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17 Abr 2017 |
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Sonia Andrade volvió a dedicar una saeta a la Virgen antes del EncuentroHace un año fue una de las grandes sorpresas de la última procesión de la Semana Santa complutense, y por eso volvía a repetir la fórmula. Así Sonia Andrade, vestida con mantilla, se subía a un balcón en plena plaza de los Santos Niños para dedicar su arte a la Virgen de la Salud a su llegada a la Catedral. Así comenzaba un Encuentro entre el Resucitado y su Madre que ponía punto y final a la Semana Santa de Alcalá, un Encuentro que, gracias al tiempo y, sobre todo, a lo que ha crecido la procesión organizada por la Cofradía del Resucitado, abarrotó por completo una Plaza de los Santos Niños en la que se produjo el momento más esperado de la mañana. La Virgen perdía su velo negro para encontrarse con el Resucitado antes de entrar juntos en la Catedral. Así terminaba una mañana que comenzaba cuatro horas antes cuando, a las ocho de la mañana, el Resucitado y su Madre abandonaban la Catedral para iniciar un larguísimo viaje por las calles de la zona centro de la localidad. Así, conforme la mañana iba avanzando, los vecinos se fueron sumando a un cortejo en el que predominaba el blanco y el celeste, los colores de la Cofradía de sanitarios que reinventaba el Domingo de Resurrección complutense hace ya cinco años.
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