26
Oct
2025
Los vecinos de Espartales, dispuestos a crear patrullas ciudadanas en el barrio Imprimir
Zona Este - Sucesos Alcalá
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Foto cedida por Espartales UnidosSe reunieron para hablar sobre la seguridad

La suciedad del Camarmilla, ratas en las calles y, por supuesto, los robos a los que se ven sometidos. Los vecinos de Espartales están hartos, y por eso Espartales Unidos convocaba una reunión para hablar con los vecinos y proponer soluciones. Y una de las propuestas tiene reminiscencias del pasado en la Zona Este, pues Espartales está dispuesto a emular al Fronteras de Torrejón de los años 80 creando patrullas ciudadanas.

El barrio de Espartales, caracterizado por su modernidad y su población joven, ha estado enfrentando una creciente ola de robos que ha generado preocupación y desasosiego entre sus residentes. La situación se ha vuelto insostenible, llevando a los vecinos a organizarse y exigir soluciones efectivas a las autoridades locales.

El jueves, el Centro Cultural La Galatea se convirtió en el escenario de una reunión convocada por el colectivo Espartales Unidos, donde alrededor de 45 vecinos se reunieron para expresar su frustración por la inseguridad que ha invadido su barrio. Este encuentro no se centró en temas culturales o festivos, sino en la angustia colectiva generada por los robos recurrentes.

Durante la reunión, los vecinos compartieron sus experiencias y preocupaciones. Una residente denunció que los robos son diarios, afectando a coches, bicicletas y trasteros, y describió cómo la inseguridad ha alterado la vida cotidiana, generando miedo y desconfianza. Otro vecino comentó que la situación ha llegado a un punto en el que ni siquiera se puede dejar un coche en la calle sin temor a que sea vandalizado.

Desde el 6 de octubre, se ha reportado un aumento en los robos, con testimonios que indican que cada día hay nuevos casos de vehículos dañados o robados. Los grupos de WhatsApp del barrio están llenos de mensajes de alerta, imágenes de daños y vídeos de incidentes, reflejando un clima de temor generalizado. Los residentes han descrito el barrio como un "caladero", evidenciando la desesperación ante la falta de respuestas efectivas.

A pesar de las denuncias presentadas ante la policía, los residentes sienten que no ha habido una respuesta adecuada. Los representantes de la oposición en el Ayuntamiento han solicitado medidas concretas y una mayor presencia policial, pero la respuesta institucional ha sido considerada insuficiente y evasiva.

Durante la reunión, se presentó una propuesta por parte de Más Madrid Alcalá, que aboga por que el Ayuntamiento se persone en los juicios relacionados con los robos. Esta iniciativa busca que la administración local actúe como parte afectada, dado que la inseguridad es un problema colectivo que afecta a todos los vecinos.

La alcaldesa, Judith Piquet, se mostró reticente ante la propuesta, argumentando que la persecución penal es competencia estatal. Esta respuesta fue recibida con descontento por parte de los asistentes, quienes pidieron un compromiso más firme y acciones concretas.

Los vecinos discutieron varias ideas para mejorar la seguridad en el barrio, incluyendo:

Instalación de cámaras de videovigilancia: Para monitorear áreas críticas y disuadir a los delincuentes.

Refuerzo del alumbrado: Especialmente en zonas oscuras, para aumentar la visibilidad y la seguridad.

Mayor presencia policial: Tanto a pie como en patrullas, para que los vecinos se sientan más protegidos.

Algunos residentes propusieron la idea de organizar patrullas vecinales para alertar sobre movimientos sospechosos, aunque también se destacó la importancia de no sustituir a las fuerzas de seguridad. Los residentes de Espartales sienten que su barrio ha sido olvidado por las autoridades, a pesar de pagar los mismos impuestos que en el centro de Alcalá. La falta de servicios adecuados y de atención a la seguridad ha generado un sentimiento de injusticia y abandono.

El colectivo Espartales Unidos ha decidido continuar con su labor de recopilación de denuncias y de información, así como de establecer contacto con otras asociaciones de barrios para coordinar acciones conjuntas. El lema de la reunión fue claro: “Si nos apoyamos entre todos, podemos lograr que Espartales vuelva a ser un barrio tranquilo y seguro”.

Recientemente, se han reportado varios robos en vehículos en Alcalá de Henares, específicamente en los parkings de supermercados y centros comerciales. Los vecinos de la zona han alertado sobre estos incidentes, que se han llevado a cabo utilizando una técnica conocida como el 'método de la siembra'.

El 'método de la siembra' es una táctica de hurto que se basa en la distracción de la víctima. Este método implica la colaboración de al menos dos delincuentes. El proceso se desarrolla de la siguiente manera:

Distracción Inicial: Un primer individuo arroja monedas o llaves al suelo y pregunta al conductor si le pertenecen.

Acción del Cómplice: Mientras el conductor se baja del vehículo para verificar la situación, un segundo ladrón, que está en complicidad con el primero, aprovecha la oportunidad para robar pertenencias que suelen estar a la vista dentro del coche, como bolsos, carteras o teléfonos móviles.

