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14
Jun
2022
La Comunidad propone que las enfermeras atiendan a los pacientes si no hay médicos PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por CCOO MadridSATSE cree que la propuesta precarizará aún más la Atención Primaria

El ‘Procedimiento de actuación ante ausencia de médico de Familia en un centro de salud’ parte de la idea de que el profesional encargado de la actuación sanitaria ante la falta de personal médico es la enfermera/o de Familiar y Comunitaria, una categoría inexistente en la Comunidad de Madrid, aunque reivindicada desde hace años por SATSE Madrid. De hecho, la gran mayoría de las enfermeras/os de los centros de salud no tienen la especialidad y si la tienen, no está reconocida ni retribuida por la Comunidad de Madrid.

Por otro lado, desde SATSE se considera que este ‘Procedimiento’ es un documento con escaso valor práctico y que va encaminado a precarizar la Atención Primaria en nuestra comunidad. Instauran un triaje que no está contemplado ni protocolizado en Primaria, a diferencia de los centros hospitalarios donde las enfermeras sí cuentan con las herramientas y la acreditación necesaria para llevarlo a cabo. Las enfermeras pueden asumir más competencias pero siempre y cuando exista una seguridad jurídica plena con protocolos estandarizados y consensuados con Colegio de Enfermería y sociedades científicas enfermeras.

“Si no hay médicos o éstos están mayoritariamente en el turno de mañana, que el Gobierno asuma su responsabilidad y tome las medidas necesarias antes de exponer al resto de profesionales, principalmente enfermeras, a la ira y a las agresiones de los pacientes que reclaman una atención sanitaria que éstas no podrán ofrecer si no están dentro de sus competencias profesionales”, afirman desde SATSE.

No es lógico sobrecargar a las enfermeras/os ante un problema de falta de médicos. Si lo que se busca es dar respuesta a demandas urgentes del ciudadano, “que se abran los Servicios de Urgencia de AP (SUAP) y que se valore a las enfermeras, incrementando su plantilla y reconociendo su valor adecuadamente. La solución, reiteran desde SATSE, no es sobrecargar a otros profesionales ante la ineficiencia de la Administración sanitaria y su falta de previsión”.

El Sindicato de Enfermería considera que las enfermeras/os pueden gestionar y solucionar problemas de salud, pero solo los que están dentro de sus competencias, sin invadir las de otros profesionales sanitarios. La valoración de situaciones sanitarias, como indica el documento, implica un diagnóstico, hecho éste que es prerrogativa médica y no enfermera.

Las tres situaciones que se contemplan implican, en opinión de SATSE Madrid, trasladar la responsabilidad de ciertas actuaciones a unos profesionales que no tienen las competencias para ello como, por ejemplo, el juicio clínico del paciente que es un acto médico, no enfermero.

Ante la puesta en marcha de manera unilateral por parte de la Consejería de Sanidad y sin el previo consenso de esta Organización Sindical, del “Procedimiento de actuación ante ausencia de médico de familia en un Centro de Salud” nos vemos obligados a realizar las siguientes

Manifestaciones:

Tras las declaraciones que realizó el portavoz del Gobierno, en las que indicaba, que este Procedimiento era consecuencia de una petición de los Sindicatos, desde SATSE afirmamos rotundamente que no hemos solicitado de ninguna manera la creación de éste ni ningún otro Procedimiento.

Las enfermeras estamos preparadas y cualificadas para ejercer más competencias de las que tenemos actualmente, pero para ello exigimos:

Desarrollo y Reconocimiento de la Especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria. Reconocimiento de la Categoría Profesional “A”. Aumento de las plantillas y creación de puestos específicos. Elaborar procedimientos y protocolos estandarizados contando con Sindicato de Enfermería, Colegio de Enfermería, enfermeras asistenciales y Sociedades Científicas enfermeras. Respaldo Jurídico necesario para poder implementar los mencionados Protocolos. Mejorar las Condiciones Laborales de las Enfermeras. Modificación inmediata del “Decreto 52/2010, de 29 de julio”, para asumir nuevas competencias.

Creemos que el Modelo de A.P. debería centrar las actividades de prevención, promoción y educación para la salud en la figura de la enfermera, que es la más capacitada para llevar a cabo estas actuaciones, sin olvidar a otros profesionales como los fisioterapeutas y las matronas que también podrían desarrollar aún más su campo de competencias.

Este martes, CCOO de Madrid ha valorado en rueda de prensa las cuentas anuales del Servicio Madrileño de Salud correspondientes al año 2021. El sindicato ha votado en contra de las mismas, entendiendo que el Gobierno regional del PP ha hecho ‘caja’ porque ha dejado de gastar más de 400 millones de euros que tenía disponibles para garantizar, en sus presupuestos, la asistencia sanitaria a la ciudadanía madrileña.

