06
Mar
2013
Gran Hermano 14 (GH 14): audiencias de la gala, ¿pacto para repartirse el premio?, e Igor descubre a Eva Imprimir
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Dani intenta abandonar al descubrir la manipulación del Debate

 

Por fin parece que la casa se anima. El revulsivo creado por el programa con la entrada de Eva ha conseguido  que los concursantes despierten, aunque, tal vez, ya sea demasiado tarde. Y es que las audiencias hablan por sí solas: algo más de un 16,5 % de share, frente a un poderosísimo Splash con más de un 26% de media, y con un pico (el salto de Falete), por encima del 40% de share y cercano a los cinco millones y medio de espectadores.

Con estos datos queda claro que el programa está en las últimas, pero al analizar el target la cosa empieza a ser catastrófica: si Gran Hermano se ha mantenido trece años es gracias a su envidiable target core (el segmento del público que más valoran los anunciantes, y que engloba a los jóvenes adultos de ámbito urbano, y de clase media alta, incluidas las carpeteras), pero el pasado lunes también perdió ese colchón: con más de un 30% de target core Splash dio un baño a Telecinco.

Más datos: Gran Hermano no pasa del 14% en prime time (horario entre las diez y las doce de la noche), y sólo maquilla sus datos a partir de la una, cuando el programa de saltos ya había terminado. Sin embargo, hay buenas noticias: la altísima fidelidad del público, que no abandona el juego durante toda la gala, aunque, es cierto, no recoge un solo espectador en el momento en que terminan los saltos. Es decir, Gran Hermano sigue teniendo un público muy fiel, pero no puede acceder al gran público, porque este no se ha interesado por el juego desde la primera gala.

Así las cosas, Telecinco tiene un problema mayor hoy que el que tenía ayer, razón por la que  los directivos de la cadena se mostraban tremendamente nerviosos a través de Twitter. Y es que no es para menos: el interés por los saltos de trampolín lo han creado ellos, llenando toda su parrilla con especulaciones sobre los concursantes, información sobre los ensayos, y parte de bajas médicas (precisamente el espacio que no le dedicaron a Gran Hermano), pero con él han beneficiado a la competencia, y simplemente, por no tener ni idea de programar.

Ahora el daño ya está hecho: salvo sorpresa el  primer programa de Mira quien salta se estrenará cuando ya se hayan emitido dos de Splash, y con un formato que quedará en evidencia en el momento en que  se estrene: Telecinco intentará montar el show con sus concursantes porque no quieren tirarse de tres metros, mientras que en Antena 3 no tienen problema en lanzarse desde diez. Normalmente, un formato más light tendría más posibilidades de encajar con el público, pero no cuando va a dar la impresión de pariente pobre del formato de Antena 3.

De tal forma, Telecinco sólo tiene una posibilidad si quiere que su programa de saltos tenga algo parecido a un paso discreto por la parrilla: estrenarlo el próximo lunes contra Splash. Al ser dos formatos idénticos, el público no tendrá problemas en cambiar entre ambos, lo cual beneficiará, y mucho, a los dos, además de proteger a Gran Hermano.

Pero como no lo van a hacer (yo ya he perdido toda esperanza), sigamos disfrutando con el programa mientras siga en emisión. Decía que la casa ha estado mucho más interesante de lo habitual en las últimas horas: la entrada de Eva y su engaño, descubierto por toda la casa, ha dado mucho juego, y amenaza con hacer aparecer  definitivamente los dos grupos que llevan tiempo fragúandose. Pero antes de hablar de eso, retrocedamos hasta el lunes por la mañana.

Sonia y Kristian tenían un dulce despertar (repetido profusamente en la gala), que, no obstante, no cambiaba nada entre ellos. A pesar de que ese mismo día estuvieron más cariñosos de lo habitual (tal vez por la inminencia de las nominaciones), ayer volvían a las andadas, pasando olímpicamente la una del otro.

Sin embargo en la casa sí hubo edredonig, aunque no en la cama, y a cuatro patas: el macho cabrío de la prueba aprovechó sus últimas horas en el pajar en que se había convertido la sala de pruebas para montar a una de las ovejas. Los animales se despedían, porque, como ya se anunció en la gala, esta semana viajamos a los 80. La prueba, que parece ideada por Iván, consiste en crear coreografías para los grandes éxitos de sus ídolos: Tino Casal, Miguel Bosé y Alaska, y en contestar preguntas sobre la década vestidos de Naranjito, la mascota del Mundial 82.

He de confesar que, sobre el papel, me encanta la prueba (ya se encargarán entre ellos y el programa de hacerla tan aburrida como todas), sobre todo porque Iván ya ha anunciado que no permitirá a nadie que meta baza a la hora de crear las coreografías, actitud que, en principio, generará polémica. Además de la prueba, y para que no se pasen el día durmiendo, los concursantes tendrán que superar retos diarios, de entre los cuales el primero consiste en cuidar un bebé (por supuesto, no humano), durante 24 horas.

