03
Jun
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): Susana se acerca a Igor, Sonia vuelve a Guadalix, y las Wallistas piden la expulsión de Susana Imprimir
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La murciana contó que llevan a los chicos de la Asociación en la que colabora a clubes de alterne

Otro día en Guadalix, y, como todos los días anteriores a las galas (ellos creen que esta noche hay expulsión y nominaciones), con mucho movimiento estratégico: Kristian es descubierto por Desi, delante de toda la casa como el ladrón de comida; Susana se enfrenta a Kristian acusándole de egoísta y egocéntrico; y Susana comienza un acercamiento a Igor que le puede dar el maletín. Pero vamos por partes.

Como todas las noches anteriores a una gala, la bronca y el juego volvieron a Guadalix (sabiendo esto, propongo una semana con galas todas las noches, y así no nos morimos de aburrimiento viéndoles dormitar o, lo que es peor, jugando al billar). La cosa comenzó con un enfrentamiento, medio en broma, medio en serio entre la Reina y el Miguel Angel de Guadalix. Susana recriminó a Kristian que era un egoísta y un egocéntrico, justo después de que el Pelocho le echase en cara que se quejaba a pesar de que su papel en la prueba es el más fácil (si Susana fuera una Reina de verdad habría ordenado que le cortasen la cabeza, pero como no es el caso, Kristian sigue teniendo su “personalidad” sobre los hombros). El segundo enganche, de consecuencias imprevisibles, se produjo con Desi, si bien la que abrió la veda no fue otra que Raki. La catalana recriminó, en general, que alguien comía a escondidas, ante lo que Kristian, muy nervioso, no dudó en acusar, a gritos, a Desi. La sevillana, por supuesto, no se cayó nada, y soltó, delante de todos sus compañeros, que el ladrón de comida no es otro que el Pelocho. Kristian, atrapado, intentó suavizar la situación a base de bromas, pero la acusación está sobre la mesa.

Viendo como la noche estaba dando mucho juego, y movimientos estratégicos totalmente inesperados, Susana decidió que ya iba siendo hora de arreglar las cosas con Igor. Le dijo que todo el mundo la previene contra él, pero que viendo como está la casa, es probable que deba prevenirse contra todos (espectacular movimiento de Susana que le acerca, con la colaboración de Igor, hasta el maletín mucho más de lo que ha estado durante todo el concurso). Ahora veremos si el acercamiento se materializa en alianza, lo que, si Kristian es expulsado, daría el control total a Igor sobre el juego, salvo que los Pelochistas y Álvaro y Desi decidiesen hacer piña para evitar su exterminio.

Y mientras la casa se mueve, por fin, fuera seguimos a lo de siempre: ayer por la tarde las Wallistas pedían la expulsión disciplinaria de Susana por contar una historia relativa a la Asociación de Discapacitados Físicos en que colabora. La de Murcia explicaba a sus compañeros, con total naturalidad, que, en ocasiones, llevan a alguno de los chicos a locales de alterne para satisfacer sus necesidades. El comentario levantaba un revuelo enorme en Twitter, afirmando algunos que denigraba a los discapacitados y que merecía la expulsión (sabéis que normalmente no me mojo en este tipo de cosas, pero, sinceramente, creo que quien debería ser expulsado son esas chicas tan absolutamente superficiales como para no entender que un chico discapacitado es un chico completamente normal. Si lo entendiesen, y no juzgasen a primer golpe de vista, probablemente las Asociaciones como la de Susana no tendrían que hacer ese tipo de cosas).

Por supuesto, la petición de expulsión no cuajó demasiado, aunque sí tuvo consecuencias importantes: el susargismo, dormido tras la expulsión de los Gemelos, renacía con fuerza para sacar de la casa a Kristian, comenzando las ya tradicionales lluvias de votos. Por si fuera poco, Sonia también se encargaba de granjear enemigos a su muñeco, y lo hacía peleándose con Laura Campos a través de Twitter. La canaria le recriminaba que no apoyase a Kristian durante su visita centenaria, lo que enfureció los ánimos de las Lauristas (otro grupo de carpeteras responsable de la victoria de la de Parla).

Con semejante movimiento anti Kristian, Telecinco decidió contraatacar para salvar a su favorito, y lo hizo con algo nunca visto en toda la edición: María Teresa Campos invitó al hermano del Pelocho a “Que tiempo tan feliz” para que lo defendiese atacando a Igor. La maniobra, tan descarada como puede esperarse si, como todo apunta, el Pelocho va perdiendo por goleada, conseguía enfadar todavía más a las Susargistas.

Y así las cosas, ayer por la tarde Sonia volvía a Guadalix, aunque lo hacía megáfono en mano, y para gritarle a su Pelocho que aguantase, que tenía mucho apoyo y que iba a ganar. Por desgracia para el juego, Kristian no reconoció la voz de la canaria, y sólo entendió que algo importante iba a pasar el jueves.

Y ya dentro de la casa voy a hablar de Juan Carlos que, a pesar de que no se le ve, se supone que sigue concursando. El madrileño, harto de dormitar todo el día en la cama, decidió construirse una cama de puffs en el salón para seguir dormitando el tiempo que no está tumbado en la hamaca tomando el Sol. Por la tarde, sin embargo, se llevó su cama de puffs al lado de la reina Susana, donde también se quedó frito (Juan Carlos es el concursante que entró en la Respesca afirmando que quería demostrar que no era ningún mueble, cosa que demuestra día a día).

Más cosas, el amor verdadero entre Kristian y Sonia, y Susana y Gonzalo no es excesivamente sólido. Ambos concursantes se preguntaban qué pasaría si cuando salieran de la casa sus respectivos tuvieran nueva pareja. Kristian se lo tomaba con filosofía: “no hay ningún concursante de Gran Hermano que no ligue mogollón al salir”, mientras que Susana anunciaba que echaría la culpa a Carlos por permitírselo al otro Montoya. Eso sí, por aquello de aumentar su leyenda, Kristian reconocía que ha estado muchas veces en la Posada.