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27
Jun
2020
Ictus, traumatismos y tumores, principales causas de la afasia PDF Imprimir E-mail
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Foto cedida por Colegio Logopedas MadridHoy se celebra el Día Mundial de la Afasia

Este domingo, 28 de junio, se celebra el Día Mundial de la Afasia, un trastorno sobrevenido que afecta a las habilidades para usar el lenguaje, por ejemplo, hacer frases, decir palabras adecuadas o entender lo que se escucha. Estas limitaciones lingüísticas afectan a las relaciones familiares, laborales y sociales de la persona que lo sufre. Por eso, el  Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (CPLCM) pone énfasis en la necesidad de un diagnóstico e intervención precoz del logopeda para mejorar su calidad de vida y evitar el aislamiento.

En adultos, los ictus son la causa más frecuente de afasia, seguida de los traumatismos craneoencefálicos y los tumores, pero también las enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer, párkinson, huntington, demencias, esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, etc. pueden provocar este trastorno.

En cualquier caso, las consecuencias son muy parecidas. La logopeda del Hospital Universitario Infanta Elena Valdemoro y miembro del CPLCM, Natalia Melle, explica cómo afecta la afasia en el día a día de las personas adultas que lo sufren: “En ocasiones, les es complicado hacerse entender porque las palabras que usan no se corresponden con el contexto. Tiene problemas para el desempeño del rol previo o el funcionamiento de dinámicas familiares como la resolución de una avería casera donde se debe llamar a un técnico o el cuidado de hijos, puesto que no pueden comunicarse con fluidez con terceros. A nivel laboral, algunos pacientes no pueden proseguir desempeñando la misma profesión por sus limitaciones comunicativas o porque no existen adaptaciones suficientes en el contexto laboral que se lo permitan. Y, socialmente, muchas de sus relaciones se ven afectadas al no poder compartir opiniones, sentimientos, conocimientos con terceros, al no comprender el lenguaje figurado que forman las metáforas, bromas, chistes o el lenguaje no literal, al tener dificultades para comprender conversaciones, películas, obras de teatro, etc.”.

El bienestar y calidad de vida de las personas que padecen afasia se ven alterados de forma importante, pero estas limitaciones lingüísticas pueden tratarse con logopedia, que consigue una mejora de las habilidades y las funciones comunicativas.

Según advierte esta logopeda experta en Evaluación e Intervención en Neuropsicológica y Neurolingüística, para un diagnóstico e intervención adecuados de la afasia son esenciales evaluaciones exhaustivas por especialistas en lenguaje, es decir, logopedas, ya que “la diversidad de enfermedades en las que puede aparecer la afasia, así como la variabilidad en sus manifestaciones, hace complejo la determinación de parámetros, dándose casos tan sutiles de alteraciones lingüísticas que pasan desapercibidos”.

Sin embargo, apunta que el entorno cercano de los pacientes de ictus, traumatismos craneoencefálicos, tumores y enfermedades neurodegenerativas (enfermedades que podrían dar lugar alteraciones del lenguaje) pueden estar atentos y observar si la persona tiene ciertas dificultades para desarrollar las siguientes acciones:

 Comprender lo que le decimos, tanto con oraciones sencillas como complejas.

 Reconocer los objetos que le pedimos.

 Expresar verbalmente las necesidades que tiene o preguntar por aspectos que le interesan con palabras adecuadas y oraciones bien construidas.

 Referirse a objetos de los que quiere hablar o a conceptos que quiere comunicar y usa muchas palabras del tipo “esto”, “la cosa”, etc.

 Escribir correctamente. Comete errores en las letras que forman la palabra o fallos ortográficos.

 Recordar cómo se escriben algunas palabras.

 Entender lo que lee, aunque sea muy sencillo.

Asimismo, Natalia Melle concreta que, en el caso de las enfermedades neurodegenerativas, “se pueden encontrar cambios en los hábitos del familiar, como mayor desinterés por los programas de televisión o radio con los que antes disfrutaba, reducción de los contactos sociales con los amigos, desapuntarse de actividades de ocio a las que solía acudir, problemas para recordar el nombre de los objetos o llamarlos de otro modo, simplificación de las expresiones verbales utilizando muchas frases cortas y sencillas, dificultades para mantener conversaciones con los familiares o amigos sobre sus temas favoritos, dejar de comprar el periódico o las revistas que leía, pasar las hojas del periódico sin apenas leerlo y no ser capaz de comentar ninguna noticia, etc.”.

Ante estos signos, es aconsejable visitar a un logopeda especializado para que realice una evaluación exhaustiva de los elementos del lenguaje (fonética-fonológica, léxico, semántica, morfosintaxis, pragmática, discurso y comunicación). “A partir de esta evaluación, se realizará un diagnóstico logopédico y se establecerán los aspectos que deben ser tratados para potenciar su recuperación y minimizar lo máximo posible el impacto de la enfermedad sobre el lenguaje de modo que pueda mantener un nivel comunicativo funcional que le ofrezca la mayor independencia socio-comunicativa posible”, sostiene esta logopeda.

La intervención logopédica en casos de afasia consiste en la aplicación de distintas técnicas y procedimientos basados en la mayor evidencia científica posible para mejorar las habilidades que se han detectado deficitarias. Estas técnicas y procedimientos se desarrollan en forma de ejercicios o del uso de sistemas de comunicación alternativos o aumentativos.

Para ello, “se llevan a cabo sesiones individuales y/o grupales (dos o tres pacientes), según los objetivos que se persigan. Por ejemplo, si se desea trabajar un aspecto específico del lenguaje puede realizarse una sesión individual mientras que, posteriormente, se puede programar una grupal para actividades más interactivas donde se ponga en práctica lo trabajado”, indica Natalia Melle.

Lo recomendable es un tratamiento intensivo, todos los días de la semana al menos de una hora de duración, puesto que se ha comprobado que es lo más efectivo. Se suele trabajar con la familia y/o el personal sociosanitario que le atiende para realizar actividades de refuerzo y/o generalización en el contexto real y para mejorar su rendimiento con el paciente como interlocutores.

Gracias a la logopedia, los pacientes con afasia consiguen mejoras funcionales comunicativas que les permite tener una mayor calidad de vida. “La estimulación del lenguaje promueve la recuperación, regeneración o el no deterioro rápido de las áreas afectadas a nivel cerebral. En ocasiones, cuando esto no es posible por las características de la enfermedad de base, la terapia no termina, puesto que el objetivo principal del logopeda es que el paciente se pueda comunicar y, para ello, recurrirá también a sistemas de comunicación aumentativos o alternativos, adaptándolos según el proceso que sigue el paciente”, aclara la logopeda.

Además, subraya que los beneficios no son únicamente para el paciente en sí sino, también para su entorno próximo, puesto que mejora la comunicación y la convivencia entre ambos. Y también para la sociedad en su conjunto, puesto que se obtienen beneficios de crecimiento social y ético al integrar a personas con diversidad funcional.

 

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