08
Jun
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): audiencias de la Gala, Raki se acerca a Desi, e Ikea ya espera a Juan Carlos Imprimir
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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Desi descubre la traición del pelochismo y se acerca más al Clan Igor

Parece que a once días del final el juego sigue dentro de la casa de Guadalix. Anoche mismo os hablaba de la posición en que quedaría Raki al verse sola frente al Clan Igor, lo que podría provocar un cambio de bando de la catalana. Sin embargo, no ha sido necesario esperar mucho (ellos también saben que esto se acaba) para ver un sorprendente cambio de actitud en la chica. Si hasta hace dos días Raki era integrante convencida del Pelochismo, ayer mismo comenzaba a acercarse al otro bando, y lo hacía apuñalando a su antiguo líder: Raki confesaba a Desi que Kristian había nominado a la sevillana, lo que tuvo consecuencias, pero vamos por partes.

Si recordáis, habíamos dejado a los concursantes en una noche de buen rollo generalizado tras la conversación entre Álvaro y Kristian, que hizo cambiar al entrenador de fútbol de perspectiva de forma radical. Este cambio de actitud, por supuesto, no pasó desapercibido: Igor y Susana comentaban, en la noche del miércoles la nueva actitud del Pelochismo (por cierto, sin entenderla mucho. Los de fuera tampoco, la verdad).

Al día siguiente los concursantes se encontraban con que los Reyes Magos de Guadalix habían entrado por la noche en la casa. Eso sí, en lugar de dejarles juguetes, perfumes, o mensajes del exterior, les dejaron dos cartones de leche, un producto que en esa casa se considera mucho más prescindible que la nocilla, y que algunos hacía varias semanas que no probaban (para desayunar utilizan un mejunje extraño que no debe estar especialmente bueno, pero que a ellos les encanta: agua con cola cao). El calcio extra les dio fuerza para emplearla en lo que mejor se les da: montar bronca. Ayer os lo avanzaba, y hoy os lo cuento a fondo: la tarde venía marcada por la decisión de Igor de esconder a Desi el maquillaje (la venganza de Igor es la venganza de Argi, y al vasco le conviene recordar al susargismo lo que hizo Desi a la concursante, sobre todo si, como él creía, la expulsión estaba entre Desi y él mismo).

A diferencia de lo que ocurrió con Argi, Desi no se tomó demasiado bien la ausencia de sus pinturas, y estalló en una bronca monumental. Al notar la desaparición, la sevillana comenzó a buscarlas por toda la casa (al igual que Argi), y a preguntar al resto de sus compañeros (también como la vasca). En lo que no coincidió con Argi es en la reacción: “voy a empezar a romper cosas si no aparece mi maquillaje”, soltó, gritando, la concursante que, por cierto, hizo enfadar a Kristian, que se vio acusado del robo. En concreto Desi notó la ausencia de la caja de sombras y dos tubos de maquillaje, elementos necesarios para estar presentable en la gala. Mientras Desi se desesperaba, a pocos metros, Igor observaba la acción mientras cantaba por Alejandro Sanz.

Para darle un poco más de vida a la trama, Igor se medio descubrió recordándole que un episodio muy similar había ocurrido con Argi. Al descubrir al ladrón, Desi optó por la retirada (y por preparar su venganza), algo que Igor entendió como un síntoma de cobardía y una victoria. Eso sí, al final Desi pudo pintarse para la Gala, ya que Raki le prestó sus pinturas.

Sin embargo, a Álvaro y Susana sí les confesó quien había hecho desaparecer sus pinturas. La explicación que les dio también nos recuerda esos días de la pelea con Argi y la desaparición del maquillaje: “no le acuso porque estoy enfadada y no le hablo” (recordemos que la concursante hizo voto de silencio porque el programa le requisó el maquillaje para que sacase los de Argi hace una eternidad).

Con la casa en calma tensa, comenzaba la Gala y Kristian e Igor se marchaban a la Sala de Expulsiones dejando a la casa en espera, una espera que, esta vez, sí dio para mucho. En presencia de todos los demás Susana afirmó que Igor iría a la sala de expulsiones todas las semanas en un cara a cara con alguien, ante lo que Álvaro terció: “Hasta que se cargue a todos”. Las palabras de los dos concursantes, corroboradas por el retorno del vasco son, sin duda, el detonante de que Igor no saliese nominado. Dentro de la Sala de Expulsiones, por su parte, Igor contaba a Kristian como funcionaban los duelos, y el madrileño aprovechaba para hacer las paces con el concursante. Kristian e Igor se fundían en un abrazo justo antes de la conexión de Mercedes Milá.

Después de las nominaciones, Desi decidió vengarse de Igor, y lo hizo montando una fuerte bronca durante la conexión con la casa. Los motivos últimos tienen que ver con el robo del maquillaje, aunque la excusa fuera la noche de picnic. Desi enseguida se dio cuenta de que no podría fumar durante toda la noche mientras sus cuatro compañeros tomaban una opípara cena campestre. Eso sí, los de fuera no quisieron hace demasiada sangre con la sevillana, y solo le pidieron lo imprescindible (tampoco Desi hubiera llevado mucho más a los concursantes que estaban en el jardín).

