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05
Nov
2020
Madrid instalará medidores de CO2 en los colegios PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por CAMLa Comunidad no recomienda el uso de filtros HEPA

La Comunidad de Madrid adquirirá medidores de CO2 para conocer si la ventilación de las aulas frente al coronavirus es la adecuada, tal y como recogen unas instrucciones remitidas hoy desde el Gobierno regional a los centros educativos madrileños. En este documento se responde a las dudas sobre la correcta ventilación en las aulas ahora que se empiezan a registrar bajas temperaturas en el exterior de las mismas.

Según se plasma en el texto remitido a los centros, el CO2 se genera por la respiración de las personas, con lo que en espacios cerrados tiende a incrementarse. El nivel del aire exterior es de 400 ppm (partes por millón), y un valor entre 500 ppm y 700 ppm sería considerado como aceptable, por lo que en caso de llegar a 800 ppm, la ventilación sería obligatoria. Además, no resulta necesario instalar un medidor en cada clase, ya que se pueden utilizar las denominadas ‘aulas testigo’, que permiten definir el comportamiento de la concentración para espacios similares en superficie y ocupación.

Como norma general, la Comunidad de Madrid recomienda la ventilación natural cruzada en los espacios cerrados para evitar la transmisión del coronavirus, así como la reducción de aforos y el uso de mascarillas. Por ello, se considera necesario abrir las ventanas 15 minutos al entrar en un aula y la ventilación continua en aseos.

En la inmensa mayoría de las dependencias donde se desarrollan actividades docentes es posible generar la ventilación natural cruzada, ya que disponen de ventanas o puertas exteriores. Dado que los 15 minutos al inicio y al final de cada jornada y durante el recreo no es tiempo suficiente para ventilar las aulas, es necesario abrir puertas y ventanas en momentos en los que también éstas se encuentren ocupadas. En el caso de registrarse temperaturas invernales extremas, es mejor realizar un mayor número de ventilaciones más cortas en lugar de tener todo el tiempo las ventanas parcialmente abiertas.

Además, los centros educativos de la región construidos después de 2007 cuentan con un Sistema Integrado de Ventilación (SIAV) que garantiza la calidad del aire, aunque no sustituye la ventilación natural que debe realizarse en las circunstancias actuales.

En caso de que la ventilación natural cruzada no sea posible, se puede optar por la ventilación forzada a través de un extractor individual o un equipo impulsor con flujo de aire adecuado, pero debe evitarse, en todo caso, el modo de recirculación de aire interior sin aporte de aire exterior. Respecto al uso de purificadores de aire para eliminar partículas que puedan contener virus, puede ser una solución en el caso de habitaciones sin ventanas o cuando las aberturas sean insuficientes, aunque su uso debe llevarse a cabo con asesoramiento sanitario y técnico. Pese a ello, la Comunidad desaconseja su uso en aulas con ventanas y puertas que permitan ventilación natural cruzada.

Las instrucciones también incluyen un apartado específico con observaciones sobre los aparatos portátiles de Filtros HEPA, adquiridos por ayuntamientos (a los que también se ha remitido este documento) y diversos centros con la llegada de las bajas temperaturas. La Comunidad advierte de que algunos aparatos no están dimensionados por las volumetrías que se requieren en las aulas, que un uso inadecuado puede ayudar a expandir el virus o que su eficiencia no está probada suficientemente. Además, la colocación de los aparatos debe contar con el visto bueno de las autoridades sanitarias, tras un estudio cuidadoso de las corrientes generadas y los filtros deben cambiarse frecuentemente por personal especializado.

La Comunidad de Madrid recomienda ventilar de manera frecuente los espacios cerrados donde se concentren personas, como una medida adicional para evitar la transmisión del coronavirus. En este sentido, y en base a la evidencia científica, la Consejería de Sanidad advierte de que los aerosoles o gotitas de pequeña dimensión que se quedan suspendidas en el aire de espacios cerrados puede ser una fuente de infección de COVID-19

Los consejos para evitar la transmisión a través de aerosoles (gotas de aire que se quedan suspendidas en el aire) son fruto de las recomendaciones generales para edificios de uso público que recoge el documento Impacto de los sistemas de ventilación en la transmisión del SARS-CoV-2, elaborado por la Viceconsejería de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Consejería de Sanidad, y a partir del cual se elaborarán guías monográficas en función de los sectores de actividad.

En el marco de dicho documento, la Consejería de Sanidad, con carácter general, recomienda mantener de manera regular las ventanas abiertas en aquellos espacios de interior donde se concentren personas, recordando, además, que es obligatorio llevar la mascarilla.

Además, los técnicos de Sanidad que han participado en el documento insisten en que, tras o durante  el uso de una habitación, se deben abrir las ventanas al menos durante 15 minutos para evitar una posible  exposición al virus. De igual manera, ha de aplicarse esta recomendación en los edificios ventilados mecánicamente.

En los espacios que suelen ser utilizados durante una hora o más por grupos de personas, como las aulas, salas de reuniones o restaurantes, Sanidad aconseja realizar una medición de los niveles de CO2 o instalar sensores en las zonas ocupadas para que avisen de una posible ventilación insuficiente en las instancias del edificio.

En el caso de viviendas, las pautas a seguir son una ventilación natural diaria de todas las estancias, incluido en invierno, con la apertura de las ventanas al menos durante 15 minutos al entrar a una habitación sobre todo cuando ha sido utilizado dicho espacio por otras personas. Se puede incrementar con la ventilación cruzada, que es abrir ventanas o puertas en lados opuestas.

La Consejería de Sanidad tiene previsto incluir la recomendación generalizada de la ventilación en espacios cerrados, tantos públicos como privados, en la campaña de publicidad que se está diseñando para concienciar a la población de medidas preventivas frente al COVID-19.

La Consejería de Sanidad recuerda que el riesgo de contagio por el SARS-CoV-2 se debe minimizar mediante el uso de ciertas medidas de protección, que incluye la ventilación de espacios, mantener la distancia interpersonal de, al menos, 2 metros, reforzar la higiene de manos y respiratoria, limpieza y desinfección de espacios y el uso mascarillas.

 

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