Susana intentará que los Gemelos y Argi se lleven bien

La casa continúa en calma chicha cuando solo faltan diez días para la final. Ellos están convencidos de que esta noche hay gala (si no no les salen las cuentas, al igual que a nosotros), y el viernes ya comenzaron a verse movimientos de cara a unas nominaciones que no se van a producir. Sin embargo, ellos continúan jugando su partida de ajedrez, y entre tanto tienen tiempo para seguir jugando al billar. Por suerte para los que estamos fuera, el exterior está mucho más animado, aunque esta expulsión no está levantando el interés ni la movilización de las anteriores.

Si recordáis el post anterior, habíamos dejado a los concursantes en plena fiesta de Roland Garros (una fiesta en la que sonaron canciones tan francesas como el “A quien le importa”, “Desátame”, o “Fotonovela”, además de alguna de Extremoduro). En cualquier caso, la fiesta tenía como leit motiv el juego de beso, verdad o atrevimiento. Los concursantes fueron introduciendo en la ensaladera (la de plata, no la de hacer la comida), distintos atrevimientos que animaron bastante la noche. Además de besos varios, me quedo con un momento que puso cardíaca a media casa: Igor hacía un striptease integral (aunque con la toalla puesta), ante la atónita mirada de sus compañeros. El final del espectáculo estuvo lleno de simbolismo: “Aquí hay que mojarse”, les dijo a sus compañeros.

La fiesta terminaba con los concursantes planeando nominaciones y Nacho en el jacuzzi, intentando calmar un intenso dolor de muelas. A la mañana siguiente Susana tuvo una recaída en ese punto negro que puede hacerle perder el maletín: se acordó de los Gemelos Montoya, y comenzó a planear su vida en común con Gonzalo. O algo parecido, ya que dejó muy claro que lo mejor para vivir con el gemelo era una relación a distancia. Por aquello de dar una de cal y otra de arena, la de Murcia también se acordó de Argi, (en realidad fue su ángel de la guarda, Igor, quien le recordó a la vasca cuando ella hablaba de los gemelos) preguntándose por qué nunca se despidió de la casa desde plató (Igor, que sabía la respuesta, no tuvo más remedio que morderse la lengua), y afirmó que, al salir, haría todo lo posible por que los Montoya arreglasen sus diferencias con la vasca.

Ya por la tarde, la protagonista fue Desi, que recibió un mensaje del exterior, en forma de gritos, que no le hizo ninguna gracia. Según ella, no entendió lo que dijeron, salvo su nombre, pero hay motivos más que sobrados para pensar que sí lo entendió, y que era información muy sensible. Y es que, después de escuchar el mensaje la sevillana no fue la misma durante toda la tarde: especialmente nerviosa, se enfadó por una tontería e intentó explicar para qué quería el dinero del premio (para pagar una deuda de telefonía que, afirmaba, no es suya). Este extraño comportamiento, además del hecho de no querer compartir la información con el resto de la casa hace suponer que a Desi ya le han contado la exhaustiva investigación sobre su pasado, una investigación que comenzaba a partir de las pistas dejadas por Kiko Hernández en su blog, y que desmontan gran parte del personaje creado por la sevillana.

Sin embargo, si es cierto que ha recibido la información, Desi se lo ha tomado razonablemente bien, y no ha tenido ningún amago de abandono, ni un paso por el confesionario para explicarse.

Más cosas. La tarde fue especialmente animada en Guadalix, ya que los concursantes tuvieron que grabar un anuncio para la marca Licor del Polo, anuncio que colgarán en Facebook y que, si llega a los 5.000 “Me gusta” supondrá un premio para los habitantes de la casa. La grabación será esta tarde, pero ayer dedicaron el día a elaborar un guión y ensayar el spot, que grabarán ellos mismos. El trabajo comenzaba bien, pero la susceptibilidad de Desi hacía que la de Sevilla abandonase la grabación por una tontería. Por suerte el cabreo de la de Sevilla fue amainando con el paso de las horas, y a última hora de la noche comentaba situaciones de su pasado (bastante menos escabrosas que las que están saliendo a la luz) con Álvaro y Susana.

Termino el repaso por el interior de la casa con un Expediente X. Raki, una de las pocas que no había tenido contacto previo con el show business contaba ayer que se había presentado a siete casting, aunque sólo la cogieron en uno, si bien renunció al papel porque implicaba cortarse el pelo.

Y mientras esto ocurre en Guadalix, fuera las cosas van por otros derroteros. Decía que la expulsión no estaba levantando demasiada polvareda, por lo que, para no perder la movilización, las Wallistas han iniciado una nueva campaña: están dispuestas a poner algo de dinero para que Sonia pueda costearse el máster en Odontología que quiere hacer. Sobre la expulsión, parece estar más que decidida. Tanto es así que el programa está aceptando como válidos votos para expulsar a Juan Carlos con el nombre de “Juan Mueble” (la razón es que, al tratarse de un proceso informatizado para contabilizar los votos, sólo se tiene en cuenta la primera palabra del nombre, lo que, al ser compuesto, supone que cualquier palabra que acompañe al “Juan” contabilizará como voto válido).

Termino una vez más con la trama del gato. Si volvéis a ver la Gala, veréis que hay un momento, hacia el final de la entrevista con Kristian, en que Mercedes saluda a alguien entre el público. En ese momento se hace el silencio y la presentadora anuncia que va a expulsar a Lorena. La razón es que, en ese momento, la concursante gritaba: “Ese es el Gato Encerrado”.