24
Sep
2016
Gran Hermano 17 (GH 17): Bronca Bea-Adara y Bárbara-Montse; el Contraclub se queda vacío; y los miembros del Club se van de la lengua Imprimir
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Ni la entrada de exconcursantes, ni la doble expulsión logran resucitar una edición muerta

Alerta Roja. Ahora sí que volvemos a tener problemas, y muy serios. A pesar de la pedazo gala que se curraron el jueves (más bien no se curraron nada. La gala fue fluyendo sin más, muchas veces, sin que el programa lo tuviera previsto), la audiencia sigue dando la espalda a este GH 17, y es que Chicote regresó con tanta fuerza que se marcó un 15% en su segundo capítulo, dejando a Águila Roja y GH empatados en un 14,7% en periodo de coincidencia.

Eso sí, como el otrora buque insignia de la cadena comienza, oficialmente, a las once de la noche, y no termina hasta las dos menos cuarto, acababa con una media de 19%, medio punto menos que hace siete días. Y con estos datos, ni que decir tiene que el barco se hunde. Y es que estos datos son especialmente sangrantes, ya que se produjeron en una noche en la que productora o cadena decidieron sacrificar la edición, dejando que el grupo mayoritario tomase el control, y haciendo que los dos grandes estrategas quedasen fuera del juego. Así no es de extrañar que este primer día “post Maite” nos haya dejado un juego mucho más cercano a lo que suele ser habitual en este programa en los últimos años: carpeteos, celos, pentágonos amorosos, y broncas impostadas. Vamos, la vida en directo.

Y ante semejante desastre, el programa intentará salvar los muebles el próximo domingo tratando de deshacer todo lo que se vino abajo el jueves. Así, es muy probable que al favorito de la audiencia se le vuelva a proponer entrar en el Contraclub (en puridad, él está expulsado, por lo que puede optar a la repesca tanto desde dentro como desde fuera de la casa), aunque esta vez sin la “pastora de ovejas”.

Y es que el paso del “huracán Maite” dejó bastantes más damnificados que el pobre Pablo. Según desvelaba Amor en una entrevista ayer mismo, lo que provocó el abandono de Pablo fue una pelea entre la concursante del 9 y la del 16 en la que se llamaron de todo (Maite explicaba a través de un WhatsApp enviado a la propia Amor y que la canaria se encargó de hacer público, que era únicamente para montar espectáculo y subir la audiencia del programa).

Pablo, tras ver esto, no dudó ni un segundo en salir por patas de la casa, dejando a las tres ex concursantes que se matasen en el apartamento. Pero, según desvelaba Amor, la salida de Pablo no fue lo único que ocurrió durante la noche, ya que María José Galera sufrió un desvanecimiento que obligó a intervenir a los médicos. Obviamente, con semejantes mimbres (pasaron dentro poco más de una hora), el programa no tuvo la menor duda en cerrar inmediatamente el Contraclub.

Eso sí, posiblemente sólo hasta mañana, ya que, si Pablo acepta volver, lo haría con otros ex concursantes mucho menos dados a la polémica barata. Y eso que cualquiera podía prever lo que iba a suceder al meter dentro de la misma casa (y además bastante pequeña) a las concursantes más polémicas de la historia (y menos mal que no llegaron a un acuerdo con Aída, porque Maite, Aída y María José Galera en una misma casa es una auténtica bomba de relojería).

Pero el papel del Contraclub no es el único que se redefinirá en el Debate de mañana. Los concursantes que tenían acceso al Club terminaban la noche “postnominaciones” contando con total normalidad lo que ocurría dentro del polémico espacio (de hecho, no todos. Bárbara tardó 24 horas en desvelar lo que Fer y Pol se callaron, provocando una auténtica guerra de consecuencias imprevisibles. Ahora os cuento).

Obviamente, el programa entiende que se está vulnerando el deber de sigilo que se exige a los habitantes del Club, y por eso serán sancionados durante la noche. Y es que, si grave es la salida de Pablo, mucho más lo es comprobar los vicios ocultos de la nueva mecánica. El grupo mayoritario (que existe desde que GH lo hace) tiene el control total del juego, al decidir quién entra en el Club, y, una vez dentro, quienes son los nominados. Así, lógicamente, el grupo minoritario no tiene la más mínima posibilidad de evitar ser fulminado por los otros (por cierto, fue una mecánica muy parecida, en la que se daba todo el poder al grupo mayoritario, la que terminó mucho antes de lo previsto “La Revuelta” de GH 12+1).

Así las cosas, el programa intentará cambiar la situación a través de la sanción a los miembros del Club. Tal vez (ésto es pura elucubración, pero conociéndoles, no me extrañaría nada) el programa decida anular las nominaciones, y poner en la palestra a los tres miembros del Club como castigo por desvelar el secreto mejor guardado de esta edición.

Y es que Pol y Fer no tardaron ni cinco minutos en contar al resto de su grupo que habían visto las nominaciones, salvando in extremis a Fer y dando a Rodrigo la posibilidad de doblar sus votos. Como en esta casa las paredes oyen, poco tardaron Meritxell y Candelas en pedir explicaciones a Bárbara sobre la no nominación de Fernando. La youtuber intentó escapar de la pregunta, pero acabó reconociendo que sus votos no hubieran cambiado nada, ya que Pol siempre tiene la última palabra.

Como la información es poder, Bárbara se guardó una última píldora que no soltaría hasta la noche siguiente, en que una fiesta de romanos estuvo a punto de terminar en bacanal. Vamos por partes. La cosa comenzaba tranquila, pero el alcohol provocaba que, poco a poco, las lenguas se fueran soltando, provocando que Adara acabase pidiendo explicaciones a Pol sobre la nominación de la noche anterior. El luchador no quiso entrar, y Adara soltó la bomba, mostrándose celosa de Miguel, y recriminándole las muestras de cariño que le profesa.

Pero la cosa no terminaba aquí, ya que su ataque de celos provocó comentarios por parte de todos los habitantes, incluyendo una Bea que desveló que Adara tenía un ex esperándola fuera (nosotros ya lo sabíamos, pero parece que dentro no). Adara, tras escucharlo, cargaba contra Bea llamándola de todo, mientras que Pol, por un lado; y Miguel, por otro, se deshacían en lágrimas (al final acabarían consolándose mutuamente en la habitación).

Por si la cosa estaba poco caliente, Bárbara contaba a Adara que Pol se había negado a que ella nominase con doble puntuación (ésto habría sacado a la palestra a Miguel y Fernando con las chicas), lo que provocaba una nueva bronca entre Pol y Adara, primero, Adara y Rodrigo, después; y Adara y Rodrigo en tercer lugar.

La cosa terminaba con Bea pidiendo a toda la casa que la nominen junto a Adara para enfrentarse en un duelo; mientras Bárbara cargaba contra Montse antes de que todos acabasen gritándose unos a otros.