03
Abr
2021
La ampliación del 12 de Octubre se inaugurará en 2023 Imprimir
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Foto cedida por CAMLa Comunidad tiene previsto invertir 252 millones de euros

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha aprobado la contratación de las obras de construcción del nuevo Edificio de Hospitalización del Hospital Universitario 12 de Octubre por un importe que supera los 252 millones de euros. Esta actuación forma parte del plan integral de renovación de las instalaciones de este centro público madrileño y estará terminada antes de finalizar el 2023.

Esta actuación se enmarca en el Plan de modernización de infraestructuras hospitalarias que la Comunidad de Madrid está llevando a cabo para reformar los hospitales públicos de la región, con especial atención a los más grandes y referentes a nivel nacional e internacional: el 12 de Octubre, La Paz, el Gregorio Marañón, el Clínico San Carlos, La Princesa, el Ramón y Cajal, el de Móstoles y el Niño Jesús.

El concurso público para la construcción del nuevo Edificio de Hospitalización se publicará de forma inmediata tras la aprobación hoy en el Consejo de Gobierno. Contará con un presupuesto de 252.377.682,41 euros, vinculado a los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), con recursos del REACT-UE, en el marco de los Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid. Estos fondos incluyen el requisito de ejecución antes de finalizar 2023. De ahí, que la construcción de este nuevo edificio finalice en tan sólo dos años.

El nuevo Edificio de Hospitalización contará con 740 habitaciones médico-quirúrgicas para la hospitalización de adultos y niños, todas ellas amplias, luminosas y confortables. Serán flexibles, pudiendo tener uso individual o doble, según las necesidades asistenciales. Además, las características especiales de algunas de ellas aportarán ventajas para la administración de tratamientos radioactivos así como para el aislamiento y vigilancia de los pacientes.

Igualmente, dispondrá de 40 quirófanos y áreas destinadas a Cirugía Mayor Ambulatoria, Reanimación y Cuidados Intensivos (150 camas para adultos, niños y neonatos), entre otras instalaciones relevantes. Además de este nuevo edificio, el Hospital 12 de Octubre está ejecutando la reforma completa del edificio de Urgencias de adultos, que cuenta con un presupuesto de 5 millones de euros y está a punto de concluir, junto con la renovación del Auditorio, con capacidad para más de 500 asistentes. Posteriormente, se actuará en las áreas de Oncología Médica y Oncología Radioterápica, destinadas a la atención ambulatoria de los pacientes con cáncer, que van a contar con infraestructuras con los más altos estándares de calidad y humanización.

La autorización hoy de las obras supone el inicio de la fase final de la renovación integral del Hospital, en la que los profesionales han seguido trabajando incluso el último año, durante la pandemia por COVID-19, que ha repercutido enormemente en la agenda de trabajo y la actividad asistencial. El proyecto de renovación integral del Hospital 12 de Octubre se inició en 2006 con la construcción del Edificio Técnico de Instalaciones y continuó en 2011 con la puesta en marcha del Centro de Actividades Ambulatorias, destinado a consultas externas, pruebas diagnósticas, hospitales de día y cirugía mayor ambulatoria.

La fase aprobada hoy sobre la construcción del nuevo Edificio de Hospitalización, supone dar continuidad a este ambicioso plan integral de modernización. Cuando concluya, la Comunidad de Madrid contará con un nuevo y vanguardista Hospital 12 de Octubre, capacitado para hacer frente a los desafíos actuales y a los que puedan surgir en el futuro.

El Hospital Universitario 12 de Octubre se encuentra entre los de mayor prestigio nacional e internacional, con casi 50 años de historia que comenzó con la inauguración de la Residencia General en 1973 y el Materno-Infantil en 1981. A estos dos edificios se une el Centro de Actividades Ambulatorias y la Central Técnica de Instalaciones, construidos en una época más reciente. Estos dos últimos forman parte del proyecto integral de modernización de las infraestructuras de este hospital madrileño que hoy toma impulso con el visto bueno para la construcción del nuevo Edificio de Hospitalización.

