08
Jul
2016
11 años de cárcel por apuñalar a su exmujer en Alcalá después de asaltar su vivienda Imprimir
Zona Este - Sucesos Alcalá
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El fiscal pedía catorce años por el truculento suceso que asoló Alcalá el año pasado

Hace poco más de un año un truculento suceso suspendía la tranquilidad de los vecinos de Alcalá, ya que una mujer, Concepción, salió a la calle Rafael Alberti gritando y con la cara ensangrentada mientras su exmarido la perseguía cuchillo en mano.

Tras comprobar lo que estaba ocurriendo, los vecinos socorrieron a la mujer, obligando al hombre a meterse en un coche y darse a la fuga, una fuga que duró poco, ya que fue detenido a los pocos minutos por la Policía Nacional.

El suceso terminaba en un juicio que se celebraba el pasado mes de mayo, y en el que el Fiscal pedía catorce años de cárcel para Carlos, el presunto agresor, acusado de los delitos de homicidio en grado de tentativa y allanamiento de morada.

Hace unos días, y tras celebrarse la vista oral, la Audiencia Provincial de Madrid dictaba sentencia, y condenaba al hombre, en trámites de separación cuando ocurrieron los hechos, a once años de cárcel, y a una indemnización de 81.300 euros para su ex, además de una orden de alejamiento por doce años.

Según las conclusiones provisionales elaboradas por el Ministerio Público, el acusado mantuvo una relación sentimental durante 16 años con una mujer, relación que ella mismo dio por terminada el 23 de diciembre de 2014. En el transcurso de su relación nació una niña que cuenta en la actualidad con seis años de edad.

Pese al tiempo transcurrido, y no habiendo logrado resolver ciertas desavenencias surgidas entre ellos a propósito del incipiente proceso de medidas paternofiliales, el procesado, decidió acabar con la vida de la mujer la mañana del 28 de abril de 2015.

Para ello, sobre las 9:20 horas del ese día se personó en el que fuera el domicilio familiar, en Alcalá de Henares, y que tras la ruptura de la pareja constituía la residencia de la mujer y la hija de ambos. Para acceder a la vivienda el procesado saltó el muro perimetral metálico de dos metros y medio de altura y, una vez dentro del patio interior del inmueble, accedió a la cocina a través de una puerta que se encontraba abierta. Allí, cogió un cuchillo de 18 centímetros de hoja y se dirigió al salón donde permaneció agazapado detrás del sofá hasta que llegó la mujer.

Al entrar ella en el salón, el procesado, sin articular palabra, la propinó un puñetazo en el lado izquierdo de la cara, tirándola al suelo, para a continuación, y con la intención de acabar con su vida, asestarla múltiples cuchilladas en cara, boca, lengua y cuello. La mujer se defendió y llegó a agarrar la hoja de cuchillo con las manos hasta que, en un determinado momento, logró ponerse de pie y, tras abrir la puerta de la vivienda y del portal del inmueble, salió a la vía pública donde fue asistida por varios viandantes.

El procesado, tras abandonar el lugar de los hechos, fue detenido por agentes de la Policía cuando éste se estaba deshaciendo de sus ropas ensangrentadas, arrojándolas a un contenedor de reciclaje.

Como consecuencia de este ataque, la mujer sufre importantes secuelas consistentes en cicatrices, alteraciones de la movilidad y síndrome de estrés postraumático. Por su parte, el procesado ha estado privado de libertad desde el mismo día de los hechos en que fue detenido.