23
Abr
2012
El Príncipe entregó el Cervantes al nieto de Nicanor Parra Imprimir
Zona Este - Alcala de Henares
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Felipe y Letizia presidieron la ceremonia. Foto cedida por Ayuntamiento de AlcaláEn la ceremonia no estuvieron ni el Rey ni el premiado

Mañana atípica la vivida ayer en Alcalá, y es que, lo que se aventuraba como un Premio Cervantes descafeinado acabó casi en guerra abierta entre el Ayuntamiento y los trabajadores municipales. La mañana comenzaba con una sorprendente denuncia: los trabajadores afirmaban que habían dado órdenes a sus superiores de no dejarles salir del Parque Municipal por razones de seguridad; un intento de desmontar la protesta prevista para esa misma mañana en la emblemática Plaza de Cervantes.

La denuncia pública tenía repercusión rápidamente, y, hora y media después, era revocada la decisión, con lo que los trabajadores podían salir del Parque. Y mientras todo esto sucedía, Alcalá se iba llenando de personalidades, aunque alguno menos de los previstos, ya que un Cervantes sin Rey ni premiado tenía bastante menos atractivo que otros años.

Los actos oficiales comenzaban, como es tradicional, en la estatua de Cervantes, donde, entre los pitos y gritos de los trabajadores municipales, representantes de todos los partidos y el alcalde pusieron una corona de laurel a los pies del autor de El Quijote. Y en el Paraninfo de la Universidad, el acto protocolario oficial: la entrega del Cervantes por parte del Príncipe Felipe al nieto de Nicanor Parra, Cristóbal Ugarte. El Príncipe, además, recibía, en la recepción oficial, el bastón de mando de la localidad de manos del alcalde.

A la ceremonia han asistido, entre otras autoridades, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.