25
Jun
2017
Una residencia de Coslada, acreditada como “Centro Libre de Sujeciones” Imprimir
Zona Este - Coslada
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Foto cedida por AmavirEs una distinción otorgada por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores

Diez residencias para personas mayores de Amavir en la Comunidad de Madrid (Arganzuela, Usera, Puente de Vallecas, Valdebernardo, Colmenar, Coslada, Alcorcón, Pozuelo, Humanes y Villanueva de la Cañada), todas ellas concertadas con la Comunidad, han recibido esta mañana el certificado en base a la norma UNE 179003 del Sistema de Gestión de Riesgos para la Seguridad del Paciente, concedido por AENOR. Además, nueve de ellas han recibido también la acreditación como “Centros libres de sujeciones”, otorgada por la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

El acto de entrega, celebrado en la residencia Amavir Valdebernardo, ha contado con la asistencia del Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos; la Presidenta de CEOMA, Carmen García Revilla; y el Director de Relaciones Institucionales de AENOR, Jesús Gómez-Salomé, quienes en sus intervenciones han querido felicitar a los profesionales de ambos centros por haber conseguido estos reconocimientos y por lo que suponen para mejorar la atención que se presta a las personas mayores y su calidad de vida. En el acto han estado también presentes el Director Técnico del programa “Desatar” de CEOMA, Antonio Burgueño, y la Directora General Adjunta de Amavir, Lourdes Rivera.

La acreditación como “centros libres de sujeciones” se consigue tras tres años trabajando en el marco del programa “Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer” de CEOMA. Ocho residencias (Valdebernardo, Puente de Vallecas, Coslada, Colmenar, Humanes, Pozuelo, Alcorcón y Villanueva de la Cañada) reciben la Acreditación Definitiva, que certifica que en estos centros se lleva más de un año trabajando sin ninguna sujeción física o farmacológica que limite a sus residentes, y otra más (Arganzuela) recibe la Primera Acreditación.

Históricamente, España ha sido uno de los países con mayor porcentaje de uso de sujeciones en residencias de mayores. Se ha instalado la creencia de que estas sujeciones aportan mayor seguridad y que contribuyen a evitar caídas, pero las evidencias muestran que esta creencia es errónea y que no se tienen en cuenta los riesgos que conllevan las sujeciones para la calidad de vida y dignidad de las personas mayores y los beneficios físicos y psicológicos que les reporta su retirada.

Eso es lo que ha podido comprobarse en las residencias Amavir durante el tiempo que llevan sin aplicar sujeciones. Para el desarrollo de este programa, se han llevado a cabo tareas de formación y concienciación tanto de profesionales como familiares, que comenzaron con un diagnóstico de situación y un análisis pormenorizado, caso a caso, de todos los residentes que tenían sujeciones y propuesta de alternativas. Además, este reto ha implicado también la adecuación de los entornos de las residencias y la adquisición de materiales (como camas ultrabajas, sillones especiales, colchonetas…) para poder trabajar en función de las características que requiere cada usuario.

Por otra parte, las residencias han recibido también esta mañana de la mano de AENOR el certificado del Sistema de Gestión de Riesgos para la Seguridad del Paciente. La cultura de la seguridad del paciente viene siendo promovida desde el año 2005 por el Ministerio de Sanidad. Enfocada en un principio a entidades sanitarias, como hospitales o centros de salud, el modelo de gestión que conlleva esta certificación puede aplicarse también en residencias de mayores, con el objetivo de lograr una atención más segura para los residentes, lo que entronca directamente con el modelo de atención centrada en la persona.

Este es el contexto en el que se ha trabajado en las residencias durante todo el año 2016 y que ha conllevado la obtención de esta certificación. Durante este tiempo se ha promovido la cultura de seguridad del residente entre los profesionales, incorporando la gestión del riesgo sanitario, llevando a cabo acciones formativas e implementando prácticas seguras que implican a residentes y familiares.