Twitter. "Estoy muy sensible con lo de Twitter, a mi estas cosas me afectan mucho" ha declarado mientras que la presentadora de Telecinco intentaba consolarla.