19
Ago
2019
Lasquetty, David Pérez, Ruiz Escudero y Enrique Ossorio completan el gobierno tecnócrata de Ayuso Imprimir
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Foto cedida por CAMLa Presidenta se desmarcó de VOX en su discurso de toma de posesión

A partir de las once de la mañana de hoy tomarán posesión de su cargo los trece consejeros del primer gobierno de la XI Legislatura en la Comunidad de Madrid, y lo harán después de que anoche se hiciesen públicos los últimos nombres que quedaban por desvelarse, nombres entre los que destacan varios viejos conocidos de los madrileños, como Fernández Lasquetty, David Pérez, Enrique Ruiz Escudero o Enrique Ossorio.

La mañana de este lunes comenzaba igual que había ocurrido con el resto de las últimas cuatro jornadas: con la confirmación de nuevos nombres para el ejecutivo autonómico. Así, el último nombre de Cs es el de Eduardo Sicilia, exdirectivo del BBVA, que se hará cargo de la cartera de Universidades y Ciencia.

También en la mañana del lunes los diarios desvelaban otros tres nombres de la lista del PP, como son los de Enrique Ossorio, exportavoz del partido en la Asamblea, que será el nuevo consejero de Educación y Juventud; Maria Eugenia Carballedo, nueva consejera de Presidencia; y Javier Fernández Lasquetty, que regresa como consejero de Hacienda.

A continuación el foco se trasladaba hasta la Real Casa de Correos, donde Díaz Ayuso tomaba posesión de su cargo tras prometer con la mano sobre el Estatuto de Autonomía. Ayuso utilizaba su discurso, de unos quince minutos, para comenzar a marcar distancias con VOX, y lo hizo remarcando que en Madrid “nunca se han puesto fronteras”. Ayuso hizo una alusión en defensa del colectivo LGTBI (“trabajaremos para que cada madrileño viva su vida como decida”) y otra de las víctimas de violencia de género.

Entre los que la escuchaban, cuatro expresidentes autonómicos (Gallardón, Aguirre, Garrido y Rollán), además de un Pablo Casado que acudía al acto mostrando un nuevo look en el que destacaba una frondosa barba.

Isabel Díaz Ayuso ha subrayado en su toma de posesión como presidenta de la Comunidad de Madrid, la tercera mujer que lo hace en la historia de la autonomía, y la primera que dirigirá un Gobierno en coalición –con Ciudadanos-, que “mi obligación es hacer las cosas bien, no quedar nunca satisfecha por buenos que parezcan los resultados, y gobernar para todos”.

Exigencia personal y no permitirse errores

“En estas palabras más íntimas que políticas”, según ha manifestado la nueva presidenta, ha destacado que “la obligación de hacer las cosas bien es una frase muy simple, pero encierra la esclavitud de no permitirse ni un solo error, de multiplicar la exigencia personal, y reconocer permanentemente que no es tan fácil tener razón”, ha apostillado.

Díaz Ayuso ha confesado que “hace 8 meses recibí con sorpresa la noticia de boca de Pablo Casado, que me dijo textualmente: vas a ser presidenta de la Comunidad de Madrid”, ha revelado. “No sé si estabas muy seguro de lo que decías, pero yo sí”, ha agregado.

Agradecimiento a Pablo Casado

“Hoy gracias a ti, al trabajo de un gran equipo y a la decisión de los madrileños, tras mucho esfuerzo para conciliar a partidos distintos, nos encontramos aquí con la obligación de hacer las cosas bien”, ha aseverado. “Hoy empieza todo, desde luego para mí”, ha señalado.

En su primer discurso como presidenta se ha comprometido a dialogar con todos los sectores sociales, instituciones y partidos políticos, “para que Madrid siga siendo el motor económico de España y la región de mayor acogida de personas y de empresas”. “Estoy orgullosa de ser española de Madrid, e intentaré darlo todo a nuestro país, porque no se puede gobernar Madrid sin querer a España”, ha afirmado.

El consenso por encima de la tensión y el conflicto

“La urnas han dictado que estamos obligados al compromiso de caminar juntos, subrayando las coincidencias y marcándonos objetivos comunes”, ha apuntado Díaz Ayuso, “este es el nuevo reto de la nueva generación de políticos españoles: el consenso por encima de la tensión permanente y el conflicto”, ha destacado.

Proyecto político basado en la libertad

Díaz Ayuso ha recordado los principales retos de su Gobierno, “un proyecto político basado en la libertad, la bajada de impuestos y la eficacia en los servicios públicos”. “La libertad será un reto trasversal que estará presente en todas nuestras políticas”, ha puntualizado. “Quiero un Gobierno que funcione con los madrileños, no sobre ellos; que esté al lado de los ciudadanos, no sobre sus espaldas; que ofrezca  oportunidades, no que las ahogue”, ha manifestado.

