Loles se convierte en primera finalista en una noche en que Virginia no logró identificar la cocina china

Desde hace ya varias semanas venía intuyéndose, pero era necesario hacerlo oficial: los cuatro actores que entraron en la primera edición de MasterChef Celebrity son también los cuatro finalistas del programa. Y es que Loles León, Fernando Tejero, Miguel Ángel Muñoz y Cayetana Guillén Cuervo han sido los que mejor han entendido dónde estaban, en un programa de cocina que también es un reallity, y cada uno de ellos ha sabido tener su propia trama en continuidad que les ha llevado a la final, curiosamente, en parejas.

Así, Cayetana y Miguel Ángel han carpeteado hasta esta misma semifinal (Miguel Ángel hasta se convirtió en el nuevo Cordobés intentando salvar de la prueba de eliminación a Cayetana), después de que ella superase ese serio problema con los cuchillos de los primeros capítulos. En el otro lado, Loles y Fernando comenzaron con una rivalidad total que enseguida evolucionaba hacia una historia de superación que el jurado no se tragó, hasta el punto de desenmascarar a ambos en una valoración que pasará a la historia.

Así ambos tienen muchas posibilidades de llevarse el premio (según Fernando, para hacerle compañía al Goya) dentro de una semana (o tal vez más, que TVE no ha explicado aún si habrá programa el próximo 6 de diciembre). Y es que la quinta en discordia, Virginia Troconis, se quedaba sin tramas tras la salida de su torero, y tampoco ayudaba lo que hizo en la prueba final de esta semifinal.

De tal forma la noche comenzaba con una prueba clásica de MasterChef, la reconstrucción de un plato tradicional relacionado con la infancia de los concursantes. En esta ocasión el único que entendió exactamente la finalidad de la prueba fue Miguel Ángel, que deconstruyó un cocido madrileño que dejó boquiabierto al jurado. El resto optó por reproducir la receta tradicional en lugar de “actualizarla”, por lo que no hubo mucha dificultad a la hora de escoger al ganador.

Virginia se atrevió con un pabellón criollo típico de Venezuela, Fernando preparaba un arroz con conejo y Cayetana se atrevía con unos canelones. Mención aparte merece Loles, convertida en estrella de esta primera prueba, con una paella cuya preparación fue misión imposible: la actriz preparó un caldo con todo el marisco de las estanterías, mientras quemaba la paellera (la cocina por inducción no es lo suyo). Al final optaba por tratar de salvar los muebles con un arroz difícil de catalogar.

Pero volviendo al ganador, MAM se llevaba la prueba y los cuatro mil euros para una ONG de este capítulo, y lo hacía antes de convertirse en capitán de una prueba de exteriores en pleno centro de Madrid. Y es que los concursantes debieron meterse en las cocinas del mismísimo Hotel Palace donde prepararon un menú de cinco platos (en realidad eran seis, pero fue imposible sacar el sexto) para unos comensales muy especiales, sus propios amigos y familiares. De esta prueba lo más destacado es lo que ocurrió con el atún protagonista del plato que no llegaron a preparar, ya que dejaron la tabla de plástico donde lo estuvieron cortando sobre la plancha caliente. Por suerte, alguien se dio cuenta enseguida evitando que tuvieran que acudir los bomberos.

La prueba, además, dejaba el cierre de la trama de Virginia, con una reconciliación, con lágrimas incluidas, con Loles y Fernando, que le ayudaron a sacar su plato, y terminaba con el jurado convirtiendo a Loles en primera finalista del programa.

Y menos mal que la salvaron, porque la actriz lo hubiera tenido muy complicado en la prueba de expulsión, en la que los cuatro nominados debieron preparar comida china. Bueno, debían, porque Virginia preparó un compendio de comidas asiáticas que nada tenían que ver con lo pedido, como una salsa japonesa, y un pollo tailandés.

Los demás sí prepararon comida china logrando así, la clasificación para una final que se prevé imprevisible. Y es que, si bien Loles y Fernando están un paso por delante de sus otros dos rivales, en esta semifinal la cosa se ha igualado mucho, con un Miguel Ángel aprendiendo a dominar las técnicas más modernas de cocina; y un Fernando al que lo ocurrido con el atún le persiguió durante todo el capítulo (si no hubiera sido por el error de Virginia, él hubiera sido el expulsado).