Sin embargo, la sanidad privada sí que ha visto cómo se ha incrementado el dinero que la Comunidad de Madrid le transfería por conciertos y convenios hospitalarios. Durante 2021, el SERMAS pagó 1.236 millones de euros a la sanidad privada, un 31% más que en 2020. Además, la Comunidad de Madrid ha reconocido la existencia de diferencias entre los gastos reconocidos por conciertos y convenios hospitalarios con la sanidad privada y los gastos reales. Y ha admitido de facto que los mismos eran más elevados de lo que estaba contabilizado.

El sindicato considera indefendibles estos resultados, teniendo en cuenta la situación extrema de pandemia, las cifras históricas que alcanzaron, el pasado año, las listas de espera sanitarias en la Comunidad de Madrid -más de 835.000 pacientes que aguardan una operación, una consulta o una prueba diagnóstica-, el cierre durante todo el año de los SUAP, las plantillas bajo mínimos y los despidos masivos de personal, y la falta de inversión en Atención Primaria.

CCOO no entiende cómo, en 2020, el Gobierno del PP dejó de gastar en sanidad, 821 millones de euros y, ahora, en 2021, ha dejado sin gastar 402 millones de euros, en un estado crítico de pandemia y con las enormes dificultades por las que ha atravesado la ciudadanía, pacientes y profesionales de la sanidad pública madrileña.

Además del gasto, según se desprende del balance presentado en el Consejo de Administración del SERMAS, existe una reducción de las inversiones reales: 154 millones de euros menos, o lo que es lo mismo un 45,2% menos. Lo que refleja un nuevo incumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno de la Comunidad de Madrid, que garantizó la construcción de varios centros de salud, prometidos desde hace años, así como obras de acondicionamiento de otros tantos. Algunos centros llevan hasta diez años pendientes de su construcción.

El año pasado en material sanitario y productos farmacéuticos para Atención Primaria se presupuestaron casi 55 millones de euros, pero únicamente se ejecutaron 39 millones. Durante el pasado año, se recibieron un elevado número de denuncias de pacientes y usuarios y usuarias por falta de material en los centros de salud. Muchos de estas denuncias relataban que los pacientes se veían obligados a llevar su propio material para las curas o para poder ser atendidos en su centro de salud.

También fue “chocante” ver como en el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid de su presupuesto inicial de 29 millones de euros dejó sin gastar dos millones. A pesar de la constante escasez de sangre de la que se hace eco la Consejería de Sanidad en las diferentes campañas que se vienen realizando para fomentar la donación, y con el descenso pronunciado en las reservas provocado, en parte, por la coyuntura de pandemia.

Otra de las partidas que quedó muy por debajo de la inversión necesaria fue el presupuesto para aplicaciones informáticas. La dotación económica prevista creció en un 5,69%, pero no se renovaron los sistemas informáticos de la Dirección General de Recursos Humanos, que el secretario general de la Federación de Sanidad de CCOO de Madrid, Mariano Martín- Maestro tacha de “paleolíticos”. Los sistemas informáticos en este estamento que controla todos los procesos de selección de personal están obsoletos y no soportan el gran volumen de gestiones que se requieren, lo que ha provocado una importante ralentización de todos los procesos de selección. También en los Servicios Centrales de la Consejería de Sanidad, de donde depende la Dirección General de Salud Pública, Investigación y Recursos Humanos del SERMAS, de donde dependían los rastreadores, los gastos de personal presupuestados fueron casi 30 millones de euros, pero finalmente no llegaron a 20 millones de euros los que se gastaron.

Del SUMMA112 dependen los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), cerrados desde marzo 2020. CCOO ha anunciado que va a presentar una demanda contra el traslado “irregular y forzoso” de sus profesionales, que no ha sido negociado con los sindicatos de la Mesa Sectorial. En el capítulo de presupuestos de esta división de Urgencias y Emergencias sorprende ver que de los 170 millones de presupuesto inicial, más de 52 millones han ido a parar a pagar actividades concertadas, con lo que más del 30% de sus fondos asignados han acabado en manos de las empresas privadas. CCOO ha vuelto a reclamar la reapertura de los SUAP

La secretaria general de CCOO de Madrid, Paloma López, ha criticado la “opacidad” de los gestores del SERMAS, denunciando los sobrecostes y el crecimiento del gasto en recursos concertados, en paralelo a la “falta de compromiso inversor y con la salud pública”, calificando de “inadmisible” la reducción de las plantillas en la sanidad pública madrileña.

Para reducir las listas de espera quirúrgicas, de pruebas diagnósticas y de consultas externas especializadas que, en 2021, han batido récord histórico, con más de 835.000 pacientes, se debían de haber invertido 62 millones de euros, inicialmente presupuestados, pero no se gastó nada. Al cierre de este balance, la Consejería de Sanidad dice que ese presupuesto se ha repartido entre los diferentes centros hospitalarios. CCOO cree que, de ser así, esta cantidad o su gestión ha sido “claramente insuficiente”, debido a que tenemos en abril de 2022, el número de personas que esperaban ser atendidos por los conceptos señalados era de 835.103 personas, una cifra “bochornosa” para Mariano Martín- Maestro.