El programa de Gobierno es un contrato

“El programa de Gobierno que llevaré adelante, compuesto por las 155 medidas que acordamos con Ciudadanos es mi compromiso y mi contrato con los madrileños, que consiste en afrontar los diez retos más importantes que tiene nuestra región y hacer que Madrid siga siendo el faro de España”, ha subrayado.

En este sentido, la presidenta de la Comunidad ha recalcado que “los políticos estamos para buscar soluciones, no para generar problemas ni  preocupaciones, es lo que debemos hacer y lo que tenemos que exigir en otros niveles cuando no se cumpla esta máxima”.

Especial atención a la Educación y a la mujer

La nueva presidenta madrileña ha señalado que la apuesta por la libertad tendrá especial atención en la Educación, “para que Madrid siga siendo ejemplo de excelencia educativa, de generación de empleos de calidad, de una FP digna y adecuada al mercado de trabajo, que siga siendo envidiada por el bilingüismo o porque los padres puedan elegir donde estudiarán sus hijos”.

Y también en la mujer, “y cuando hablo de mujer quiero decir además familia, conciliación o la violencia que les afecta”, ha señalado. “Reforzaremos los mecanismos que tiene la Comunidad para intentar que ninguna mujer se sienta vulnerable o amenazada, e incentivaremos la conciliación de la vida personal y profesional, para que la decisión de tener hijos no penalice a nadie”, ha apuntado Ayuso. En este sentido, ha añadido que “apoyaremos a las empresas que decidan flexibilizar los horarios o potenciar el teletrabajo”.

Humanizar la región

Isabel Díaz Ayuso ha destacado que Madrid es “una fuerza económica, pero estamos obligados a humanizar la región, estoy especialmente preocupada por la soledad que afecta tanto a jóvenes como a mayores y profesionales”. ”No solo es tarea de la Administración luchar contra la soledad, hemos de trasladar a la sociedad que siempre será posible ayudar, preocuparse, cohabitar para que nadie se sienta extraño en nuestra región”, ha aseverado.

El empleo como prioridad y Madrid Nuevo Norte

“En los próximos años asistiremos a la mayor inversión en infraestructuras que se va a hacer en Europa con Madrid Nuevo Norte, lo que conllevará la creación de miles de puestos de trabajo para madrileños, de otras partes de España y también para extranjeros”, ha afirmado la nueva presidenta, “el empleo es nuestra principal preocupación, es lo que nos a la libertad que buscamos, es lo que nos da la felicidad y el desempleo lo que determina nuestras angustias y hace peligrar nuestra convivencia”,  ha resaltado.

En esta línea, la rebaja de impuestos para crear riqueza  “ha resultado especialmente positiva para Madrid y seguiremos por esa senda, sin olvidarnos de las personas que tiene dificultades para reengancharse al mercado laboral o los jóvenes que necesitan trabajar para poder diseñar sus vidas, así como las personas que viven en las zonas rurales, que también tienen derecho a los mismo servicios  que quienes viven en la capital o en grandes municipios”.

Región abierta y digitalizada

“Quiero una región abierta, que la digitalización y las nuevas tecnologías nos ayuden a mejorar la vida, los negocios, la formación, para poder vivir donde se quiera, por ello llevaremos internet de alta calidad a todos los municipios”, ha hecho hincapié Díaz Ayuso, “un Madrid con la mirada puesta en el pleno empleo donde se cultiven las relaciones personales y la Administración esté para ayudar y no para imponer es la región donde a mí me gustaría vivir”, ha apostillado.

Para finalizar, la nueva presidenta regional ha vaticinado “un futuro brillante, se dan las circunstancias para una época de prosperidad en la Comunidad de Madrid”. “Madrid es una Comunidad vibrante repleta de héroes anónimos, cotidianos”, ha concluido.

Por la tarde las noticias continuaban, y lo hacian con la confirmación de los dos últimos nombres de la lista de trece que liderarán el Gobierno autonómico desde hoy mismo (tras la toma de posesión se celebrará el primer Consejo de Gobierno de la nueva legislatura), y no son otros que la directora de Deloitte, Paloma Martín, nueva consejera de Medio Ambiente y Urbanismo; y David Pérez, exalcalde de Alcorcón que se hará cargo de la cartera de Vivienda y Administración Local.

