08
Sep
2018
Adrien Salenc vuelve a abrir la Puerta Grande de la plaza cuadrada de Arganda Imprimir
Zona Este - Arganda del Rey
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Foto cedida por Ayuntamiento de ArgandaEl novillero francés cortó dos orejas a su primer novillo

Adrien Salenc, que ya fue el triunfador de la Feria de Arganda en 2016, realizó una gran faena con el capote y con la muleta, que remató con una estocada bien situada y hasta la bola, que le hizo merecedor de las dos orejas del novillo, de nombre “Templadito”, que resultó ser noble al entrar al capote y a la muleta con trapío lo que le hizo merecedor de la ovación del público, con vuelta al ruedo en el arrastre. Por su parte, Adrien Salenc dio la vuelta a la plaza ovacionado por el público. En su segunda faena ante el novillo de nombre “Desgreñado”, Salenc fue voluntarioso ante un novillo sin mucha historia. Una estocada de categoría fue lo más destacable.

Abrió la tarde, con la plaza llena por ser festividad en Arganda, el novillero jienense García Navarrete, que tuvo enfrente a un novillo negro bragado meano de nombre “Guapillo”. Un novillo noble que manseó en el caballo, y al que cuajó una faena voluntariosa y buena de muleta que deslució a la hora de ir a matar, debido a la inseguridad del novillero que se vio desarmado de la muleta pero que, al final, remató con una estocada hasta la bola ligeramente caída que tumbó al novillo.

Faena por la que recibió aplausos del respetable. Con el segundo de su lote, de nombre “Ignorado”, García Navarrete se topó con un novillo complicado con el que no llegó a acoplarse, que hizo que su faena resultara irregular. Faena que remató con una media estocada, y dos descabellos. Recibió ligeros aplausos.

El segundo de la tarde, “Jareto”, fue un novillo bueno y noble al que Rafael González realizó una buena faena con el capote y con la muleta, sin mucho brillo, y que remató con una estocada caída que mereció la ovación del público y peticiones aisladas de una oreja, que la Presidencia no concedió. En el arrastre “Jareto” fue aplaudido por el público. En su segundo novillo, de nombre “Ventero”, no pudo hacer nada ante un ejemplar sin ningún brillo.