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05
Mar
2018
Piden 32 años de cárcel para el hombre acusado de matar a su pareja en Torrelaguna hace cinco años PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Noreste
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El juicio se celebrará con Jurado Popular

La Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid celebra desde ayer y hasta el 22 del mismo mes, en sesiones matinales que darán comienzo a partir de las 10:00 horas la vista oral del juicio con Jurado Popular, contra Raúl G. G.. El representante del Ministerio Público solicita para él una pena 32 años de prisión por la supuesta comisión de un delito de asesinato, un delito de maltrato habitual, un delito de quebrantamiento de medida cautelar y otro delito de lesiones.

Tal y como expone el Fiscal en su escrito de calificación provisional elevado a la Sala, en el momento de los hechos, el acusado tenía varios procedimientos penales abiertos y otros con sentencia firme contra su persona por delitos cometidos en el ámbito de violencia sobre la mujer. Entre el año 2009 y el 2013 Raúl mantuvo una relación con una mujer a la que vejó y maltrató de un modo continuado y permanente, empleando para ello amenazas, coacciones y otro tipo de agresiones que dieron lugar a los citados expedientes judiciales.

En ese contexto y en ese clima de violencia permanente sobre su pareja, en torno a las 00:30 horas del día 23 de noviembre de 2013, cuando la mujer se encontraba en el pub ‘Alchemy’, de Torrelaguna (Madrid), apareció Raúl de manera sorpresiva e ilícita, dado que sobre el procesado se había acordado una orden de alejamiento de su víctima y otras prohibiciones por parte del Juzgado de Instrucción nº 1 de la citada localidad. La mujer había salido a la puerta del local con un compañero de trabajo con el que se encontraba en el pub cuando Raúl, quebrando la citada medida cautelar, la asaltó diciéndole: “Hoy es mi cumpleaños”. La mujer contestó: “Felicidades, vete de aquí, que ya sabes lo que hay, sino llamo a la Guardia Civil”. A lo que el acusado respondió: “Llama a quien quieras”.

A continuación, la mujer pidió a sus compañeros de trabajo que la acompañaran a su domicilio por el temor que sentía de que su expareja pudiera hacerle algo. Éstos se marcharon cuando vieron que la mujer se introducía en el aparcamiento-patio de su edificio, pero la sorpresa llegó cuando allí mismo la estaba esperando Raúl, quien, aprovechando la soledad de la mujer, la oscuridad de la noche y la escasa iluminación, la sorprendió y la introdujo en el asiento del copiloto del coche de la mujer. A continuación, comenzó a propinarla puñetazos en la cara, con la intención de acabar con su vida.

No obstante, uno de los compañeros de la mujer se percató de que, desde que la habían dejado en el inmueble, no se había encendido la luz de su vivienda y, además, no contestaba a las llamadas que le estaban haciendo para confirmar que todo estaba bien. Entonces, decidió regresar y pudo contemplar la brutal agresión en el interior del coche. Cuando éste intentó socorrer a la mujer, el agresor salió del automóvil y se abalanzó sobre el compañero de la víctima. En medio de la refriega, la mujer salió del coche pero, cuando ésta se encontraba en el suelo, Raúl se colocó encima de ella y, con el ánimo de infringirle el máximo dolor y sufrimiento, le propinó virulentos puñetazos y brutales patadas por todo el cuerpo, además de pisarle la cabeza, llegando a cogerle ésta y estrellarla contra el muro y el suelo de cemento del párking. Mientras acababa con la vida de la mujer decía “Me has metido en la cárcel y me has arruinado la vida. ¡Te voy a matar! ¡Te voy a matar!” El compañero de la mujer intentaba en todo momento evitar el ataque pero, el procesado repelió su intención propinándole varios puñetazos en la zona del hombro, cabeza y oído, dejándole, finalmente aturdido y fuera de juego. Después, continuó con la agresión a su expareja, a la que no cesó de golpear en la cabeza hasta que consiguió su propósito de matarla.

Al cabo de un tiempo, a las 02:28 horas, el acusado llamó al número de emergencias 112 y se marchó del lugar, dejando abandonado el cuerpo de la mujer, con la cara totalmente desfigurada y sobre un charco de su propia sangre. Esa misma madrugada fue detenido y, desde ese día, se encuentra en una situación de prisión provisional.

 

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