"Así que, encabezando con su firma un listado, promovió una revocación para acabar con el mandato democrático que la plantilla había otorgado a nuestro delegado Vicente Peinado. Dirá el susodicho que han sido los propios trabajadores quienes le han revocado, y es verdad, aunque cuando es el propio director de la empresa quien se encarga de recoger las firmas en persona, a trabajadores y trabajadoras que dependen de un contrato para subsistir, resulta cuando menos obsceno y sobre todo intimidatorio. Y es que la democracia, esa que tanto dicen defender algunos, nunca entró del todo en los centros de trabajo, sobre todo en los pequeños (casi el 90% del total). Hoy hemos ido a acompañarle los compañeros de CCOO Iveco Madrid, miembros de Industria CCOO Madrid, delegadas/os de CCOO Henares y miembros de su Ejecutiva Comarcal, el concejal de IU Alcalá David Cobo García y más compañeras/os hasta en número cercano a 50 personas. Lamentablemente, la presión de la dirección de la empresa para que los trabajadores/as apoyaran la revocación de Vicente, ha surtido efecto y el cacique consiguió que "sus santos inocentes" entonaran el "sí señorito” oportuno. Agradecemos que 7 trabajadores de la plantilla no hayan cedido a las presiones de la dirección. Pensará la dirección que hoy ha ganado algo, que habrá conseguido su objetivo pero a la vez arrastra el nombre de su empresa por el lodo inmundo del autoritarismo coercitivo. Quien verdaderamente ha ganado hoy, ha sido la dignidad de Vicente Peinado y la de sus compañeras/os que han antepuesto la misma a la presión de la dirección de la empresa. Por eso, aunque las tripas nos pedían gritar otras cosas, lo único que ha salido de las gargantas de los allí presentes, incluida la de Vicente, ha sido nuestro grito de guerra, de autoafirmamiento y reconocimiento solidario: ¡¡¡ Que viva la lucha de la Clase Obrera ¡¡¡ y ¡¡ C C O O!! ¡¡¡ Sindicato Trabajador ¡¡¡ Es el grito que éste y otros caciques de cortijo oirán cada vez que toquen a una/o de los nuestros", resume el sindicato.