Los robos han sido reportados específicamente en el parking del supermercado Carrefour ubicado en el barrio de Espartales. Las víctimas han descrito a un grupo de personas de origen asiático que utilizan un vehículo Skoda color blanco y que cuentan con la colaboración de una mujer para llevar a cabo sus fechorías.

Aunque no se han recibido denuncias específicas sobre robos en cajeros automáticos utilizando el 'método de la siembra', se ha señalado que esta técnica también puede aplicarse en estos lugares.

En el contexto de los cajeros automáticos, los delincuentes pueden simular fallos en la pantalla o en la tarjeta. La distracción se produce cuando la víctima intenta volver a introducir su tarjeta, momento que los ladrones aprovechan para:

Capturar el PIN de la tarjeta.

Sustraer la tarjeta misma.

Se ha observado que las bandas que utilizan este método suelen actuar especialmente contra personas mayores, quienes pueden ser más vulnerables a este tipo de distracciones. Además, los robos tienden a ocurrir en días de gran afluencia, como cuando se realizan retiros de pensiones, en cajeros ubicados en áreas residenciales o comerciales.

Además, en la comunidad de Espartales Norte, se ha generado una preocupación significativa entre los vecinos debido a la presencia de roedores en la zona. Esta situación ha sido denunciada específicamente en los chalés de Gumiel, que son parte del desarrollo de Aedas Homes, y en la calle Alfonso XI.

Los residentes de la zona han expresado su inquietud a través de diversas plataformas, destacando la proliferación de ratas que afecta tanto la calidad de vida como la seguridad en el área. La denuncia ha sido compartida en redes sociales, lo que ha permitido que más personas se unan a la causa y exijan una solución inmediata.

Un vecino de la calle Sancho II ha grabado un vídeo que documenta la problemática de los roedores en la comunidad. Este material visual ha sido utilizado como evidencia para respaldar las quejas de los residentes y para llamar la atención de las autoridades competentes.

Ante la gravedad de la situación, los vecinos han solicitado al Ayuntamiento que tome medidas inmediatas para abordar el problema de los roedores. Se menciona que el Ayuntamiento ya ha sido informado sobre la situación, lo que implica que existe un conocimiento previo de la problemática, pero los residentes demandan una acción rápida y efectiva.

Recientemente, el arroyo Camarmilla ha vuelto a ser un foco de atención en la comunidad de Espartales, donde los vecinos han expresado su descontento con la limpieza municipal realizada por el Ayuntamiento. A través del colectivo vecinal Espartales Unidos, se han compartido imágenes que evidencian la acumulación de basura y maleza en la zona, lo que ha generado un debate sobre la eficacia de las acciones de limpieza anunciadas por las autoridades locales.

El colectivo Espartales Unidos ha difundido fotografías y vídeos que muestran la situación del arroyo, destacando la presencia de plásticos, ramas secas y agua turbia, especialmente en las áreas más cercanas al barrio. Los vecinos han ironizado sobre la "limpieza intensiva" anunciada, sugiriendo que no se ha llevado a cabo de manera efectiva en su tramo. Esta percepción ha sido ampliamente compartida en redes sociales, donde se ha reavivado el sentimiento de que la situación del arroyo no ha mejorado.

Los residentes han solicitado una intervención más sostenida y real para evitar que el arroyo vuelva a llenarse de residuos. La acumulación de basura y la falta de mantenimiento han sido problemas recurrentes, especialmente durante el verano, cuando los olores se intensifican, y en otoño, cuando las lluvias arrastran los desechos aguas abajo.

El Ayuntamiento ha defendido su gestión, recordando que entre finales de septiembre y principios de octubre se llevó a cabo una intervención que incluyó la retirada de más de 12 metros cúbicos de residuos sólidos y restos vegetales. Además, se realizaron tareas de control de plagas y se instalaron paneles informativos para fomentar el cuidado del entorno.

El Consistorio también ha mencionado que está a la espera de la aprobación de la Confederación Hidrográfica del Tajo para iniciar un proyecto de revegetación y mejora ecológica del arroyo, como parte del Plan de Infraestructura Verde de Alcalá de Henares. Sin embargo, los vecinos continúan cuestionando la efectividad de estas medidas.

Uno de los problemas identificados por las asociaciones es la falta de continuidad en las limpiezas. Aunque el Ayuntamiento es responsable de la limpieza viaria y de las zonas verdes, cualquier actuación directa sobre el cauce del arroyo requiere la autorización de la Confederación Hidrográfica. Esta confusión de competencias ha llevado a situaciones en las que ni el Ayuntamiento ni la Confederación actúan con la frecuencia necesaria, dejando tramos del arroyo desatendidos.

Desde Espartales Unidos se ha enfatizado la importancia de involucrar a los vecinos en la conservación del arroyo a través de campañas educativas y vigilancia ciudadana. La idea es que no solo se trate de limpiar, sino de mantener el entorno limpio y cuidado. A pesar de las acciones municipales, muchos vecinos sienten que las limpiezas son insuficientes y que la suciedad persiste. Un comentario resumió esta percepción: “se nota que han pasado, pero no se nota que hayan limpiado”.