27
May
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): expulsión Sonia, Igor, Gemelos o Nacho, Argi y los Frigenti entran en la guerra, y los porcentajes se igualan entre los dos candidatos a la expulsión Imprimir
Los Blogs del Telescopio - El Choniblog
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Sonia escribe un sorprendente blog en el que le traiciona el subconsciente

Esta noche Gran Hermano se enfrenta por primera vez con Águila Roja, y eso solo puede significar que nos espera una gala de antología. Eso sí, todo apunta a que no saldrá quien el público espera, y es que fuera (dentro siguen igual de aburridos) las cosas se han movido mucho en las últimas 24 horas.

Para empezar, de forma sorprendente, los perfiles de Twitter relacionados con la productora y la cadena hablan de “empate técnico” entre los dos candidatos a la expulsión, algo que no concuerda con los datos hechos públicos ayer, y que situaban la diferencia en catorce puntos (para que entendáis como es científicamente imposible, os voy a dar una pequeña clase de estadística: según la Ley de los Grandes Números, al llegar a una cantidad muy elevada de votos, los porcentajes tienden a la estabilidad total. Es decir, en una encuesta, la diferencia de resultados que da una población de diez mil encuestas con respecto a otra de un millón es prácticamente nula. Llevando esto a Gran Hermano, un recorte de catorce puntos en una sola noche solo podría explicarse de una forma: absolutamente todos los votos contabilizados fueron para Igor, y llegaron en cantidades industriales, algo prácticamente imposible. Si el número de votos es muy pequeño, sin embargo, una alteración en la cantidad, sí puede provocar tsunamis en las expulsiones. Probablemente eso es lo que sucedió en la expulsión de Iván contra Saray, pero si el número es muy elevado, es casi imposible mover los porcentajes). Dicho esto, la intención de la cadena de vendernos el empate técnico sólo puede tener dos razones de ser: o bien quieren seguir incentivando la votación, que debe haberse parado en las ultimas horas; o bien están produciéndose movimientos subterráneos en los despachos que pueden provocar la expulsión menos creíble (y ya van unas cuantas) de la edición.

A las pruebas me remito: después de pasarse más de un mes y medio calentando las redes sociales y la propia casa con megáfonos, el día de ayer vio el final de la guerra sucia de los Walls: los megáfonos desaparecieron, también los mensajes cifrados en la radio, y hasta Ramón Walls cerró su cuenta de Twitter. Es más, para escenificar el sorprendente cambio de estrategia de los Walls esta misma noche el padre y el hermano de Sonia estarán en el plató de la Gala.

Pero mientras esto sucede bajo la superficie, a ras de suelo los ánimos están muy calientes. Si ayer hablaba del torpedeo de mensajes y votos de las hordas wallistas, hoy hay que hablar sobre la campaña de las hordas susargistas. Renacidas y con mucha fuerza, también ellas han puesto en marcha campañas de “lluvia de votos”, y montajes a través de Twitter pidiendo el voto para sacar de la casa a Sonia. Así, una vez más, la guerra entre los dos tipos de carpeteras se recrudece, aunque esta noche sólo unas saldrán victoriosas.

Y es que parece que la información filtrada por Raki lo ha cambiado todo por completo. Kristian ya sabe, no intuye, que su chica está en la cuerda floja, y eso le puede haber llevado a mover ciertos hilos para evitar su expulsión. Si el programa pretendía echar a Sonia para favorecer descaradamente al Pelocho, ahora es él mismo el que se niega a que la canaria salga, perjudicando muy seriamente las opciones de que sea creíble su victoria final (que va a salir de la casa con el maletín creo que todos lo intuimos desde el día 1 de concurso). Por cierto, siguiendo con Kristian, ayer le costaba mucho esconder que sabía las razones de la nominación de su chica, y a punto estuvo de perder los papeles cuando Gonzalo le preguntó directamente qué le ocurría.

Pero como decía, fuera de la casa las cosas están mucho más divertidas. La noche de ayer vio una auténtica guerra a través de Twitter, y con las TwitCams como aliadas. Vamos por partes, porque si no no se entiende el culebrón: los Frigenti, madre e hijo, decidían hacer una emisión para intentar expulsar a Sonia de la casa (emisión histórica donde las haya que llegó a hacer sombra a la emisión televisiva de Corina). La TwitCam, convertida en un auténtico debate paralelo, contó con la entrada de Ainara, por teléfono, y de Lorena, a través de Twitter. La entrada de la valenciana provocó una serie de durísimas críticas por parte de la señora Frigenti, y fue respondida con contundencia por una Lorena que puso el grito en el cielo a través de su Twitter. Sin embargo la frase que pasará a la historia de la red social, y, por qué no, de Gran Hermano, llegaba en forma de tuit de la concursante: “La gente que me rodea sabe que defiendo la homofobia como la que más y vivo rodeada de gays. Los amo y son especiales”. Pero la cosa no acababa aquí: la madre Frigenti se atrevía con imitaciones de Lorena y de Sonia, a la que llamaron, por primera vez en un medio público, con el mote que más ha calado para referirse a la concursante: “bizcondesa”.

Sin embargo, la de los Frigenti no fue la unica TwittCam de la noche: Dani y Ana-Eva pidieron la expulsión de Igor, mientras que Lorena realizó una conexión express para defenderse de las acusaciones de los Frigenti.

Y por si fuera poco, por primera vez Argi entraba en la guerra, aunque lo hacía, eso sí, poniendo cordura entre los bandos (sorprende muchísimo que sea una chica de veinte años la única capaz de relativizar las cosas y ponerlas en su justa medida). Argi intentaba hacer ver a los dos bandos de esta guerra que las cosas no son tan dramáticas como al programa le interesa vender, y que para ellos, concursantes, una enemistad solo supone unos cuantos platós y bastantes euros. En su recién inaugurado blog (que, por cierto, usa el mismo tipo de letra que este donde me leéis. Grande Argi), la vasca no se moja sobre la expulsión, diciendo que esto sólo es un juego, y no una guerra abierta entre unos y otros.

Entrando ya en la casa, Sonia escribía un sorprendente blog con el título “No me lo quito de la cabeza” en el que repetía más de ochenta veces la frase “No me quiero ir”. Eso sí, el subconsciente, o el Word, le jugaba una mala pasada, y en dos momentos de la entrada escribía: “Me quiero ir”, algo que, por cierto, los susargistas han usado para cumplir su deseo.

Hoy termino con otra filtración del exterior, aunque un poco sui géneris. Desi ya sabe lo ocurrido con Isabel Pantoja, y acusaba a Álvaro de contárselo. El pollito volador intentaba echar balones fuera afirmando que él no le dijo nada con claridad, y que es ella la que ha llegado a ciertas conclusiones.