19
Nov
2018
El repostero restaurado de Alcalá, a punto de volver al Ayuntamiento Imprimir
Zona Este - Sociedad Alcalá
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Foto cedida por Ayuntamiento de AlcaláLa primera parte volverá dentro de una semana, y la segunda, en enero

El pasado mes de abril fue trasladado desde el Ayuntamiento hasta la Real Fábrica de Tapices el repostero-baldaquino del Marqués de Bedmar, para que fuera sometido a un proceso de restauración, conservación y recomposición de sus tejidos. Se trata de una pieza singular, una obra de representatividad pensada para ser instalada a modo de baldaquino, y por la riqueza de su elaboración sin duda como un elemento de gran prestigio para su poseedor.

La concejala de Patrimonio, Olga García, ha visitado, con algunos miembros del Consejo Asesor de Patrimonio Mundial, los trabajos que desde entonces se llevan a cabo en la Real Fábrica de Tapices para conocer de primera mano la ardua tarea que supone la actuación sobre un tejido con más de tres siglos de historia; una labor complicada que ha retrasado unas semanas su fecha de entrega por tratarse de una pieza compleja a la que, por ejemplo, se le han tenido que tratar cientos de pequeños agujeros causados a lo largo de casi cuatro siglos por insectos y ácaros.

Para la concejala Olga García "sólo cabe felicitarnos por haber tomado la decisión de invertir en la estabilización y restauración del Repostero Baldaquino, así como felicitar al increíble equipo de la Real Fábrica de Tapices, con Alejandro Klecker a la cabeza, por el magnífico trabajo que están realizando. Devolveremos a las vecinas y vecinos de Alcalá, mejorado sensiblemente, un elemento de su patrimonio de excepcional valor histórico y artístico."

Está previsto que el baldaquino regrese a la ciudad en dos fases; en la primera se presentará la parte más pequeña el próximo 29 de noviembre; y la segunda llegará a finales del mes de enero. El importe de la inversión para la estabilización y restauración de la pieza ha estado en torno a los 70.000 euros y fue adjudicado mediante concurso a la Real Fábrica de Tapices, que cuenta con unas incomparables instalaciones para el trabajo con piezas de gran formato.

Los reposteros heráldicos se pueden datar entre 1622 y 1655. Los dos reposteros presentan las armas de D. Alonso II de la Cueva y Benavides, I Marqués de Bedmar, importante diplomático español de la corte de Felipe III que en 1622 obtuvo el capello cardenalicio.