El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha sido informado en su reunión de esta semana de distintas inversiones realizadas por un total de 16,5 millones de euros, con carácter de emergencia, para asegurar la máxima atención durante la pandemia por COVID-19 en la sanidad pública, tanto en hospitales como en el dispositivo puesto en marcha para la campaña de vacunación frente la pandemia.

Así, el Hospital público Enfermera Isabel Zendal ha precisado distinto material a lo largo de los meses de enero a marzo por un total de 2.186.903,37 euros, desde mobiliario y sillas de ruedas a monitores, respiradores invasivos, mesas para UCI o distintos tipos de monitores. Por su parte, el Hospital Universitario 12 de Octubre ha comunicado al Consejo de Gobierno que entre los meses de julio y septiembre de 2020 necesitó destinar 6.699.767,15 euros en la compra de distintos tipos de reactivo para la detección del COVID-19.

El Hospital General Universitario Gregorio Marañón invirtió, entre los meses de mayo y octubre de 2020, la cantidad de 6.547.685,63 euros para hacer frente a la pandemia por COVID-19, para lo que precisó adquirir material de laboratorio, EPIs y material de protección y cobertura quirúrgica, material de ventiloterapia, instrumental, lencería y otro equipamiento de mantenimiento y reparación de mobiliario sanitario.

Además, la Consejería de Sanidad ha ampliado las capacidades del Centro de Atención Personalizada (CAP) para comunicar a la ciudadanía las citas de la vacuna de la COVID-19 y darles una respuesta rápida en coordinación con las unidades asistenciales, por un total de 1.126.101,63 euros.

El Hospital General Universitario Gregorio Marañón acaba de dar de alta a Binta, una niña de tan sólo 7 años que ha sido trasplantada de medula ósea por anemia falciforme. Con este trasplante, el Marañón alcanza los cincuenta casos desde que puso en marcha en 2010 el programa de trasplante de medula ósea para esta patología, con una tasa de curación y supervivencia que, en los últimos años, alcanza el 100%.

Las hemoglobinopatías son trastornos genéticos que afectan a la estructura o la producción de la molécula de hemoglobina. Se trata de anemias hereditarias que se detectan en las pruebas del talón que se realizan en España a todos los recién nacidos desde 2015, aunque la Comunidad de Madrid empezó ya en 2003. Gracias a esta prueba se pueden diagnosticar este tipo de anemias hereditarias graves, cuya única curación posible hasta el momento es el trasplante de medula ósea, aunque se están ensayando otros métodos como la terapia génica.

“El donante perfecto para estos casos es un hermano sano que tenga los mismos genes de HLA que el paciente, es decir, que sea compatible. El HLA es un tipo de antígenos presente en las células del organismo y sirve para que el trasplante no sea rechazado por el paciente, pero menos de un 20% de los niños con esta patología tiene este donante adecuado”, explica Elena Cela, oncohemátologa infantil del Gregorio Marañón. Se da la circunstancia, añade Cela, que tanto en el caso de Binta como en los pacientes anteriores el donante ha sido siempre un hermano.

La anemia se produce porque la médula del paciente fabrica un tipo de glóbulos rojos con una hemoglobina anómala que los rompe. Los glóbulos rojos adquieren una forma de hoz que provoca una obstrucción al normal flujo de la sangre a los órganos, que dejan de recibir así el oxígeno necesario. Esto provoca múltiples complicaciones agudas y crónicas en el niño que pueden cursar con crisis de dolor en los huesos o incluso ictus si el aporte de oxigeno no llega al cerebro, que es la complicación más devastadora.

Para el trasplante de médula se administra durante una semana quimioterapia, que destruye la médula enferma. Después se extrae la médula ósea del donante sano por medio de punciones en las caderas bajo anestesia general y luego se infunde esta médula sana en el paciente. Al cabo de unas pocas semanas, la médula del hermano donante “prende” en el paciente y empieza a producir glóbulos rojos con hemoglobina normal, quedando curada la enfermedad.

