Madrid es la región de Europa donde más ha caído la incidencia en las dos últimas semanas

Al ver el Decreto del Estado de Alarma, un concepto sorprendía y desataba sospechas desde el primer momento, pues el Gobierno no utilizaba la Incidencia acumulada que pactó con la Comunidad y con la Interterritorial, si no una “incidencia corregida y estimada” que no explicaba en el texto. Al día siguiente, el Ministro contaba en qué consistía la nueva magnitud, y sus palabras han provocado una auténtica tormenta que, probablemente, termine en los tribunales.

Así el Ministro explicaba que la “incidencia corregida” alude a los datos de cinco días atrás, y no a los datos del día anterior que afirma en el Decreto del Estado de Alarma, son la base para justificar la toma de control de nueve ciudades de la Comunidad de Madrid. Y la diferencia no es baladí, pues en esos cinco días seis ciudades salían del nivel de confinamiento al bajar de los 500 casos por cien mil habitantes.

En concreto, Madrid, Torrejón, Móstoles, Alcobendas, Leganés y Alcorcón ya habían salido de la zona de peligro cuando el Gobierno de Sánchez impuso el Estado de Alarma. Pero es que además una de ellas, Madrid capital, ya presentaba el domingo 4 de octubre una incidencia por debajo de 500 (en concreto, 384), a pesar de lo cual fue confinada. Sin embargo, la otra ciudad con una tasa más baja de 500 en ese domingo 4 de octubre, Alcalá, sí se libraba del Estado de Alarma.

Illa confesaba el cambio de criterio a preguntas de la Agencia EFE, que comprobaba como los datos publicados por el propio Ministerio el día anterior no tenían nada que ver con los usados para confinar las ciudades. El Ministro se escudaba en que el acuerdo de la Interterritorial lo permitía, pero no hace ninguna referencia a que son datos antiguos en el Decreto del Estado de Alarma.

Y esa es, precisamente, una de las líneas de actuación de los recursos que se han presentado y se van a presentar ante el Constitucional por la decisión del Consejo de Ministros. En concreto, VOX eran los primeros en anunciar que ya estaban trabajando en un recurso contra un Estado de Alarma que consideran “ilegal”; al igual que la Comunidad, que también estudia la presentación de otro recurso. Eso sí, a diferencia de los presentados en el Supremo contra la Orden Ministerial de Illa, esta vez sus efectos no son suspensivos, pues el Constitucional puede tardar mucho tiempo en dirimir si es legal o no la Ley recurrida (como ejemplo, el recurso que presentó VOX en mayo contra el primer confinamiento todavía no ha sido resuelto).

Pero volviendo a los datos, son contundentes. Así Madrid Capital presentaba una incidencia acumulada de 384 casos por cien mil habitantes el domingo de la semana pasada (el domingo es, precisamente, el día de cierre del informe epidemiológico semanal por municipios y zonas básicas de salud), una cifra muy por debajo de los 500 exigidos por Sanidad. Alcalá tenía el pasado domingo una incidencia de 397 que rebajaba el miércoles hasta los 335; Torrejón presentaba el domingo 647, pero, según anunciaba el Consejero de Sanidad, tan sólo un día después bajaba de la cota de los 500, situándose el miércoles en 448.

Móstoles también debería haberse salvado, y además con nota, al rebajar su incidencia de 514 a 331, la cifra más baja de todas las ciudades confinadas. Alcobendas bajaba desde 643 a 450 en sólo tres días; mientras que Alcorcón llegaba el miércoles a los 396, muy lejos de los 566 del domingo; y Leganés bajaba de la cota al pasar de 619 a 441.

Así, si el Ministerio utilizase sus propios datos actualizados, sólo hubiera podido decretarse el Estado de Alarma en tres ciudades del sur: Parla, Fuenlabrada y Getafe. Y eso que también ellas han mejorado mucho en los últimos días: Parla ha pasado de 882 casos a 679; Fuenlabrada, de 765 a 608; y Getafe seguro está ya fuera de la zona roja pues el miércoles presentaba 522 casos frente a los 684 del domingo. Pero es que además, a día de ayer la incidencia en toda la Comunidad ya era inferior a los 500 casos por cien mil habitantes (en concreto, 465)

Y es que lo que está ocurriendo en Madrid tiene totalmente sorprendida a la comunidad científica internacional, que ayer mismo comenzaba a cambiar su criterio sobre los confinamientos tras analizar el “milagro madrileño”. Así, según la OMS, la Comunidad es la región de Europa donde más ha bajado la incidencia en los últimos quince días, en concreto un 26% mientras buena parte del viejo continente está en fase de ascenso.

Los motivos serán, sin duda, muy variados, pero probablemente tenga mucho que ver el altísimo índice de seroprevalencia observado en los distintos estudios realizados. Así, con más del 20% de la población desarrollando anticuerpos, Madrid estaría muy cerca de la “inmunidad de grupo”, lo que hace que, a pesar de la proliferación de brotes, ninguno de ellos termine arraigando y desatando la epidemia.

Así, el caso de Madrid, que ha sabido controlar la segunda ola sin hacer prácticamente nada obligaba a la OMS a reanalizar sus creencias previas sobre el confinamiento. Ayer mismo David Nabarro, portavoz de la OMS en Europa, pedía que no se utilizase el confinamiento de forma masiva: “solo es recomendable cuando sirva para reorganizar, reagrupar, reequilibrar los recursos y proteger a los trabajadores de la salud que están agotados”, contaba el portavoz.

Y además Nabarro es extraordinariamente crítico con los políticos que lo utilizan para bajar, de forma artificial, la curva de contagios: “esta herramienta debe ser el último recurso al que deben acudir los países, pues tiene un fuerte impacto en la sociedad, aumentando la brecha de desigualdad entre distintos colectivos”, explica el portavoz en una entrevista con The Spectator.

La nueva posición de la OMS se produce días después de que seis mil científicos alertasen de los enormes peligros de los confinamientos masivos. En la llamada Gran Declaración de Barrington, advierten de “daños irreparables” en los grupos poblacionales más vulnerables.

Y razón no le falta a la OMS: el confinamiento total provoca un efecto similar al llamado “síndrome del niño burbuja”, es decir un debilitamiento global de las defensas que hacen que cualquier elemento externo pueda causar daños que, en circunstancias normales, no se producirían.