En el capítulo presupuestario de Investigación, el incremento se disparó con un aumento del 757,16%. Un buen apunte entre tanto mal dato que, sin embargo, queda eclipsado porque dicho incremento no se ha visto repercutido en la mejora de las condiciones laborales y económicas de los profesionales de las Fundaciones de Investigación Biomédica de la red sanitaria de la Comunidad de Madrid, ni en la reducción del 80% de la temporalidad de las plantillas, ni para abonar la Carrera Profesional a su personal, comprometida en el Convenio Colectivo de las fundaciones, publicado en diciembre de 2020.

En lo que respecta a la plantilla, publicada en el portal estadístico del propio SERMAS de abril de 2022 es de 76.814 efectivos, sustancialmente inferior a la de marzo de 2022 que es de 82.445 profesionales, como consecuencia del despido de casi 6.000 personas contratadas como refuerzo durante la pandemia, pero que constituyen una necesidad estructural en la Sanidad Pública madrileña.

Con la Pandemia, las enfermeras/os fueron obligadas a desarrollar su trabajo en condiciones precarias, trabajaron más horas de las que les correspondían (sin compensación alguna) y pusieron en riesgo sus vidas al trabajar sin los equipos de protección mínimos. La respuesta de la Consejería fue, tras considerar que se había estabilizado mínimamente la pandemia, despedir a más de 2.000 enfermeras/os a pesar de que la sanidad pública madrileña es claramente deficitaria en esta categoría profesional, estando por debajo de la media nacional.

Con la llegada del verano, el Sindicato de Enfermería, SATSE Madrid, denuncia que las contrataciones de enfermeras aprobadas por la Comunidad de Madrid para los hospitales públicos de la región “son claramente insuficientes, ignorando éstas cuál será su planificación durante estos meses. En numerosos servicios, explican, se desconoce cuántas enfermeras trabajarán en verano y, por lo tanto, si se podrán mantener las Unidades funcionando correctamente.

La situación es totalmente diferente a 2019 (aunque las contrataciones estivales previstas son similares) ya que sigue habiendo Covid, lo que significa que es imprescindible mantener varios circuitos asistenciales en los centros, lo que conlleva más enfermeras, enfermeras especialistas y fisioterapeutas.

La política del Gobierno regional, no renovando los contratos Covid (cerca de 2.000 enfermeras fueron despedidas en abril de este mismo año), ha motivado que muchas profesionales hayan tenido que buscar trabajo fuera de la Comunidad de Madrid y que las Bolsas de Empleo de nuestra región estén prácticamente agotadas.

Si bien es cierto que en los últimos meses se han hecho contratos de interinos, también lo es que esos profesionales necesitan disfrutar de vacaciones y las previsiones de contratación estival sigue siendo claramente insuficientes para permitir las vacaciones de toda la plantilla de enfermeras/os y fisioterapeutas de la CAM.

“Actualmente, indican desde SATSE Madrid, las Bolsas de Empleo (la forma de contratación pública) están bajo mínimos y no hay enfermeras suficientes para trabajar en los hospitales madrileños. Muchos servicios específicos como Urgencias, Cuidados Intensivos, Hemodinámica, Trasplantes y plantas de hospitalización se encuentran desbordados, con un número de enfermeras por debajo de las necesidades mínimas para funcionar de forma correcta”, denuncian desde SATSE Madrid.

“La realidad es que no sorprende que las Bolsas de Empleo en la Comunidad estén vacías. Las enfermeras madrileñas están entre las que menos cobran de todo el Estado y sufren la mayor presión asistencial, estando por debajo de la media de enfermera/habitante del conjunto nacional”.

Por tal motivo, desde SATSE Madrid se ha reclamado un incremento del presupuesto sanitario que permita, en primer lugar, aumentar sustancialmente la plantilla enfermera y, por otro, mejorar sus condiciones laborales, así como de las enfermeras especialistas y fisioterapeutas que se encuentran en idéntica situación.

Además, añaden, las enfermeras/os y fisioterapeutas madrileños son de las pocas que no han visto reconocida su labor durante la pandemia (en otras regiones se les han dado días libres o se les ha retribuido económicamente el sobreesfuerzo). “En Madrid lo que sí han hecho ha sido exigir más y más esfuerzos, sin contraprestación alguna, a las enfermeras y enfermeras especialistas y fisioterapeutas de los centros asistenciales públicos y privados.

Por último, desde SATSE Madrid, consideran que esta falta de enfermeras viene motivada por distintos factores, entre los que hay que destacar:

Fuga de enfermeras/os madrileños a otras CCAA donde las condiciones laborales y profesionales son más ventajosas

Numerosas enfermeras/os se encuentran de baja médica por secuelas derivadas del Covid

Hay gran número de enfermeras/os con baja médica provocada por estrés y ansiedad, generada por trabajar sin las debidas medidas de prevención (EPIs) durante la pandemia

Abandono de la profesión de un cada vez más elevado número de enfermeras/os

 

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