La noche de campo terminaba a eso de las ocho de la mañana, cuando los exploradores volvían a sus camas, mientras Desi se quedaba escribiendo un blog. La expulsión de Kristian, además, tuvo un efecto colateral que no gustó a todos: una de las habitaciones quedaba clausurada (al haber siete camas en cada habitación, caben todos en una).

En cuanto a la configuración de grupos, estamos en pleno proceso de destrucción del pelochismo: Raki pasaba la tarde muy cerca de Desi, y lo hacía para pedirle explicaciones de por qué no la eligió a ella para pasar la noche en el apartamento. La respuesta de Desi, contundente: “porque tu ya estabas con Juan Carlos, mientras que Susana se había quedado sola”. La explicación de la de Sevilla provocaba un cambio de estrategia en Raki, que intentaba ganarse la confianza de Desi traicionando a Kristian: la catalana confesó a Desi que Kristian la había nominado. La de Sevilla recibió la confesión como una auténtica puñalada (aunque Desi forme parte del Clan Igor, su relación, mala, con Igor hacía que tuviera una cierta relación con parte del Pelochismo, especialmente con Kristian). Al conocer la verdad, Desi fue a intentar corroborar la versión con Álvaro, que le afirmó: “tu estabas más por Kristian que él por ti”. La reacción, temperamental, de Desi, fue afirmar: “se acabó lo de tener intocables”.

Así las cosas, tenemos la casa en un momento estratégico espectacular: con la posibilidad de que Raki, Desi y Álvaro formasen un grupo que se opusiese al susigorismo, y con los votos de Nacho y Juan Carlos como decisivos para decantar la balanza. Por desgracia, este juego ya carece de sentido, pues ellos no volverán a nominar, y ya todo está en manos del público, que elegirá al ganador dentro de once días.

Además, ayer comenzaba una nueva prueba semanal (digo nueva por decir algo, pues no es otra que la prueba de la cabina telefónica, en la que tienen que llamar a distintos países). En esta ocasión tienen que preguntar la hora a sus interlocutores, inflar flotadores y, una parte que puede dar juego al espectador, apagar despertadores escondidos por la casa y que pueden sonar en cualquier momento del día o de la noche. La gran dificultad estriba en que sólo tienen 30 segundos para desconectar la alarma.

La noche tenía como protagonista una fiesta muy especial: con motivo de la final española de Roland Garrós que viviremos mañana domingo entre Ferrer y Nadal, los concursantes vivieron una noche ambientada en el tenis que no dio demasiado de sí.

Y mientras todo esto ocurre dentro de la casa, fuera seguimos como siempre: parece que la guerra ha cambiado de contendientes, y, ante la imposibilidad de sacar a Susana, los juancarlistas han decidido ir a por Desi (la teoría es buena: si no se despierta el susargismo, una cantidad menor de votos puede salvar a Juan Carlos de la expulsión, sobre todo si Telecinco sigue sacando la peor cara de Desi). Eso sí, Ikea ya está sobre aviso: ayer, y de nuevo a través de Twitter, informaban a la marca de que Juan Carlos sería enviado de vuelta a los almacenes el próximo jueves, a lo que la cuenta oficial de Ikea respondía: “Sin problema. ¿Desmontado y en el embalaje original?”. Por cierto, Susana demostraba el jueves por la noche que no hay tanta diferencia en cómo percibimos el juego desde fuera y cómo lo hacen los propios concursantes: “si yo hubiera votado por Juan Carlos en la repesca me sentiría estafada”, afirmaba la murciana.

También anoche Sonia comenzaba a recaudar los 40.000 euros que necesita para costearse el máster en Odontología que quiere cursar en Madrid, y lo hacía visitando el Deluxe para someterse a una entrevista- masaje que dio poco de sí (quizás hundir un poco más al Número 1, pero poco más). Sonia afirmó que su expulsión se debió a la AppGree, volvió a explicar la polémica de su paso por el médico, y contó que había pasado todo el día con Kris.

En cuanto a las audiencias, algo mejor que la semana anterior, aunque lejos todavía de lo esperado: casi un 19% de share, siete décimas más que hace una semana, y de nuevo por debajo de los 2.500.000 de espectadores. Aún así, el programa fue líder de la noche, superando a Chicote y al desenlace de la historia de Eva Perón en España.

Hoy termino con la segunda parte de una de las tramas de la Gala. Si recordáis el post post-gala hablaba de la expulsión de Lorena tras desvelar la identidad del Gato Encerrado. Ayer era el Gato el que hablaba sobre el episodio, y lo hacía para contar el final de la historia, un final que debería ser el que tuvieran siempre las peleas y broncas en Gran Hermano: dos besos, y pelillos a la mar. Al fin y al cabo, esto no es más que un juego.