Así queda conformado el nuevo Gobierno, el primero en coalición de la historia de la Comunidad, con un perfil claramente técnico. Así tres de los consejeros tienen gran experiencia en la empresa privada; otros dos proceden de la carrera judicial; y cuatro han tenido labores de gobierno en pasados ejecutivos autonómicos.



Primer Gobierno de la XI Legislatura de la Comunidad de Madrid

Isabel Diaz Ayuso Presidenta de la Comunidad

Ignacio Aguado Vicepresidente, portavoz y Consejero de Deportes y Transparencia

Maria Eugenia Carballedo Consejera de Presidencia

Enrique López Consejero de Justicia, Interior y Víctimas del Terrorismo

Javier Fernández Lasquetty Consejero de Hacienda y Función Pública

Paloma Martín Consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad

David Pérez Consejero de Vivienda y Administración Local

Angel Garrido Consejero de Transportes e Infraestructuras

Manuel Giménez Consejero de Economía, Competitividad y Empleo

Alberto Reyero Consejero de Políticas Sociales, Familias y Natalidad

Enrique Ruiz Escudero Consejero de Sanidad

Enrique Ossorio Consejero de Educación y Juventud

Marta Rivera de la Cruz Consejera de Cultura y Turismo

Eduardo Sicilia Consejero de Universidades, Ciencia e Innovación



DISCURSO TOMA DE POSESIÓN PRESIDENTA COMUNIDAD DE MADRID

ISABEL DÍAZ AYUSO

Real Casa de Correos, 19 de agosto 2019

Amigos todos:

Imagino que entenderéis mi dificultad para pronunciar estas primeras palabras como presidenta de la Comunidad de Madrid. No es solo la emoción personal, ni la consciencia de la responsabilidad que se ha depositado en mí; no es tampoco la impresión de teneros aquí a todos, desde las autoridades, a los altos cargos de mi partido, pasando por mi familia y amigos...

Es algo más íntimo: la sensación de que a partir de ahora estoy obligada, únicamente, a mirar hacia adelante.

Estos días pasados he tenido la oportunidad de resumir ante la Asamblea las líneas generales de mi proyecto de gobierno que, por vez primera, nace de una coalición con Ciudadanos y, que ha de contar, además, con los acuerdos parlamentarios que alcancemos con Vox. Es un proyecto político que, no me canso de repetir, se basa en la Libertad, la bajada de impuestos y la eficacia en los servicios públicos.

El pasado mes de enero, y se han cumplido ocho meses, recibí con sorpresa la noticia de boca de Pablo Casado, presidente de mi partido. Me dijo, textualmente: “te llamo para comunicarte que vas a ser la futura presidenta de la Comunidad de Madrid”.

Hoy, gracias a ti, al trabajo de un gran equipo y a la decisión en las urnas de los madrileños, tras haber encontrado el consenso con distintos partidos distintos, nos encontramos con la obligación de hacer las cosas bien.

Porque la dificultad de pronunciar estas primeras palabras, más íntimas que políticas, tiene como origen la frase anterior: “la obligación de hacer las cosas bien”.

Significa estar atenta más a lo que te dicen que a lo que hablas; reconocer permanentemente que no es tan fácil tener razón, y gobernar para todos, no solo para una parte.

“Hacer las cosas bien” es una frase sencilla que para el gobernante encierra la esclavitud de no permitirse ni un solo error, de multiplicar la exigencia personal y, me temo, de no quedar nunca satisfecha por buenos que parezcan los resultados.

Y este es el compromiso que asumo: la obligación de hacer las cosas bien gobernando para todos los madrileños.

Para eso necesitaré ayuda: siempre habrá alguien más juicioso, con mejor visión, con cintura, con capacidad de acuerdo, o con más imaginación. Lo acepto porque creo que la modestia es el mejor consejo para los altos cargos.

Suelo decir con orgullo que un nuevo equipo de políticos se está abriendo paso en la sociedad española y que tenemos derecho a hacerlo. Y las urnas han dictado que estamos obligados al compromiso de caminar juntos, subrayando las coincidencias, marcándonos objetivos comunes, pensando más en los gobernados que en los gobernantes.

Este es el reto de la nueva generación de políticos españoles: el consenso y el diálogo por encima de la tensión permanente y el conflicto.

Hoy empieza todo. Desde luego, para mí.

En este primer discurso como presidenta de la Comunidad de Madrid deseo comprometerme a dialogar con todos los sectores sociales, instituciones y partidos políticos para avanzar en este logro que ya hemos conseguido: que Madrid siga siendo el motor económico de España y la región de mayor acogida tanto de personas como de empresas.

Estoy orgullosa de ser española. Española de Madrid. Nuestro país es maravilloso.