Pero además, y a pocas horas de la nueva ronda de nominaciones, Kristian propuso a Raki algo que debería tener consecuencias (como casi siempre que sucede algo que puede romperles el guión, el programa simplemente mirará a otro lado): repartir el premio final entre cinco concursantes, los dos conspiradores, Sonia, Juan Carlos e Igor (el pacto no va a llegar a ninguna parte, pues, si algo han demostrado durante las tres semanas que llevamos conociéndoles es que estarían dispuestos a vender a quien sea con tal de tener un minuto de gloria, pero si fraguase, sería una alianza muy interesante, que marcaría, con total claridad, uno de los grupos, a los que habría que sumar las fácilmente influenciables Miriam y Leti).

Vaya o no vaya a alguna parte, lo cierto es que algunos de los elementos del pacto comenzaron a mover sus fichas a las pocas horas: Igor, en una perfectamente calculada estrategia, se acercó a Noe y Argi a costa de la llegada de Eva, para intentar acercarlas a su grupo y convertirlo en el mayoritario.   La intención, cada vez más clara: hacer frente común contra el poderoso Dani DJ (pobres ilusos, que se piensan que van a controlar el juego. Si es necesario se le da la inmunidad a Iván de una forma “casual”, o se inventa lo que haga falta para que Dani no salga).

Hablamos ya del DJ. El lunes comenzaba con una conversación, totalmente casual, pero premonitoria: hablaba con Susana sobre las posibilidades de que saliese en Interviú (justamente esa mañana su chica, Eva, era la portada de la revista). También premonitorio estuvo el Pelocho madrileño con Igor: “¿Y si meten esta noche al novio de Sonia?”, preguntaba al vasco, que respondía. “pues le cantamos canciones relacionadas con la tauromaquia”.

 

Sin embargo, la que entró fue Eva, o Ana, en cualquier caso, la novia de Dani. La chica no tuvo excesiva maña a la hora de mantener el engaño del juego, y no dudó en repetir, en más de una ocasión, que se llamaba Eva, ante la cara de pánico de su novio y el resto de conspiradores (a saber, Miriam y Leti).

El desliz no pasó desapercibido para ninguno de los demás, e Igor no tuvo el menor reparo en entrar al Confesionario para delatar a la novia de su supuesto amigo. El Súper, que no estaba por la labor de inventar un nuevo juego para la próxima semana, le dijo que se callase, y que no volviera a mencionarlo.

Sin embargo, la bola no ha hecho más que crecer en las últimas horas, y toda la casa confabula, conspira e investiga sobre el oscuro pasado de AnaEva (tuvo que ponerse un nombre compuesto para evitar las preguntas de sus compañeros, aunque con una historia más surrealista que la de Meri: según contaba, tenía un trauma con el nombre de Eva, porque era como la llamaba su abuela, y al escuchar el nombre le recuerda a su yaya y se pone triste).

Volviendo a la investigación, todos se han dado cuenta de las lagunas en la historia de la chica ( que curioso, la trama de Meri e Iván tiene más lagunas pero nadie, salvo Leti, las investiga). Por ejemplo, Pelocho afirmaba que el acento de la chica no es de Granada, sino de la zona de Almería; además todos quieren conocer el misterioso tatuaje que no quiere enseñar a nadie (que se compren la Interviú), y se preguntan por qué se ha quitado el flequillo a las pocas horas de entrar en la casa.

Los rumores, cuchicheos, y elucubraciones eran tales que Dani, ya muy mosqueado, intentó evitar que sus compañeros siguiesen investigando afirmando: “¿pensáis que si hubiera algún secreto sería bueno descubrirlo?. Seguro que tendría consecuencias negativas”. Pero las palabras del DJ se las llevó el viento.

Total, que, tan solo 24 horas después de empezar, el juego está totalmente muerto, y, lo que es peor, Susana no se acerca a Dani ni con un palo (genial idea del programa; si teníamos pocas tramas, que maten una de ellas).

No obstante, la investigación tuvo efectos colaterales: no pudiendo aguantar más la presión, Eva anunciaba que se marchaba de la casa, ante lo que tuvo una intensa charla con su novio sobre lo visto desde fuera. La cara de Dani, al relatarle la descarada manipulación de imágenes que hizo el debate hace un par de semanas, fue pasando de la incredulidad al cabreo, y más al saber que Eva había perdido peso y tuvo que ser ingresada con una crisis de ansiedad. El DJ consideró que eso era la gota que colmaba el vaso, y anunciaba que el que se iba era él. Y es que, ya lo advertimos aquí tras aquel debate: el programa puede montar los videos como quiera, o poner a unos concursantes de buenos y a otros de malos, pero lo que no es de recibo es manipular una conversación para que diga exactamente lo contrario de lo que significaba. Ni Eva, ni Dani han entrado en Confianza Ciega, sino en Gran Hermano, algo que, se supone, es la vida en directo. Ya avisaba de que esa noche se saltaron demasiadas líneas rojas, y también por eso las audiencias están como están.