03
Jun
2020
El Hospital de Arganda dio el alta precoz a 350 pacientes con coronavirus Imprimir
Zona Este - Arganda del Rey
Compartir en MenéameCompartir en TuentiCompartir en Buzz it!Compartir en FacebookCompartir en Twitter

Foto cedida por CAMEl seguimiento se realizó por vía telefónica, y sólo el 0,1% volvió al Hospital

Como consecuencia de la reorganización que sufrió el edificio por la pandemia COVID-19, el Hospital Universitario del Sureste instauró un sistema de seguimiento telefónico que permitió dar altas precoces para descongestionar el centro. Con esta medida se consiguió que los pacientes pudieran seguir su convalecencia en su hogar manteniendo unas condiciones de seguridad clínica similares a las que tendrían si estuvieran en el hospital.

El calendario de implantación nos remonta a finales de marzo. Fue entonces cuando en el Hospital Universitario del Sureste se dieron altas precoces a pacientes como una de las medidas de control y reorganización de la asistencia sanitaria. De esta forma, se descentralizaban recursos y se evitaba el colapso de las plantas del hospital, llevando a cabo un seguimiento telefónico muy estricto.

A diario se comunicaba a los distintos servicios los pacientes de alta que les correspondía seguir. Estos servicios realizaban el seguimiento telefónico y la información se remitía a los médicos que daban el alta precoz. De ese modo, se mejoró la tipología clínica de esos pacientes de cara a beneficiarse de este modo de seguimiento.

Los resultados han sido prometedores. Se han beneficiado de este modelo de atención más de 350 pacientes. Desde el punto de vista clínico solo un 0,1% de los pacientes dados de alta ha reingresado. La mayoría de los pacientes que se tuvieron que ver físicamente, el 1,53%, fue debido a otras patológicas concomitantes sin relación con el COVID-19.

Otro punto a subrayar es el estado anímico de los pacientes. Desde el punto de vista emocional, los pacientes estuvieron más satisfechos ya que el aislamiento en casa fue más llevadero que en el hospital. Además, el hecho de ser llamados de forma constante les dio confianza y tranquilidad.