Y desde la Comunidad de Madrid intentaré darlo todo a España porque no se puede gobernar Madrid sin querer a España.

Desde aquí aportaremos la Libertad de la que hacemos gala; la acogida; nuestros servicios públicos, y la solidaridad.

Madrid será siempre leal a la Corona y al Gobierno de la Nación sin olvidar a los madrileños. Por eso seremos colaboradores y a la vez exigentes, para que Madrid siga siendo pieza clave en España y que España sepa que puede contar con Madrid.

Quiero servir a una administración que funcione con los madrileños, no sobre ellos. Que esté a su lado, no sobre sus espaldas. Que ofrezca oportunidades, no que las ahogue.

Madrid es fuerza económica, pero estamos obligados a humanizar nuestra región. Por eso, quiero subrayar algo de lo que hablé estos días en la Asamblea: estoy especialmente preocupada por la soledad que afecta tanto a jóvenes, como a mayores, como a profesionales.

Y no solo es tarea de las administraciones públicas luchar contra la soledad, sino que también hemos de trasladar a la sociedad que siempre será posible ayudar, preocuparse, cohabitar para que nadie se sienta extraño en nuestra región.

Me preocupa el uso de la tecnología que nos conduce, muchas veces, a la soledad. Solo siendo conscientes de ese peligro podemos evitar que nuestros adolescentes prefieran quedarse en su cuarto a salir a la calle, o que las familias no encuentren hueco para hablarse.

La humanización a la que me refiero debe llegar también a nuestra sanidad, la mejor de España y puntera en Europa. Una sanidad que cuenta ya con sistemas de telemedicina, con recursos humanos y técnicos excelentes pero que aún debemos mejorar, por ejemplo, en la Atención Primaria.

Me he comprometido a dar más tiempo a los médicos para cada paciente. Porque sabemos que es una demanda generalizada para mejorar ese servicio tan utilizado e importante para los madrileños.

En los próximos años, asistiremos a la mayor inversión en infraestructuras que se va a hacer en Europa: Madrid Nuevo Norte. Eso conllevará la creación de miles de puestos de trabajo de los cuales muchos serán nuevos españoles en Madrid y también extranjeros.

Hemos de conseguir que ese aluvión de inversiones y de empleos crezca bajo la premisa de la humanización de nuestras relaciones, la integración, la acogida y, desde luego, la ausencia de guetos.

Y de los diez retos de los que hablé en mi discurso de Investidura, no puedo dejar de destacar la preocupación por el empleo.

Porque es el empleo lo que nos da la libertad que buscamos; el empleo contribuye a nuestra realización personal; y es el paro lo que determina la angustia y hace peligrar nuestra convivencia.

La receta de bajar impuestos para crear riqueza ha resultado especialmente positiva en Madrid. Seguiremos esa senda, en la que no vamos a olvidarnos de aquellas personas de mediana edad que encuentran dificultades para reengancharse a la vida laboral, ni de los jóvenes, que necesitan trabajar cuanto antes para, así, diseñar sus vidas.

La región donde me gustaría vivir es aquella región abierta, con la mirada puesta en el pleno empleo, donde se cultiven las relaciones humanas y donde la administración esté para ayudar y no para imponer.

Pero aún hay más. Madrid es una región moderna, donde se usa el móvil continuamente para hacer infinidad de gestiones, compras, etc. Soy consciente de que la administración de los madrileños no se puede quedar atrás.

No me refiero sólo a hacer gestiones por Internet o al desarrollo de aplicaciones móviles. Estoy hablando de convertir Madrid en la Región más digitalizada de Europa.

Debemos aprovechar las nuevas tecnologías para hacer una gestión más eficiente en nuestra Comunidad. Tenemos que conseguir que todos los madrileños las utilicen para formarse, para avanzar en sus negocios, para mejorar profesionalmente, o para vivir y trabajar donde quieran, sin estar atados a una oficina, algo que cada vez es más habitual. Y para eso llevaremos Internet de Alta Calidad a todos nuestros municipios.

Pienso ahora en el mundo rural y en uno de los desafíos que tenemos por delante: la despoblación y el invierno demográfico que estamos afrontando.

Madrid es una región uniprovincial. Pero es muy diversa y en ella convive una gran urbe como es la capital de España, junto con la Sierra Norte, Aranjuez, o las zonas de Las Vegas o de Cadalso de los Vidrios, en el otro extremo del mapa, y que este verano ha sufrido un terrible incendio.

Antes de continuar, aprovecho para agradecer una vez más, y ya como presidenta, el enorme esfuerzo que han realizado este verano todas las unidades de la Comunidad de Madrid y de los distintos cuerpos y servicios para acabar lo antes posible con los incendios que hemos sufrido. Gracias a todos.

