La Cabalgata estrenó recorrido por Vía Complutense
La Cabalgata de Alcalá de este año ha servido, entre otras cosas, para poner punto y final a esos malintencionados rumores que afirmaban que Papá Noel y los Reyes Magos no se llevan bien, y es que Santa Klaus no dudó en participar en el desfile complutense, un desfile que estrenaba recorrido por Vía Complutense.
Con puntualidad británica los Gigantes abrían una comitiva que recorrió algo más de tres kilómetros por un trazado inédito y que terminaba bajo las sombras de la muralla. Sin embargo, no fue la única novedad de la Cabalgata, y es que, por primera vez, los tres Reyes Magos no fueron políticos, sino representantes de asociaciones del municipio. Así Alcalá terminaba también con la tradición de que el Rey Baltasar fuera embadurnado de betún, eligiendo para representarlo a Hayford, joven integrante de la Asociación de Vecinos Tomás de Villanueva.
Eso sí, y como es habitual en la localidad, no llovió a gusto de todos: el recorte en el número de caramelos, sumado a la ampliación del recorrido provocó que muchas carrozas se quedasen sin género demasiado pronto, lo que provocó auténticas guerras entre los vecinos por hacerse con los dulces; y también por culpa del nuevo recorrido, fue necesario acelerar la velocidad de la Cabalgata para que llegase en tiempo para poder participar en el Belén Viviente del Centro Extremeño y hacer entrega de 200 juguetes a Cáritas.
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