Pagarán un alquiler mensual entre 64 y cien euros

La Comunidad de Madrid entregó las llaves de 80 viviendas protegidas a familias que se encuentran en precarias condiciones sociales o económicas y en riesgo de exclusión social. Se trata de viviendas adjudicadas por el Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS) a familias que, en la mayoría de los casos, han perdido sus casas por no poder hacer frente a los préstamos hipotecarios o por no poder pagar el alquiler y que, gracias a esta ayuda del Gobierno regional podrán tener una oportunidad para retomar su vida con una cierta estabilidad.

El consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda, Pablo Cavero, y el de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, hicieron entrega de las llaves de estas viviendas. En el acto, Cavero destacó que desde la Comunidad de Madrid “somos conscientes del sufrimiento que viven quienes quieren pagar su vivienda pero no tienen en este momento los medios para hacerlo. Tenemos muy presente la angustia que supone no poder afrontar ese pago y las dramáticas consecuencias que conlleva para una familia la pérdida de su casa”.

“La crisis hace que estas familias tengan un problema temporal. Gente trabajadora y honesta que quiere hacer frente al pago de su casa pero ahora no puede hacerlo. Por eso necesitan en este momento de nuestro impulso y de la estabilidad que les permita atenuar su situación, seguir adelante y recuperar su vida o iniciar una nueva”, remarcó Cavero, quien añadió que “más de 27.000 familias madrileñas que han atravesado por algún tipo de dificultad disfrutan de una vivienda pública de la Comunidad de Madrid por la que pagan un alquiler mensual de menos de 270 euros al mes”.

Madrid es la región que imprime a su política de vivienda un carácter más social. Y también ha sido la primera en tomar medidas para paliar las consecuencias de los desahucios. Además, el Gobierno autonómico ha renegociado el alquiler a más de 5.000 familias con problemas, que viven en viviendas propiedad de la Comunidad de Madrid y que no podían hacer frente a su pago. En algunos casos, ese alquiler se ha reducido hasta los 40 euros al mes.

Asimismo, el consejero recordó que de las 80 viviendas entregadas hoy, 40 se van a dar a familias que han sufrido un desahucio y otras 40 a familias monoparentales, viudos, solteros y separados con hijos menores a su cargo y que no cuentan con ningún tipo de apoyo económico. Las familias adjudicatarias de estos pisos son solicitantes de una vivienda pública por el cupo de especial necesidad y el Gobierno regional, tras baremar sus circunstancias personales y económicas, ha decidido que pueden recibir estos pisos en régimen de arrendamiento, renovable anualmente.

Las familias deberán pagar un alquiler que oscila entre los 64 euros la renta más baja y 100 euros la más cara. La variación en el alquiler de las viviendas depende del tamaño de las mismas. Además, se aplican deducciones a los casos de familias numerosas y pensionistas. El perfil de las familias solicitantes de una vivienda pública en la región ha cambiado en los últimos años. Se trata de ciudadanos que han tenido una vida normalizada, la mayoría propietarios de sus viviendas y que, a raíz de perder su empleo, y por tanto, sus ingresos, no han podido salir a adelante y han visto cómo su casa les era embargada. Se trata, en su mayoría de ciudadanos españoles, con un nivel de ingresos no superior a los 1.000 euros y que cumplen con los indicadores con los que el Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS), realiza un baremo para elegir a los adjudicatarios.

En este sentido, el IRIS tiene en cuenta, entre otros factores, las circunstancias económicas del solicitante, las discapacidades de los miembros de la familia, sus responsabilidades familiares, el ser víctima de violencia de género o la antigüedad de la solicitud. Los pisos adjudicados se distribuyen por 12 distritos de Madrid y 20 municipios de la región. Así el 54,22% de las familias vivirán en la capital y el 45,78% restante en otras localidades de la Comunidad. Estos pisos, además, se han distribuido según las circunstancias de cada unidad familiar y cuentan con superficies de hasta 90 metros cuadrados y de 2 a 4 dormitorios.