Madrid es una región diversa y no nos podemos olvidar de las áreas rurales, de aquellas que sufren despoblación, de las que han sabido salir adelante gracias a los mejores productos de Madrid, a nuestra denominación de origen, indicaciones geográficas protegidas o las marcas de calidad de Madrid.

Como ya he dicho en varias ocasiones, gobernaré para todos los madrileños y me ocuparé de los problemas de todos. Y por supuesto, también de los que viven en las zonas más complejas y que tienen derecho a tener los mismos servicios que quienes viven en la capital y los grandes municipios.

Más aún, cuando es en esas zonas donde más se cuida Madrid, nuestros productos tradicionales, nuestras Reservas de la Biosfera, Patrimonio de la Humanidad, el legado que debemos dejar a las futuras generaciones si queremos que Madrid siga siendo una región habitable.

Y recuerdo aquí uno de los retos que he marcado: la sostenibilidad y el cuidado de nuestro medio ambiente. El problema de la calidad del aire no tiene una sola causa, tiene muchas. Y las debemos afrontar con responsabilidad y con una visión global, que consiga, de verdad, mejorar esa calidad.

Sé que entre todos lo lograremos, mejorando la eficiencia energética de los edificios, con los parkings disuasorios, reforzando la red de transporte público aún más, renovando nuestro parque móvil y con un Plan de Movilidad Sostenible que mire al futuro y que vaya construyendo soluciones a largo plazo.

Los políticos estamos para buscar soluciones, no para generar problemas ni preocupaciones. Lo dije la semana pasada y lo repito hoy. Porque creo que es lo que debemos hacer y lo que debemos exigir también cuando en otros niveles no responden a esta máxima.

Decía la semana pasada que la libertad sería un reto transversal en todas nuestras políticas. Por eso, antes de acabar, aún quiero hablarles de dos cuestiones más desde la libertad.

La primera es la educación. Nada nos hace más libres que ella. Porque nos da conocimiento para discernir. Y porque nos da formación para elegir nuestro futuro y tomar las riendas de nuestras vidas.

Por eso queremos que Madrid siga siendo ejemplo de excelencia educativa, de generación de empleos de calidad gracias a una Formación Profesional digna y adaptada al mercado de trabajo. Que siga siendo envidiada por el bilingüismo o porque el 93’7% de los padres eligen dónde estudiarán sus hijos.

No es un tema menor: la educación de hoy marcará el futuro de las próximas generaciones y de la sociedad en su conjunto. Por eso tenemos que estar convencidos y comprometidos con la mejor educación para los madrileños.

El segundo es la mujer.

Reforzaremos los mecanismos que tiene la Comunidad a su alcance para intentar que ninguna mujer se sienta vulnerable, amenazada y viva sin libertad.

Incentivaremos la conciliación de la vida personal y profesional, para que la decisión de tener hijos -que compete tanto a hombres como a mujeres- no penalice a nadie. Apoyaremos a las empresas que decidan flexibilizar horarios o potenciar el teletrabajo. Y trabajaremos incansablemente para que cada madrileño viva su vida como decida. Y que lo haga en libertad.

No les entretengo más, ya que los madrileños han podido conocer estos días el programa de Gobierno que llevaremos adelante. Ese programa está presente en el Acuerdo de 155 medidas firmado con Ciudadanos, y que ha quedado negro sobre blanco en el Diario de Sesiones de la Asamblea de Madrid.

Ahí está mi compromiso con Madrid, mi contrato con los madrileños: afrontar los diez retos más importantes de nuestra región y hacer que Madrid siga siendo el faro de España.

Termino, queridos amigos:

Por tercera vez consecutiva, una mujer estará al frente de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, una región que siempre ha estado en el futuro.

En este camino estaré acompañada de mis coaligados y, espero también, de mis adversarios cuando las circunstancias nos permitan llegar a acuerdos necesarios para Madrid.

Un futuro que preveo brillante.

Se dan las circunstancias para asistir a una época de prosperidad en la región.

Gracias a que nunca pusimos fronteras, somos hoy referencia en España y en Europa.

Gracias a que siempre acogimos al que llegó, hoy tenemos a miles de familias que quieren unirse a nosotros. Mi discurso va por ellos: por personas anónimas que cada día realizan milagros en un mostrador, en un taller, en un quirófano, en una fábrica o en su propia casa.

Madrid es una comunidad vibrante repleta de héroes anónimos, cotidianos.

Su futuro es lo que me anima a trabajar sin descanso.

Y, desde luego, espero contar con su ayuda, la de todos.

Muchas gracias.