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26
Jun
2017
Piden una placa para la perra que encontró una mina de la Guerra Civil junto a un parque de Alcalá PDF Imprimir E-mail
Zona Este - Sucesos Alcalá
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“Runa” detectó el proyectil en las inmediaciones de la Base Primo de Rivera

Hace unas semanas Alcalá se veía sobresaltada por un suceso que se quedó en susto, pero que podía haber terminado mucho peor. Una perra de la BRIPAC encontraba junto a la Base Primo de Rivera de la localidad una mina anticarro sin explotar de la Guerra Civil. El animal, de nombre Runa, se quedó sentado al sentir el explosivo, por lo que llamaron a otro perro para que confirmase el hallazgo. Y así fue, a tan sólo veinte centímetros de profundidad se encontraba el explosivo que podría haber causado una catástrofe de haber explotado al situarse muy cerca de un parque infantil.

Y con motivo de esta heroicidad, un grupo de vecinos y asociaciones animalistas han abierto una petición en Change para que se reconozca a la perra y a su instructor con una placa en el lugar del suceso:  "Como bien es sabido en el término municipal madrileño de Alcalá de Henares y alrededores hace unas semanas la perrita Runa junto a su instructor de la Policía Militar detectaron en una inspección rutinaria de las inmediaciones de la Base Primo de Rivera un artefacto explosivo, el cual se confirmó posteriormente que se trataba de una granada anticarro de la Guerra Civil, junto a un parque infantil de la zona. Este hecho sin duda ha marcado la diferencia entre lo que podría haber sido una masacre o que la tranquilidad permanezca en la zona", explica la petición.

"Sin embargo, aun tratándose de un hecho heroico, el ayuntamiento e instituciones municipales no se han pronunciado al respecto, ni un simple gracias o detalle de reconocimiento para este equipo que además no es la primera vez que realiza, tanto en acto de servicio como fuera del mismo, una hecho de este tipo protegiendo y salvando a tantos ciudadanos. Desde que ocurrió dicha actuación los vecinos de Alcalá de Henares a través de diferentes asociaciones de vecinos han pedido al ayuntamiento que sea reconocido el mérito del trabajo realizado, sin embargo, no se han pronunciado ni nada se ha hecho al respecto según nos consta, incluso nosotros mismos intentamos ponernos en contacto con ellos sin éxito ni respuesta. Por ello lanzamos esta petición en nombre de los vecinos de dicho municipio que a través de diferentes asociaciones se han puesto en contacto con nosotros mostrando su rechazo ante la actuación por parte del ayuntamiento. Pedimos a la concejala de seguridad y al alcalde del municipio de Alcalá de Henares, que para satisfacer el reclamo de sus votantes, muestre su reconocimiento a Runa y su instructor por el trabajo realizado y que allí donde se detecto el artefacto explosivo sean nombrados en una placa conmemorativa, porque gracias a ellos los niños del municipio podrán seguir jugando tranquilos y sin peligro y porque gracias a ellos seguirán siendo de éxito tantas actuaciones en las que colaboran junto a la policía municipal", aseguran.

"Runa es una labradora de 6 años, se encontraba paseando junto a su instructor, de la Policía Militar, en las inmediaciones de la Base Militar Primo de Rivera cuando se pronto se sentó marcando algo en un lugar poco usual. Tras escarbar en dicho lugar se encontró una carcasa metálica, fue Dojo, otro perro de la unidad militar quien finalmente confirmó que allí había explosivos. Se puse entonces en marcha el protocolo de actuación para estos casos. Se estableció un perímetro de seguridad de 5 metros entorno al artefacto que después sería ampliado a 15 metros. Se comprobó en ese momento que lo que allí se hallaba era una granada anticarro de la Guerra Civil que estaba sin detonar aunque inicialmente se pensó que estaba detonada y lista para estallar. Debido a los riesgos que conllevaba detonarla en ese mismo lugar por las viviendas que se encontraban en las proximidades, se decidió llevarla a un sitio seguro para su explosión controlada. Se podría haber provocado una masacre si hubiese estallado en el momento en que los niños se encontrarán jugando en el parque. Gracias a Runa se evitó la masacre que podría haber ocurrido en cualquier momento. La perra recibe instrucción diaria, al igual que su compañero Dojo, también especializado en detectar explosivos. Ambos colaboran con la Guardia Civil en la detección de explosivos. Lo asombroso de esta historia es que un perro detecte un explosivo enterrado allí, a unos 20 centímetros de profundidad, 60 años después", resumen.

 

Enlace: Petición en change.org

 

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