La Denominación de Origen vitivinícola comprende 44 bodegas y 114 marcas

El presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acompañado por el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, visitó hoy la única bodega de la región que produce un vino espumoso con Denominación de Origen Vinos de Madrid, denominación de la que además fue pionera esta empresa, la Bodega Jesús Díaz, ubicada en la localidad de Colmenar de Oreja.

Se trata de una bodega de marcado carácter familiar, creada en 1898 y en la que actualmente trabaja la quinta generación y cuyo esquema de producción ha sabido conjugar la aplicación de métodos tradicionales con las nuevas tecnologías. Su producción de espumosos, iniciada en 1980, se caracteriza no tanto por su cantidad, puesto que ronda las 1.500 botellas al año, como por el exquisito cuidado en su elaboración. De hecho, estos caldos reposan un mínimo de tres años en la bodega.

“Esta empresa ha demostrado que en nuestra región también se puede producir un buen vino espumoso, que es el preferido por muchos consumidores para brindar en estas fechas navideñas. El enorme esfuerzo de los bodegueros madrileños para innovar y ser cada vez más competitivos en el difícil mercado del vino se ha traducido en los últimos tiempos en un gran salto de calidad que ha contado, y seguirá contando, con el apoyo permanente del Gobierno regional”, señaló González.

Buena muestra de la excelencia alcanzada por los Vinos de Madrid es que en la última edición de los prestigiosos Premios Bacchus los caldos madrileños alcanzaron el quinto lugar en cuanto a número de muestras premiadas de entre las 95 indicaciones de origen españolas que estaban representadas. El valor económico de las ventas de la Denominación de Origen Vinos de Madrid en la campaña 2011-2012 superó los 30 millones de euros, incluyendo la venta de 3,5 millones de botellas. Aunque el principal mercado sigue siendo la propia Comunidad de Madrid, el 23% de la producción se exporta al extranjero, sobre todo a países como Estados Unidos, China o Alemania.

La Comunidad de Madrid mantiene una firme política de apoyo al sector que se traduce no sólo en ayudas directas, como los más de 4 millones de euros en subvenciones al Consejo Regulador en el periodo 2000-2012, sino también en distintas acciones de promoción que han permitido que los Vinos de Madrid estén ya en las cartas de los restaurantes de mayor prestigio.

“El Gobierno madrileño va a continuar trabajando por la mejora de su promoción y comercialización, de forma que los consumidores tengan la oportunidad de descubrir la excelente relación calidad-precio de los vinos de nuestra región”, apuntó el presidente. De hecho, frente al descenso generalizado en el consumo del vino durante la última década, 2012 ha significado un punto de inflexión en la tendencia, y el consumo en los hogares españoles ha experimentado un ligero repunte (2,9%), según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino.

González destacó también la importancia de la investigación desarrollada por la Comunidad de Madrid a través del Instituto Madrileño para la Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) para potenciar este sector. Este instituto desarrolla decenas de investigaciones para mejorar los cultivos y su rentabilidad, estudia las variedades más apropiadas, recupera variedades de vid autóctonas, evalúa la resistencia a las enfermedades y el estado de las vides y asesora en el control riguroso de toda la elaboración para mejorar la calidad final del producto.

La Denominación de Origen Vinos de Madrid ha pasado de las 5 bodegas y 21 marcas que tenía adscritas cuando se creó en 1990 a las 44 bodegas y 114 marcas actuales, que dan empleo a cerca de 300 profesionales. En su conjunto, las tres subzonas vitivinícolas amparadas bajo la D.O. Vinos de Madrid (Arganda del Rey, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias) engloban 8.200 hectáreas de viñedo pertenecientes a 58 municipios del sur de la Comunidad.

En la región hay en estos momentos más 2.800 viticultores. Se trata de un sector de gran importancia, tanto por el valor económico que genera como por el papel que desempeña en la vertebración del medio rural y en la conservación medioambiental.