Según el Gobierno Regional, la mayor cantidad de visitas se registró en el puente de la Constitución

El Belén instalado esta Navidad en el patio de la Real Casa de Correos ha recibido un total de 82.356 visitas desde que abrió sus puertas el 7 de diciembre hasta el pasado jueves 5 de enero. La afluencia de personas fue especialmente numerosa el fin de semana del 13 de diciembre, días en los que se registró un pico de más de 10.000 visitantes.

Además de acercarse hasta la sede del Gobierno regional para ver el trabajo de la Asociación de Belenistas de Madrid, un total de 19.491 madrileños y turistas han visitado también la Casa de Postas, donde se encontraba ubicado el Departamento de Envíos Extraordinarios.

El Belén de la Real Casa de Correos ha recreado este año el Madrid de la época de Carlos III (cuando se cumple el tercer centenario de su nacimiento) así como las escenas de la Nochebuena de la Villa y Corte del que fue considerado ‘El mejor alcalde de Madrid’ y el monarca que modernizó y embelleció la ciudad.

La ribera del Manzanares y las lavanderas daban entrada a un paseo por Madrid donde, junto a la representación de la Anunciación a la Virgen, la Sagrada Familia y la Adoración de los Magos se pueden contemplar edificios y monumentos emblemáticos como la Puerta de Alcalá, el Palacio Real, la Fuente de Cibeles o la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional.

Otros edificios y monumentos promovidos o finalizados bajo el reinado de Carlos III que se ha podido ver en el Belén son la Puerta de San Vicente, la Real Basílica de San Francisco el Grande, la Iglesia de San Ginés de Arlés, el Real Gabinete de Historia Natural (actual Museo del Prado), el Salón del Prado y el Real Observatorio Astronómico de Madrid.

Además, en otro de los patios de la Real Casa de Correos ha estado ubicado el Bosque de Deseos, donde los niños, y los no tan niños, podían colgar una tarjeta en la que previamente habían escrito su deseo para el próximo año. Y, tras finalizar el recorrido, los visitantes han podido descubrir el Departamento de Envíos Extraordinarios, en el patio de la vecina Casa de Postas; un viaje a un mundo de magia y fantasía, dónde los carteros se convertían en seres mágicos.