El Hospital Gregorio Marañón, que es centro de referencia nacional (CSUR) para esta enfermedad, inició este abordaje en 2010 y, gracias a la mejora progresiva con menor toxicidad en el tratamiento previo al trasplante, la tasa de curación de la enfermedad es de un cien por cien. “También es aconsejable que el trasplante de médula se haga lo antes posible, aunque no antes de los dos años, para que la enfermedad no haya afectado a otros órganos y los resultados sean mejores”, explica Elena Cela.

La razón de realizar el trasplante a veces en edades más avanzadas viene dada por la necesidad de conseguir un donante compatible. En ocasiones se realiza una selección de embriones sanos HLA idénticos en familias que desean tener más hijos y que pueden ser potenciales donantes de médula para sus hermanos enfermos.

Binta, la pequeña de 7 años que ya ha sido dada de alta, ingresó en el Marañón hace dos meses por una anemia falciforme. “El trasplante supone la curación absoluta, si no hay rechazo ni otras complicaciones, y tras unas semanas en el hospital y un seguimiento posterior durante unos meses, los pequeños pueden hacer una vida completamente normal”, concluye Elena Cela.

El servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid ha completado con éxito la colocación de dos implantes cocleares –dispositivos que permiten la audición en personas sordas- en una niña de 13 meses con un tipo de sordera congénita. Es la primera vez que los especialistas realizan ambos implantes en un mismo proceso quirúrgico en una niña tan pequeña en este hospital. La intervención se ha realizado en coordinación con los profesionales de Anestesiología y Reanimación Pediátrica, y de Enfermería.

La paciente nació con hipoacusia neurosensorial profunda consistente en una pérdida auditiva como consecuencia de un daño que afecta al oído interno. La detección precoz de esta patología infantil dentro del primer mes de vida, junto con un diagnóstico en los tres meses siguientes y el inicio del tratamiento antes de los seis son fundamentales para reducir o minimizar las posibles alteraciones en el lenguaje o desarrollo cognitivo.

El protocolo establece la utilización de audífonos precozmente, una vez se tenga el diagnóstico, y evaluaciones posteriores. En el caso de esta paciente pediátrica, con una hipoacusia profunda, se observó que estos no estaban siendo eficaces y se optó por el siguiente paso, el implante simultáneo. Al no tener una patología asociada a la hipoacusia y con una rehabilitación adecuada, el desarrollo de su audición será previsiblemente favorable y tendrá habilidades similares a las de un niño sin hipoacusia.

Durante el acto quirúrgico se implanta el receptor-estimulador con la guía de electrodos que se introducen en el interior de la cóclea o caracol del oído -componente interno-. El procesador del sonido -componente externo- se activa al mes de la cirugía. Los especialistas del 12 de Octubre ya han completado esta fase favorablemente, y a partir de ahora comenzará el proceso de aprendizaje del habla, ya que la rehabilitación por los logopedas, dirigida a la comprensión e interpretación de los estímulos auditivos, es fundamental para completar con éxito el proceso.

El implante coclear es un dispositivo electrónico complejo que transforma las señales acústicas en eléctricas y que son procesadas en las diferentes partes del dispositivo para estimular el nervio auditivo, desencadenando una sensación auditiva en el paciente. Consta de un micrófono externo que recoge las señales acústicas que se transmiten a un procesador de sonido, encargado de analizarlas y codificarlas. Una vez codificadas, son enviadas al receptor implantado mediante cirugía sobre el hueso craneal, debajo de la piel, utilizando para ello un transmisor colocado sobre la piel, detrás del pabellón auditivo. Es el encargado de transmitir las señales a cada uno de los electrodos que se han ubicado en el interior de la cóclea, estimulando así las fibras del nervio auditivo.